13 de diciembre de 2014

SANTA LUCÍA

13 de diciembre



Con el descubrimiento, hecho en 1894, de la inscripción sepulcral sobre el "loculus" o sepulcro de la santa en las catacumbas de Siracusa, desaparecieron todas las dudas sobre la historicidad de la joven mártir Lucía, cuya fama y devoción se deben en gran parte a su legendaria Pasión, posterior al siglo V. La inscripción se remonta a comienzos del siglo V, cien años después del glorioso testimonio que dio de Cristo la mártir de Siracusa.
Epígrafes, inscripciones y el mismo antiguo recuerdo litúrgico (se debe probablemente al Papa Gregorio Magno la introducción del nombre de Santa Lucía en el Canon de la Misa) demuestran la devoción desde antiguo, que se difundió muy pronto no sólo en Occidente, sino también en Oriente.
Lucía pertenecía a una rica familia de Siracusa. La madre, Eutiquia, cuando quedó viuda, quería hacer casar a la hija con un joven paisano. Lucía, que había hecho voto de virginidad por amor a Cristo, obtuvo que se aplazara la boda, entre otras cosas porque la madre se enfermó gravemente. Devota de Santa Águeda, la mártir de Catania, que había vivido medio siglo antes, quiso llevar a la madre enferma a la tumba de la santa. De esta peregrinación la madre regresó completamente curada y por eso le permitió a la hija que siguiera el camino que deseaba, permitiéndole dar a los pobres de la ciudad su rica dote.
El novio rechazado se vengó acusando a Lucía ante el procónsul Pascasio por ser ella cristiana. Amenazada de ser llevada a un prostíbulo para que saliera contaminada, Lucía le dio una sabia respuesta al procónsul: "El cuerpo queda contaminado solamente si el alma es consciente".
El procónsul quiso pasar de las amenazas a los hechos, pero el cuerpo de Lucía se puso tan pesado que más de diez hombres no lograron moverla ni un palmo. Un golpe de espada hirió a Lucía, pero aun con la garganta cortada la joven siguió exhortando a los fieles para que antepusieran los deberes para con Dios a los de las criaturas, hasta cuando los compañeros de fe, que estaban a su alrededor, sellaron su conmovedor testimonio con la palabra Amén.




FELICIDADES A TODAS LAS QUE HOY CELEBRÁIS VUESTRA ONOMÁSTICA 
Y EN ESPECIAL A NUESTRA PROFESORA DE 5ºA, LUCÍA ROZAS.



NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

12 de diciembre




En 1531 una Señora del Cielo se apareció a un pobre indio en un cerro al noroeste de la actual ciudad de México; se identificó como la siempre-virgen María, Madre del verdadero Dios por quien se vive: del Creador de todas las cosas: Señor del cielo y de la tierra.
Le manifestó que era su deseo que una iglesia le fuera construída en ese lugar, y le encargó que vaya a transmitirle su deseo al Obispo local. Cuando el Obispo dudó sobre la autenticidad del mensaje y le pidió una prueba, Ella, la Madre de Dios, obedeció prontamente al pedido del obispo y envió a su humilde mensajero a la cima del cerro a recoger, en medio del invierno, un ramo de rosas de Castilla para el Obispo.
Luego de que las flores le fueran entregadas al Obispo, dejó una imagen de sí misma impresa milagrosamente en su tilma, un tejido de cactus de poca calidad que se debió haber deteriorado en 20 años pero que no muestra señales de corrupción 480 años después y aún desafía toda explicación científica sobre su origen.
Inclusive parece aún reflejar en sus ojos lo que tenía frente a ella en 1531!
Su mensaje universal de compasión y amor, y su promesa de ayuda y protección para toda la humanidad, se encuentra relatado en el "Nican Mopohua", documento escrito en el siglo 16 en el lenguaje nativo, Nahuatl.
Hay razones para creer que en el cerro Tepeyac María vino en su cuerpo glorificado, siendo sus manos físicas las que acomodaron las rosas en la tilma deJuan Diego, lo que hace a esta aparición muy especial.
Una increíble lista de milagros, curas e intervenciones se le atribuyen. Es estimado que cada año entre 18 y 20 millones visitan su Basílica, haciendo de su casa en la ciudad de Mexico el Santuario Mariano mas popular, al igual que el santuario cristiano mas visitado del mundo.
En total 25 Papas han honrado en alguna forma oficial a Nuestra Señora de Guadalupe. Su Santidad Juan Pablo II visitó su Basílica en cuatro oportunidades: en su primer viaje al extranjero como Papa en 1979 y nuevamente en 1990, 1999 y 2002.
La Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe es celebrada el 12 de Diciembre. En 1999, su santidad Juan Pablo II, en su homilía durante la Misa Solemne en la Basílica de Guadalupe durante su tercer visita al santuario, declaró la fecha del 12 de Diciembre con el rango litúrgico de Fiesta para todo el continente de las Américas.
Durante la misma visita el Papa Juan Pablo II confió la causa de la vida a su protección, y encomendó a su cuidado maternal las vidas inocentes de los niños, especialmente aquellos que se encuentran en peligro de no nacer.