Blog Educativo: Religión Católica. CEIP Luis Palacios Valdepeñas (Cuidad Real)
25 de diciembre de 2012
28 de diciembre - Día de los Inocentes
La matanza de los inocentes pertenece, como el episodio de la estrella de los Magos, al evangelio de la infancia de San Mateo. Los Magos habían preguntado por el rey de los judíos (Mt 2,1) y Herodes —que se sabía rey de los judíos— inventa una estratagema para averiguar quién puede ser aquel que él considera un posible usurpador, pidiendo a los Magos que le informen a su regreso. Cuando se entera de que se han vuelto por otro camino, “se irritó mucho y mandó matar a todos los niños que había en Belén y toda su comarca, de dos años para abajo, con arreglo al tiempo que cuidadosamente había averiguado de los Magos” (Mt 2,16). El pasaje evoca otros episodios del Antiguo Testamento: también el Faraón había mandado matar a todos los recién nacidos de los hebreos, según cuenta el libro del Éxodo, pero se salvó Moisés, precisamente el que liberó después al pueblo (Ex 1,8-2,10). San Mateo dice también en el pasaje que con el martirio de estos niños se cumple un oráculo de Jeremías (Jr 31,15): el pueblo de Israel fue al destierro, pero de ahí lo sacó el Señor que, en un nuevo éxodo, lo llevó a la tierra prometiéndole una nueva alianza (Jr 31,31). Por tanto, el sentido del pasaje parece claro: por mucho que se empeñen los fuertes de la tierra, no pueden oponerse a los planes de Dios para salvar a los hombres.
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Navidad: Hoy ha aparecido el Salvado
Abrámosle las puertas de nuestra alma para que nazca en nuestras vidas | |||
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Misa del Gallo
¿Por qué se llama Misa del Gallo la misa del 24 de Diciembre?
La noche del 24 de Diciembre la Iglesia conmemora el nacimiento de Jesús, y
lo hace celebrando la eucaristía tres veces: a medianoche, al alba y a
mediodía.
Esta costumbre tiene su origen en Jerusalén donde se celebraba una misa de vigilia en Belén, luego, al despuntar el día llegaban en procesión a Jerusalén y al mediodía tenía lugar otra misa en la iglesia más importante de la ciudad.
El nombre de Misa del Gallo parte de una antigua fábula que afirma que el primer ser vivo que presenció el nacimiento del niño Jesús en la cueva de Belén y lo comunicó al mundo, fue un gallo.
La historia cuenta que el gallo estaba en lo alto del establo y al presenciar el acontecimiento salió rápidamente a pregonar la buena nueva a los cuatro vientos: primero a la mula y al buey, luego a los pastores y a sus ovejas y más tarde a las gentes que vivían en la región.
Este orden de aviso dio lugar a las denominaciones populares que han recibido las tres misas de Navidad: la primera es la del gallo o de la aurora, la segunda es la misa de los pastores, y la tercera es la de la gente.
Al caer «ad galli cantus» al canto del gallo la primera de las misas, le quedó su sugestivo nombre que nada tiene que ver con el hecho de que en algunos países acostumbraran comer gallo al horno en la cena de Nochebuena.
Hasta principios de siglo, era muy habitual que en las Iglesias se anunciase la llegada de la medianoche de Navidad con un canto de gallo que solía ejecutar un niño del coro, uno de los pastores asistentes a la misa o un gallo de verdad que se llevaba a la Iglesia con ese fin.
Esta costumbre tiene su origen en Jerusalén donde se celebraba una misa de vigilia en Belén, luego, al despuntar el día llegaban en procesión a Jerusalén y al mediodía tenía lugar otra misa en la iglesia más importante de la ciudad.
El nombre de Misa del Gallo parte de una antigua fábula que afirma que el primer ser vivo que presenció el nacimiento del niño Jesús en la cueva de Belén y lo comunicó al mundo, fue un gallo.
La historia cuenta que el gallo estaba en lo alto del establo y al presenciar el acontecimiento salió rápidamente a pregonar la buena nueva a los cuatro vientos: primero a la mula y al buey, luego a los pastores y a sus ovejas y más tarde a las gentes que vivían en la región.
Este orden de aviso dio lugar a las denominaciones populares que han recibido las tres misas de Navidad: la primera es la del gallo o de la aurora, la segunda es la misa de los pastores, y la tercera es la de la gente.
Al caer «ad galli cantus» al canto del gallo la primera de las misas, le quedó su sugestivo nombre que nada tiene que ver con el hecho de que en algunos países acostumbraran comer gallo al horno en la cena de Nochebuena.
Hasta principios de siglo, era muy habitual que en las Iglesias se anunciase la llegada de la medianoche de Navidad con un canto de gallo que solía ejecutar un niño del coro, uno de los pastores asistentes a la misa o un gallo de verdad que se llevaba a la Iglesia con ese fin.
IV Domingo de Adviento - Ciclo C
¡DOS MUJERES AL SERVICIO DE LA
ESPERANZA Y DE LA VIDA!
Por Javier
Leoz
Faltaba María y,
en este cuarto domingo de adviento, la liturgia la instala como modelo delante
de nuestros ojos. Y, por si fuera poco, se pone en camino, cruza la montaña e
Isabel, ante la presencia de la que va a ser Madre de Jesús, siente como sus
entrañas se retuercen de gozo a la vez que, su voz, grita y proclama la bondad
del Señor.
1. - A pocos días
de la celebración de la Navidad, la Virgen, es una puerta abierta a la
esperanza. Por Ella, Cristo, aparecerá como la mejor lluvia desprendida de los
mismos cielos. La Virgen María, al final de este tiempo de adviento, es un
servicio a la espera de tantos hombres y mujeres que deseamos confiar e ir al
encuentro de Dios como Ella mismo confió y se lanzó. ¡Qué buena intuición
tuvieron Isabel y Juan! Una, al recibirla en su casa, proclama mil bondades de
Dios, piropea a la humilde nazarena y, el otro (aquel que gemía en el interior
de Isabel) brinca de gozo en su vientre. Reconocieron a la Madre del Señor. Las
obras que, el Señor, había realizado en aquella que se dignaba visitar a su
pariente. ¡Dichoso y bienaventurado reconocimiento!
-María, la mujer
creyente, también nos visita en estos días a nosotros. ¿Danzan por deleite
nuestras entrañas ante lo que vamos a celebrar en estos días?
-María, la mujer
que aguarda, se sitúa en camino, nada le detiene. ¿Qué nos paraliza y nos
impide vivir con profundidad y religiosidad estos días de la Navidad?
-María, llena de
Dios, ayuda a los que se encuentran en la misma condición que Ella. Lejos de
cerrarse en sí misma, disfruta abriéndose y siendo generosa con su prima Isabel.
¿Quién necesita, ante estas jornadas santas de la Navidad, una palabra de
nuestros labios; un gesto fraterno de nuestras manos o una sonrisa sincera de
nuestro rostro? ¿Somos conscientes que, sin caridad, no es auténtica nuestra
navidad? ¿Caemos en la cuenta que, una navidad sin apertura hacia los más
débiles o tristes, corre el peligro de quedarse en simple vanidad?
2. - Esperar con
María al Nacimiento del Redentor, implica el ser pregoneros del mucho amor que
Dios nos tiene. Conlleva ser altavoces de su presencia en una sociedad en la
que, los ruidos y las luces, nos impiden escuchar y ver la huella de Dios en
tantos momentos de la Navidad.
En cierta ocasión,
un enamorado que escuchó el “SI” de su amada, subió a lo más alto de un edificio
para gritar: ¡Soy feliz! ¡Me ama! Poco le importó “el qué dirán”, la altura de
los pisos o, incluso, las horas intempestivas en que se decidió a realizar tal
hazaña: el amor le tenía totalmente poseído, feliz, radiante. Ojala, que en
estas antevísperas de la Navidad, tengamos un poco el entusiasmo de enamorados
de Cristo. La valentía de María que, encontrándose en estado de buena esperanza,
no dudo en ser portadora del mismo Cristo por difíciles caminos y montañas que
separaban Nazaret del pueblo de su prima Santa Isabel. A nosotros, amigos, no se
nos pide tanto. No se nos exige cruzar desiertos o escalar riscos para dar razón
de lo qué creemos. Pero, eso sí, que no olvidemos que Dios continua encarnándose
y habitando en nosotros. Que nos necesita para ser sus pies, sus manos, sus ojos
y su voz para seguir renovando este viejo mundo con su amor y su paz.
3.- ¡Vaya par de
mujeres al servicio de la esperanza! Que, también nosotros, sepamos impregnarnos
un poco de este testimonio vivo y valiente de María y de Isabel. Que lejos de
ser tibios en nuestras expresiones religiosas, en nuestras manifestaciones
cristianas, hagamos creíble el mensaje de salvación acogiéndolo y dándolo a
conocer. ¡Benditos seamos, si así somos y lo hacemos! ¡Gracias, María!
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IV Domingo de Adviento
Navidad en el Cole
Aquí os dejo el adorno navideño de nuestro cole, con ellos os felicitamos la Navidad.
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