18 de diciembre de 2017

SANTA MARÍA DE LA O



Según la tradición, desde muy antiguo en las vísperas del 17 de diciembre hasta las vísperas del 23, la Iglesia reza en la Liturgia de las Horas, antes del Magníficat, unas antífonas que comienzan con la palabra “Oh”.
“Oh Sabiduría… Oh Adonai… Oh renuevo del tronco de Jesé… Oh llave de David”, son algunas invocaciones con que empiezan estas invocaciones y que expresan la actitud de maravilla, expectativa y esperanza que tuvo la Virgen ante la llegada del Mesías y que la Iglesia renueva con alegría cerca de la Navidad.
De esta manera surgió la advocación mariana de Santa María de la “O” que se celebra cada 18 de este mes.
Por otro lado, se dice que ya en los primeros siglos del cristianismo los fieles querían celebrar la dulce espera de la Virgen María. Es así que en el 656, durante el décimo concilio de Toledo en España, se instituyó la fiesta mariana de la “espera o expectación del parto” y que fue fijada para el 18 de diciembre.
Es así que en esta fecha se festeja a la Madre de Dios como Santa María de la O, la Virgen de la expectación del parto y Virgen de la esperanza.
Oración
Ruega por nosotros, Madre de la Iglesia. Virgen del Adviento, esperanza nuestra, de Jesús la aurora, del cielo la puerta. Madre de los hombres, de la mar estrella, llévanos a Cristo, danos sus promesas. Eres, Virgen Madre, la de gracia llena, del Señor la esclava, del mundo la Reina. Alza nuestros ojos, hacia tu belleza. ¡Amén!



HOY ÚLTIMO DÍA DE RECOGIDA PARA LA CAMPAÑA DE DULCES NAVIDEÑOS PARA CÁRITAS







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¡¡¡¡ GRACIAS !!!!


17 de diciembre de 2017

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO


Domingo de alegría

En este tercer domingo nos invita, desde la figura de Juan el Bautista, a confesar nuestra auténtica identidad, con verdad y valentía. A la pregunta de los judíos que le envían emisarios a preguntarle directamente quien es, él confiesa claramente su identidad: no es ni el Mesías, ni Elías, ni el profeta que ellos esperaban. Es solo la voz que clama en el desierto: «Preparad el camino al Señor».
Nuestro mundo laicista e increyente también nos pregunta a nosotros los cristianos: «¿Tú quien eres?» Y nosotros tantas veces no nos atrevemos a confesar lo que somos. Vivimos nuestra identidad cristiana como en la sombra, nos da vergüenza manifestar abiertamente que nosotros somos creyentes, discípulos y seguidores de Jesús, porque hoy no está bien visto, porque tenemos miedo a que se mofen de nosotros y lo ocultamos por vergüenza, vivimos nuestra fe llenos de complejos.

Desde el ejemplo de Juan debemos sentirnos impulsados a confesar abiertamente nuestra fe, nuestra condición de seguidores de Jesús, sin complejos, caiga quien caiga y nos oiga quien nos oiga.

Nuestra vida, nuestra forma peculiar de vivir, debe ser un testimonio claro que exprese nuestra identidad de discípulos y seguidores de Cristo, porque vivimos nuestra vida desde el estilo y los valores de Jesús.
Este tercer domingo de adviento es el domingo llamado «de la alegría». En la segunda lectura, san Pablo, en la carta a los Tesalonicenses nos invita a «estar siempre alegres, no dejando de orar y manteniéndonos en continua acción de gracias, porque esto es lo que Dios quiere de nosotros como cristianos (Tes 5, 16).
La alegría es una actitud y una virtud propia del cristiano. Dice el refrán castellano que «un santo triste es un triste santo». El cristiano debe vivir su fe y su identidad cristiana con alegría, porque la vivencia de la fe produce necesariamente alegría y gozo, porque el Señor no solo está cerca, sino que está dentro del creyente que trata de vivir su fe en Él.
Por eso el papa Benedicto XVI, cuando proclamó el Año de la Fe, decía claramente que reavivando nuestra fe tendremos la oportunidad de experimentar la alegría de la fe y el gozo de ser creyente y de transmitir ese gozo y esa alegría a los demás, para que también ellos puedan experimentarla.
Vivimos en un mundo lleno de tristeza, pobreza, heridas y laceraciones, aunque muchos traten de ocultar su tristeza y heridas detrás del bullicio y del ruido del mundo.
Nosotros debemos sorprender e impactar por nuestra alegría, no la que surge del bullicio y el ruido de la sociedad, sino por la alegría interior de quien siente que tiene a Dios en su vida.

                                           Escrito por: Monseñor Gerardo Melgar,Obispo Prior de la Diócesis de Ciudad Real.









Jn 1,6-8.19-28
Junto a la voz que clama en el desierto, en el tercer domingo de Adviento rezamos con el Magníficat. La alegría de María nos llena de esperanza. La entrega radical de Juan nos llena de esperanza. Tantos hechos cotidianos pequeñitos, nos llenan de esperanza. Miremos también conejos esperanzados. Ejercicio de la vista y del corazón.
¿En qué fundamentamos nuestra alegría? ¿Tiene algo que ver esta alegría con la espera del Adviento? Hay algo que va creciendo, imperceptible para aquellos que viven en la tinieblas. Los hijos de la Luz perciben en la pequeñez los brotes nuevos de la humanidad reconciliado, adelanto del banquete del Reino.
Dibu: Patxi Velasco FANO

Texto: Fernando Cordero ss.cc.








SAN LÁZARO





Lázaro es un nombre significativo en el idioma de Israel. Quiere decir: "Dios es mi auxilio". El santo de hoy se ha hecho universalmente famoso porque tuvo la dicha de recibir uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo: su resurrección, después de llevar cuatro días enterrado.





SAN JUAN DE LA CRUZ

Nació en Fontiveros, provincia de Ávila (España), hacia el año 1542. Pasados algunos años en la Orden de los carmelitas, fue, a instancias de santa Teresa de Ávila, el primero que, a partir de 1568, se declaró a favor de su reforma, por la que soportó innumerables sufrimientos y trabajos. Murió en Úbeda el año 1591, con gran fama de santidad y sabiduría, de las que dan testimonio precioso sus escritos espirituales.

SANTA LUCÍA




A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe.
Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia, y gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.
Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser decapitada.







FELICITAMOS A TODAS LAS PERSONAS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA.
En especial a nuestra maestra de 6ºA,  Lucía Rozas.

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE


Un sábado 9 de diciembre, el indio Juan Diego, recién convertido a la fe católica, se dirigió al templo para oír Misa. Al pie de un cerro pequeño llamado Tepeyac vio una nube blanca y resplandeciente y oyó que lo llamaban por su nombre. Vio a una hermosa Señora quien le dijo ser "la siempre Virgen María Madre de Dios" y le pidió que fuera donde el Obispo para pedirle que en aquel lugar se le construyera un templo. Juan Diego se dirigió a la casa del obispo Fray Juan de Zumárraga y le contó todo lo que había sucedido. El obispo oyó con admiración el relato del indio y le hizo muchas preguntas, pero al final no le creyó.
De regresó a su pueblo Juan Diego se encontró de nuevo con la Virgen María y le explicó lo ocurrido. La Virgen le pidió que al día siguiente fuera nuevamente a hablar con el obispo y le repitiera el mensaje. Esta vez el obispo, luego de oír a Juan Diego le dijo que debía ir y decirle a la Señora que le diese alguna señal que probara que era la Madre de Dios y que era su voluntad que se le construyera un templo. De regreso, Juan Diego halló a María y le narró los hechos. La Virgen le mandó que volviese al día siguiente al mismo lugar pues allí le daría la señal. Al día siguiente Juan Diego no pudo volver al cerro pues su tío Juan Bernardino estaba muy enfermo. La madrugada del 12 de diciembre Juan Diego marchó a toda prisa para conseguir un sacerdote a su tío pues se estaba muriendo. Al llegar al lugar por donde debía encontrarse con la Señora prefirió tomar otro camino para evitarla. De pronto María salió a su encuentro y le preguntó a dónde iba. El indio avergonzado le explicó lo que ocurría. La Virgen dijo a Juan Diego que no se preocupara, que su tío no moriría y que ya estaba sano.
Entonces el indio le pidió la señal que debía llevar al obispo. María le dijo que subiera a la cumbre del cerro donde halló rosas de Castilla frescas y poniéndose la tilma, cortó cuantas pudo y se las llevó al obispo.
Una vez ante Monseñor Zumarraga Juan Diego desplegó su manta, cayeron al suelo las rosas y en la tilma estaba pintada con lo que hoy se conoce como la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Viendo esto, el obispo llevó la imagen santa a la Iglesia Mayor y edificó una ermita en el lugar que había señalado el indio. Pio X la proclamó como "Patrona de toda la América Latina", Pio XI de todas las "Américas", Pio XII la llamó "Emperatriz de las Américas" y Juan XXIII "La Misionera Celeste del Nuevo Mundo" y "la Madre de las Américas".

11 de diciembre de 2017

SAN DÁMASO I - PAPA



Este Pontífice se hizo famoso por haber redactado y hecho grabar los epitafios o lápidas en los sepulcros de muchos famosos mártires de las catacumbas de Roma.
De familia española, el santo fue secretario de los Pontífices, San Liberio y San Félix, y al ser elegido Papa, en el año 366, hizo honor a su nombre, que significa "domador", porque tuvo que sofocar una sangrienta rebelión que se levantó en Roma contra él.
Tuvo como Secretario al gran San Jerónimo, a quien le encargó que tradujera la S. Biblia al idioma popular, conocida con el nombre de "La Vulgata", y que fue empleada por la Iglesia Católica durante cerca de 15 siglos.
La tradición señala que el Papa San Dámaso fue el que introdujo en las oraciones de los católicos el "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén". Durante todo su pontificado se preocupó por conseguir que los obispos de todas las naciones reconocieran al Sumo Pontífice de Roma como el obispo más importante del mundo.
Murió el 11 de diciembre del año 384 a la edad de 80 años. Fue sepultado en la tumba que él mismo se había preparado humildemente, alejado de las tumbas de los santos famosos de Roma. Después construyeron sobre su sepulcro la basílica llamada San Dámaso.

10 de diciembre de 2017

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO 2017



En el Evangelio de este segundo domingo de Adviento, Juan prepara el camino para la manifestación de Dios en la persona de Jesús.

«Voy a enviar a mi mensajero delante de ti»… las palabras de los profetas se hacen realidad en Juan, que aparece delante de Jesús, anunciando su llegada.

Utiliza una práctica común entre las comunidades judías para la limpieza y renovación: la inmersión de la persona en agua, pero superando el mero ritual judío, ya que exige la confesión de los pecados y la penitencia como algo previo, una preparación sincera y profunda. 

Destaca su actitud, tanto por dentro como por fuera: sus ropas signos de humildad y su ilusión por acercar a la gente a Jesús mediante el bautismo. 

En el tiempo litúrgico que vivimos cada uno de nosotros debemos ser el mensajero que va delante del Señor, preparando con ilusión la llegada de la Navidad, con humildad, sin caer en los excesos consumistas y con la conciencia clara de lo que estamos preparando.

Que de alguna manera sepamos ejercer el difícil oficio de profeta, que es «decir a su tiempo contra su tiempo lo que Dios manda decir». Porque ir delante de Él diciendo lo que Dios manda decir supone, muchas veces, ir contracorriente: del consumismo, de la apatía, de la indiferencia, de la falta de ilusión y esperanza… es una lucha por avanzar con fe en el desierto, muchas veces árido, de nuestra sociedad y de nuestros corazones. 

Son palabras de Isaías: «En el desierto preparadle un camino al Señor»… hagámoslo así en este tiempo de adviento, tiempo de oración y de reflexión, de espera vigilante, de arrepentimiento y por supuesto de alegría.

Mari Carmen Antón Rodríguez













Mc 1,1-8
De la mano de Juan el Bautista tenemos una tarea inaplazable en el tiempo de Adviento -y siempre-. Se trata de preparar el camino al Señor. Lo cantamos, los interiorizamos y, ¿qué consecuencias tiene para nuestra vida?
Con el dibujo de Fano de este domingo, se nos invita a poner una alfombra al pobre. ¿Qué significa esto? Quitar a los pobres las piedras que les ponemos en su vida, en su trayectoria, en su día a día. Facilitarles la vida, que esa vida realmente sea digna y pueda ser vivida.
Juan asumía, en su austeridad y pobreza, en su desierto, la historia de los pobres. Él podía preparar el camino porque se identificaba con ellos.
¿Cómo estamos nosotros? ¿Qué papel ocupan los pobres en nuestra vida?
Dibu: Patxi Velasco Fano
Texto: Fernando Cordero ss.cc.








El cantautor malagueño Unai Quirós ha compuesto la canción "¡¡Adviento llegó!!" con la que invitar a los niños a vivir con intensidad el tiempo litúrgico que comenzamos el domingo 3 de diciembre. En el siguiente vídeo podéis disfrutar de la obra, acompañada por dibujos del dibujante también malagueño Patxi Velasco Fano.





FIESTA DE LA TRASLACIÓN DE LA SANTA CASA DE LORETO



A partir del siglo XVI, la "Santa Casa de Loreto" que se encuentra en la región italiana de la Marca de Ancona, ha sido un concurrido centro de peregrinación y una instancia de oración de famosos santos como San Franciso Javier, San Francisco de Borja, San Carlos Borromeo, San Luis Gonzaga, y muchos otros más, que dieron devoción de un santuario mariano muy amado en el occidente.
Pese a que la milagrosa traslación de la casa de Nazaret a Loreto no tiene ninguna prueba histórica, existen sólidas bases de esta devoción mariana. En 1470, una bula emitida por el Papa Pablo II, autorizaba la conmemoración de una imagen de la Santísima Virgen transportada por los ángeles a Loreto, dentro de un edificio sin cimientos, "milagrosamente fundado".
Hacia 1472, uno de los rectores del templo de Loreto relató sobre la forma en que la "Santa Casa de Nazaret" llegó a las cercanías de Fiume y después, a Loreto. De acuerdo con todos los relatos escritos, la bendita construcción debe haber llegado a las cercanías de Fiume en 1291 y a Loreto en 1294. Causa extrañeza a los investigadores el absoluto silencio sobre el suceso a lo largo de los siglos XIV y XV, pero sobre todo, que en una bula con fecha de 1320, relacionada con Loreto, no se hable para nada de la traslación. Tampoco en oriente aparece mención alguna sobre la "Santa Casa de Narazet" antes del siglo VI.
Sin embargo, hay testimonios auténticos, que datan de los años 1193, 1194 y 1285, de que existía en Loreto una iglesia dedicada a Nuestra Señora. Es posible que los católicos servios que huían de la persecución a fines del siglo XIII, transportasen hasta Loreto, donde se refugiaron, una estatua de la Virgen María, y no se puede descartar la probabilidad de que ellos mismos construyesen para proteger a su imagen, una casa a la que pusieron el nombre de Nazaret, de la misma manera que, en nuestros días, se han construido en todas partes grutas de Lourdes.





8 de diciembre de 2017

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN


"Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles.
"Dogma proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.

La maternidad espiritual de María en el pasado, el presente y el futuro de la Iglesia y del Mundo











FELICIDADES A TODAS LAS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA.





SAN NICOLÁS DE BARI




San Nicolás, cuyo nombre significa "protector y defensor de los pueblos" fue tan popular en la antigüedad que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Era invocado por los fieles en los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, consiguiendo éstos favores admirables por parte del santo.









FELICIDADES A TODOS LOS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA.



SAN JUAN DAMASCENO - DOCTOR DE LA IGLESIA


San Juan Damasceno, el primero de la larga fila de aristotélicos cristianos, fue también uno de los dos grandes poetas de la Iglesia oriental. El santo pasó su vida entera bajo el gobierno de una califa mahometano y este hecho muestra el extraño caso de un Padre de la Iglesia cristiana, protegido de las venganzas de un emperador, cuyas herejías podía atacar impunemente, ya que vivía bajo el gobierno musulmán. Fue uno de los más grandes y fuertes defensores del culto de las sagradas imágenes en la amarga época de la controversia iconoclasta. Como escritor teológico y filósofo, no intentó nunca ser original ya que su trabajo se redujo más bien a compilar y poner en orden lo que sus predecesores habían escrito.
A pesar de su formación teológica, no parece haber considerado al principio, otra carrera sino la de su padre, Jefe del departamento de recaudación de impuestos, a quien sucedió en su oficio. En la corte podía llevar libremente una vida cristiana y ahí se hizo notable por sus virtudes y especialmente por su humildad. Sin embargo, el santo renunció a su oficio y se fue de monje a la "laura" de San Sabas, lugar donde escribió sus primeras obras contra los iconoclastas, compuso himnos y poemas. El resto de su vida la pasó escribiendo teología y poesía en San Sabas, donde murió en a una edad avanzada.

3 de diciembre de 2017

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO 2017



Iniciamos un nuevo ciclo litúrgico, el ciclo B, y con él, el tiempo de Adviento, tiempo de espera de la venida del Señor que nos aguarda en la cueva de Belén. En este primer domingo nos llaman la atención dos ideas: el deseo de Isaías, para que Dios venga y moldee nuestra vida con sus propias manos; y la insistencia de Jesús en el Evangelio de Marcos para vigilar nuestra vida ante su venida.

El profeta Isaías se dirige a Dios con gran ímpetu y deseo para expresarle unas palabras muy atrevidas: «Ojalá rasgases el cielo y bajases». Y es que el profeta le cuestiona a nuestro Padre por qué nos deja vagar fuera de sus caminos, siendo nosotros creaturas suyas. No olvidemos que Dios nos ha creado libres para que, cada cual, libremente, elija. Esta elección será la apropiada cuando decidamos acercarnos a Dios y queramos relacionarnos con Él. Entonces, nos daremos cuenta de nuestra debilidad, de nuestros límites humanos, de que nuestro barro necesita, una y otra vez, de la ayuda de Dios para ser renovado. Tener una relación con Dios implica aceptar su Palabra y vivirla. Así, nuestra arcilla, nuestro ser humano, llegará a ser una vasija llena de amor trasmitido por las manos de su alfarero.

Ante nuestro barro caído y destrozado, no nos cansemos de pedir en la oración a Dios que nos restaure, que nos vuelva hacer cada día de nuevo, para que brille su rostro sobre nosotros por medio de su Hijo Jesucristo, que es nuestro mediador y salvador. Nuestra tarea es mantenernos firmes, despiertos, vigilantes en nuestro camino diario. Estemos atentos a nuestros deseos, nuestras inclinaciones, para discernir si son de Dios. Tenemos un modelo perfecto de hombre, el Hijo de Dios, que está con nosotros en la Eucaristía, que se comparte con todos los que se acercan a Él. En este tiempo de Adviento, Jesús nos invita a velar; a estar despiertos; a orar incesantemente como lo hacía san Francisco Javier, patrono de las misiones, cuya festividad celebramos hoy. 

Comentario dominical por: Antonia Ruiz Caballero










 Mc 13, 33-37: “Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa”.
La cosa va de prestar atención, de estar en vela, de no dormirnos ante la visita tan importante que viene, especialmente en Adviento, a nuestras vidas. ¿Qué nos impide estar despiertos? ¿Qué imposibilita que encendamos la vela de la acogida, del amor, del compartir, de la alegría, de la esperanza? ¿Quién puede encender la mecha de nuestra alma?
Hasta que no nos pongamos en tesitura de ofrecernos al Padre, esa llama no prenderá. La oración nos ayudará, como instrumento privilegiado para ese necesario encuentro.
¡Ánimo! ¡Velad! ¡Encended la vela! Hasta que la gran estrella nos oriente.
Dibu: Patxi Velasco Fano
Texto: Fernando Cordero ss.cc.











SAN FRANCISCO JAVIER


Nació en el castillo de Javier (Navarra) el año 1506. Cuando estudiaba en París, se unió al grupo de san Ignacio. Fue ordenado sacerdote en Roma el año 1537, y se dedicó a obras de caridad. El año 1541 marchó al Oriente. Evangelizó incansablemente la India y el Japón durante diez años, y convirtió muchos a la fe. Murió el año 1552 en la isla de Sanchón Sancián, a las puertas de China.

FELICIDADES A TODOS LOS QUE HOY CELEBRÁIS VUESTRA ONOMÁSTICA.