22 de noviembre de 2018

SANTA CECILIA - PATRONA DE LA MÚSICA


Hoy 22 de noviembre celebramos el día de Santa Cecilia, virgen y mártir, y patrona de la música, momento que se nos antoja muy adecuado para conocer un poco más sobre esta santa tan especial. Y es que la suya es una de las celebraciones más renombradas entre los cristianos.
             La referencia histórica más antigua existente sobre la santa remonta al “Martyrologium Hieronymianum”, del s. IV, donde su nombre aparece mencionado dos veces: el 11 de agosto, fiesta del mártir Tiburcio, y el 16 de septiembre, fecha de su propio entierro en las catacumbas de Calixto. La fiesta del 22 de noviembre que al día de hoy celebramos es la que va a marcar la iglesia del s. IV dedicada a ella y sita en el barrio o rione romano del Trastevere, la cual, según la tradición, habría sido levantada en su propia casa y donada a la iglesia por la misma santa.
             Hacia mitad del s. V aparecen las “Actas del martirio de Santa Cecilia”, en las que se informa de que Cecilia, una virgen de una familia senatorial, y cristiana ella misma desde su infancia, es dada en matrimonio por sus padres al noble pagano, Valeriano. Tras la celebración de la boda, Cecilia comunica a su marido que ella se halla desposada con un ángel, y como Valeriano pida ver al ángel, Cecilia le responde: “Si crees en el Dios vivo y verdadero y recibes el agua del bautismo lo verás”.
             Valeriano obedece, es bautizado por el papa y entonces un ángel se aparece a la pareja y corona a los dos con rosas y azucenas. La conversión alcanza también al hermano de Valeriano, Tiburcio. Como ambos hermanos se dediquen a la distribución de ricas limosnas y al enterramiento de los mártires, el prefecto Turcio Almaquio los condena a muerte, consiguiendo aquéllos como acto póstumo en el martirio la conversión del mismísimo verdugo, Máximo, ejecutado junto con ellos.
             A continuación, es Cecilia la que es apresada y condenada a morir cocida en el baño de su propia casa. Como Cecilia saliera ilesa del tormento, el prefecto manda decapitarla. Tras caer tres veces la espada sobre el cuello de la santa sin conseguir separarle la cabeza del tronco, el tormento finaliza. Dicen las “Actas” que por huir el verdugo despavorido ante el prodigio; Jacobo de la Vorágine que por existir una ley romana que impedía dar más de tres tajos a los condenados a decapitación. Como quiera que sea, la maltrecha santa aún vivirá tres días, los necesarios para dedicar sus bienes a las caridades y disponerlo todo de modo que su casa se convierta a su muerte en lugar de culto para la Iglesia: es la iglesia de Santa Cecilia, en Roma.
             Ya muerta, el Papa Urbano la entierra en la catacumba de Calixto, junto con los obispos de Roma. De hecho, el arqueólogo Giovanni Batista De Rossi hallará su sepulcro vacío entre el de los papas de dichas catacumbas, y con ellos, unos frescos en los que la santa aparece ricamente vestida junto al propio Papa Urbano. De ahí, sus restos son trasladados a la catacumba de Pretextato, para salvarlos de los saqueos de los bárbaros que irrumpen en Roma. A principios del s. IX, el papa Pascual I ordena su traslado a la iglesia de Santa Cecilia, junto a las reliquias de Valeriano, Tiburcio y Máximo y las de los papas Urbano y Lucio. En 1599, el cardenal Paolo Emilio Sfondrati, sobrino del papa Gregorio XIV, ordena la reapertura de la tumba, encontrando el cuerpo de la santa incorrupto. Para conmemorar el acontecimiento, el cardenal encarga a Stefano Maderno la realización de una escultura reproduciendo la postura en la que es hallado el cuerpo de la santa, y el escultor realiza la que es probablemente su obra cumbre, una estatua de mármol para cuya sola visita valdría la pena todo un viaje a la ciudad eterna. En una capilla lateral se muestran los restos del baño en que, según las “Actas”, Cecilia fue llevada al martirio. Y en el ábside se conserva todavía el mosaico hecho en tiempos de Pascual, en el que la virgen y santa aparece ricamente ataviada y protectora del Papa.
             En las últimas excavaciones efectuadas a finales del s. XIX por el Cardenal Rampolla bajo la iglesia, se descubren restos de edificios romanos y un baptisterio, construyéndose una capilla subterránea.




El culto de santa Cecilia, bajo cuyo nombre fue construida en Roma una basílica en el siglo V, se difundió ampliamente a causa del relato de su martirio, en el que es ensalzada como ejemplo perfectísimo de la mujer cristiana, que abrazó la virginidad y sufrió el martirio por amor a Cristo.

          
   Patrona de la música
           Como decimos al principio, una tradición vincula estrechamente a Santa Cecilia con la música, tradición basada sin duda en el pasaje de sus “Actas” que cuenta que ella misma tocó el órgano el día de su boda, y que “en su corazón cantaba sólo a Dios”.
             A partir del s. XIV, su iconografía comienza a incorporar un órgano. Los “Cuentos de Canterbury” de Geoffrey Chaucer, de finales del s. XIV, hacen alusión a Cecilia de Roma con una breve mención a la música. Y cuando en 1584 se funda en la ciudad eterna la Academia de la Música, es elegida patrona del instituto, momento a partir del cual, su veneración como patrona de la música se generaliza.
             En 1683, la Sociedad Musical de Londres funda el festival anual del “Día de Santa Cecilia”, donde hasta hoy siguen participando los más grandes compositores y poetas británicos. Precisamente para el primer festival, Henry Purcell compondrá en el s. XVII la oda “Laudate Ceciliam”, a la que seguirán el “Welcome to all the Pleasures”, el “Raise, raise the voice” y el “Hail, bright Cecilia!”, todas ellas dedicadas a la santa:
            En 1736, apenas cuatro años antes de componer “El Mesías”, Haendel  le dedica la “Oda para el Día de Santa Cecilia”. En el XIX, Charles Gounod compone una “Messe Solennelle de Sainte Cécile”. Y ya en el XX, Benjamin Britten, nacido dicho sea de paso el día de la santa, le compone el “Himno al Día de Santa Cecilia”. Por cierto que también el día de Santa Cecilia pero en 1901, nace el gran compositor español Joaquín Rodrigo, ciego además desde los tres años, como de los ciegos según algunos es también patrona Santa Cecilia, por la sencilla razón de no significar su nombre otra cosa que precisamente “cieguecita”, si bien, en general, se tiene por patrona de los que no pueden ver a Santa Lucía de Siracusa.
             En honor a Santa Cecilia, un importante movimiento de renovación de la música sacra católica de finales del s. XIX recibe el nombre de “cecilianismo”.

             Dicho todo lo cual, y como es fácil comprender, también en honor a Santa Cecilia es el 22 de noviembre el Día internacional de los músicos, que nos dan un motivo más para disfrutar de la vida y nos acercan el cielo a la tierra, razones sobradas para de todo corazón, felicitar desde aquí a cuántos de una manera u otra, dedican su vida o parte de ella a la música.









MUCHAS FELICIDADES A TODAS LAS PERSONAS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA.


21 de noviembre de 2018

PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

Hoy, celebramos junto con toda la Iglesia, la Presentación en el Templo de la niña Santa María.
Es en una antigua y piadosa tradición que encontramos los orígenes de esta fiesta mariana que surge en el escrito apócrifo llamado "Protoevangelio de Santiago". Este relato cuenta que cuando la Virgen María era muy niña sus padres San Joaquín y Santa Ana la llevaron al templo de Jerusalén y allá la dejaron por un tiempo, junto con otro grupo de niñas, para ser instruida muy cuidadosamente respecto a la religión y a todos los deberes para con Dios.
Históricamente, el inicio de esta celebración fue la dedicación de la Iglesia de Santa María la Nueva en Jerusalén en el año 543. Estas fiestas se vienen conmemorando en Oriente desde el siglo VI, inclusive el emperador Miguel Comeno cuenta sobre esto en una Constitución de 1166.
Más adelante, en 1372, el canciller en la corte del Rey de Chipre, habiendo sido enviado a Aviñón, en calidad de embajador ante el Papa Gregorio XI, le contó la magnificencia con que en Grecia celebraban esta fiesta el 21 de noviembre. El Papa entonces la introdujo en Aviñón, y Sixto V la impuso a toda la Iglesia.


20 de noviembre de 2018

DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO







El Día Universal del Niño, que se celebra todos los años el 20 de noviembre, es un día dedicado a todos los niños y niñas del mundo.
Es un día de celebración por los avances conseguidos, pero sobre todo es un día para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.   








CARRERA SOLIDARIA DEL CEIP: LUIS PALACIOS 2018

POR LOS DERECHOS DE LA INFANCIA


Mucho más que una actividad deportiva, la carrera Kilómetros de Solidaridad permite trabajar la defensa y promoción de los Derechos de la Infancia dentro y fuera del aula.
Kilómetros de solidaridad: más que una carrera, un proyecto educativo.
Deportivo: una actividad física que fomenta hábitos de vida saludables y educa en valores.
Pedagógico: con material didáctico que ayuda a los alumnos a conocer otras realidades distintas a las suyas y a poner en contexto las injusticias existentes en el mundo.
Solidario: con la participación y el compromiso de toda la comunidad educativa en la consecución de un objetivo común, un mundo más justo.
Una carrera escolar por los derechos de los niños y las niñas, donde los alumnos y alumnas se calzan las zapatillas, corren y consiguen fondos para apoyar nuestros programas en educación, supervivencia y protección. Con material educativo que el centro recibe de manera gratuita. Niños que ayudan a niños.






19 de noviembre de 2018

SAN ODÓN

San Odón se hizo muy conocido y querido por todos por ser el superior del más célebre monasterio de su tiempo, el de Cluny, y porque tuvo bajo su dirección más de mil monjes en diversos conventos.
Debido a fuertes dolores de cabeza que el santo padeció cuando era joven, tanto él como su padre le prometieron a Dios Celestial mejoría para la dolencia, a lo que el Padre accedió de inmediato a sanarlo de todo mal que lo aquejaba. Un día leyó las Reglas que San Benito hizo para sus monasterios y se dio cuenta de que él estaba muy lejos de la santidad, y entonces pidió ser admitido como monje en un convento benedictino. El año 910 fue fundado el famoso Monasterio benedictino de Cluny (en Francia) y el fundador lo llevó como ayudante. Después de la muerte del fundador quedó Odón como Superior del inmenso monasterio.
Al principio San Odón se dedicaba más al estudio que a la oración, pero en una visión, contempló que su alma era como un vaso muy hermoso pero lleno de serpientes. Con esto comprendió que si no se dedicaba totalmente a la oración y a la meditación no sería agradable a Dios, y desde entonces su vida fue un orar continuo y fervoroso y un meditar constante en temas religiosos. Odón insistía muchísimo en que se rezaran con gran fervor los salmos y en que se observara un gran silencio en el monasterio. Y fue formando monjes tan fervorosos que con ellos logró fundar otros 15 monasterios más.
Murió el 19 de noviembre del año 942. Contribuyó inmensamente al resurgimiento del espíritu religioso.


18 de noviembre de 2018

DEDICACIÓN DE LAS BASÍLICAS DE SAN PEDRO Y SAN PABLO - SANTA ROSA FILIPINA DUCHESNE


Cada 18 de noviembre la Iglesia celebra la dedicación de las Basílicas de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, templos en Roma que contienen los restos de estos dos grandes del cristianismo y símbolos de la fraternidad y la unidad de la Iglesia.
La Basílica de San Pedro en el Vaticano fue construida sobre la tumba del Apóstol, que murió crucificado de cabeza. En el año 323 el emperador Constantino mandó a construir ahí la Basílica dedicada al que fue el primer Papa de la Iglesia.
La actual Basílica de San Pedro demoró 170 años en ser edificada. Se empezó con el Papa Nicolás V en el 1454 y fue terminada por el Papa Urbano VIII, quien la consagró un 18 de noviembre de 1626. Fecha que coincide con la consagración de la antigua Basílica.
Bramante, Rafael, Miguel Ángel y Bernini, famosos artistas de la historia, trabajaron en ella plasmando lo mejor de su arte.
La Basílica de San Pedro mide 212 metros de largo, 140 de ancho y 133 metros de altura en su cúpula. No hay templo en el mundo que le iguale en extensión.
La Basílica de San Pablo Extramuros es, después de San Pedro, el templo más grande de Roma. Surgió también por voluntad de Constantino. En 1823 fue destruida, casi en su totalidad, por un terrible incendio. León XIII inició su reconstrucción y fue consagrada el 10 de diciembre de 1854 por el Papa Pío IX.
Un dato interesante es que bajo las ventanas de la nave central y en las naves laterales, en mosaico, se encuentran los retratos de todos los Papas desde San Pedro hasta el actual, el Papa Francisco.
En el 2009, con motivo de esta celebración, el Papa Benedicto XVI dijo que “esta fiesta nos brinda la ocasión de poner de relieve el significado y el valor de la Iglesia. Queridos jóvenes, amad a la Iglesia y cooperad con entusiasmo en su edificación”.




Rosa Filipina Duchesne nació el 29 de agosto de 1769 en Grenoble, Francia. Fué bautizada en la iglesia de San Luis, y le dieron el nombre de San Felipe apóstol y el de Santa Rosa de Lima, primera santa del nuevo continente. Educada en el Convento de la Visitación de Ste. Marie-d'en-Haut, y atraída por la vita contemplativa, entró en ese monasterio a los 18 años.
La comunidad se dispersó durante la Revolución Francesa. Filipina regresó a su familia y se dedicó a cuidar a los presos y a todos los que sufrían. Intentó reconstruir el monasterio de Ste. Marie después del Concordato de 1801 con algunas compañeras, pero no lo logró. En 1804 Filipina oyó hablar de una nueva congregación, la Sociedad del Sagrado Corazón, y pidió a la fundadora Magdalena Sofía Barat ser admitida, ofreciendo su monasterio. La Madre Barat visitó Ste. Marie en 1804 y recibió a Filipina y sus compañeras como novicias en la Sociedad.
La vida contemplativa alimentó en Filipina el deseo de ir a las misiones. Atraída por la Eucaristía desde su juventud, pasó la noche de un Jueves Santo en oración. Escribió a la Madre Barat: «Pasé la noche entera en el Nuevo Continente llevando el Santísimo Sacramento por todas partes... Tenía que hacer tantos sacrificios: una madre, hermanas, parientes, mí montaña ... Cuando me diga: "Te envío", responderé en seguida: "Voy"». Sin embargo, tuvo que esperar otros 12 años.
En 1818 el sueño de Filipina se vió realizado. El Obispo del territorio de Louisiana buscaba una congregación de religiosas para ayudarle a evangelizar los niños franceses e indios de su diócesis, y Fílipina fue enviada a responder a esta llamada. En St. Charles, cerca de St. Louis, Missouri, fundó la primera casa de la Sociedad fuera de Francia, en una cabaña de troncos. Allí vivió todas las austeridades de la vida de frontera: frío extremo, trabajo duro, falta de dinero. Nunca llegó a aprender bien el inglés. Las comunicaciones eran muy lentas: a veces no le llegaban noticias de su querida Francia. Luchó por mantenerse estrechamente unida con la Sociedad del Sagrado Corazón en Francia.
Filipina y otras cuatro Religiosas del Sagrado Corazón trazaron un camino. En 1818 abrió la primera escuela gratuita al oeste del Mississippi. En 1828 había fundado ya seis casas. Estas escuelas eran para las jóvenes de Missouri y Louisiana. Las amó y trabajó para ellas, manteniendo siempre en el fondo de su corazón el anhelo de ir a los Indios americanos. Cuando Filipina tenía 72 años, se abrió una escuela para los Potowatomies en Sugar Creek, Kansas. Aunque muchos pensaban que Filipina estaba demasiado enferma para ir, el jesuita que dirigía la misión insistió: "Tiene que venir: quizás no podrá hacer mucho trabajo, pero con su oración alcanzará el éxito de la misión, y su presencia atraerá muchos favores del cielo para la obra".
Estuvo sólo un año entre los Potowatomies, pero su valor pionero no flaqueó, y sus largas horas de contemplación inspiraron a los indios el llamarla " La mujer que siempre reza ".
Su salud no pudo resistir el régimen de vida en el poblado. Volvió a St. Charles en julio de 1842, aunque su corazón valiente nunca perdió el deseo de las misiones. "Siento el mismo anhelo por las Montañas Rocosas que sentía en Francia cuando pedí venir a América ... ".
Filipina murió en St. Charles, Missouri, el 18 de noviembre de 1852, a la edad de 83 años. Fue beatificada el 12 de mayo de 1940 por Pío XII y canonizada par San Juan Pablo II el 3 de julio de 1988. Su fiesta se celebra cada 18 de noviembre.


SANTA ISABEL DE HUNGRÍA Y SAN ACISCLO Y SANTA VICTORIA

Su padre era rey de Hungría y fue hermano de Santa Eduvigis. Nacida en 1207, vivió en la tierra solamente 24 años, y fue canonizada apenas cuatro años después de su muerte. La Iglesia Católica ha visto en ella un modelo admirable de donación completa de sus bienes y de su vida entera a favor de los pobres y de los enfermos.
Cuando ella sólo tenía veinte años y su hijo menor estaba recién nacido, el esposo murió luchando en las Cruzadas. La Santa estuvo a punto de sucumbir a la desesperanza, pero luego aceptó la voluntad de Dios. Renunció a propuestas que le hacían para nuevos matrimonios y decidió que el resto de su vida sería para vivir totalmente pobre y dedicarse a los más pobres. Daba de comer cada día a 900 pobres en el castillo.
Un día, después de las ceremonias, cuando ya habían quitado los manteles a los altares, la santa se arrodilló ante un altar y delante de varios religiosos hizo voto de renunciar a todos sus bienes y de vivir totalmente pobre, como San Francisco de Asís hasta el final de su vida y de dedicarse por completo a ayudar a los más pobres. Cambió sus vestidos de princesa por un simple hábito de hermana franciscana. Cuando apenas iba a cumplir sus 24 años, el 17 de noviembre del año 1231, pasó de esta vida a la eternidad.
Los milagros que sucedieron en su sepulcro movieron al Sumo Pontífice a declararla santa, cuando apenas habían pasado cuatro años de su muerte, y además, Santa Isabel de Hungría fue declarada patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.

SAN ACISCLO Y  SANTA VICTORIA



El origen de la huella de San Acisclo y Santa Victoria, patronos de Córdoba, sobre la ciudad están en los inicios del siglo IV, cuando se convirtieron en sus primeros mártires. La Fundación Santos Mártires de Córdoba, iniciativa de la diócesis que aglutina a distintos centros educativos, señala que en concreto fue «el 17 de noviembre de 313 cuando, según el acta que se conserva en la biblioteca del Convento de San Juan de los Reyes en Toledo, aunque existen autores que suponen que pudo ser en los años 204, 229 ó 311, San Acisclo fue degollado a las orillas del río, mientras que Santa Victoria fue asaetada en el anfiteatro romano» al no querer renunciar a la fe cristiana.
El historiador y articulista de ABC Córdoba Juan José Primo Jurado señalaba en un artículo publicado en este periódico el 14 de noviembre de 2010 que los adolescentes Acisclo y Victoria sufrieron su martirio a principios del siglo IV, condenados por el prefecto Dión durante la gran persecución a los cristianos del emperador Diocleciano.
Y reseñaba que, según la tradición, Minciana, ciudadana romana, recogió el cadáver de Victoria y lo llevó junto al de su hermano donde éste fue martirizado [a orillas del Guadalquivir], «construyéndose una basílica en tiempos finales del Imperio Romano, la cual perduraba en época visigoda». No en vano, relataba, en dicho artículo, que desde muy temprano se le comenzó a rendir culto oficial a San Acisclo
En el lugar de su martirio, contaba Primo Jurado en ABC Córdoba, se alzaría luego el convento de los Santos Mártires, «como tantos otros desaparecido con la desamortización de 1835». Sobre esos suelos, se levantó en 1881 la ermita neogótica de los Santos Mártires. En 1949 fue declarada Patrimonio Histórico Español.


FELICIDADES A TODOS LOS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA. 
EN ESPECIAL FELICITAMOS A NUESTRAS MAESTRAS: CARMEN ISABEL DE 
4 AÑOS Y Mª ISABEL RABADÁN DE 6º

SANTA GERTRUDIS Y SANTA MARGARITA DE ESCOCIA

Religiosa benedictina alemana, de gran cultura filosófica y literaria, que destacó por su don de contemplación. Una de los primeros apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús.

Nieta del rey Edmund Ironside de Inglaterra. 
Bisnieta-sobrina de San Esteban de Hungría.
Vivió ejemplarmente como madre y como reina.

        

SAN ALBERTO MAGNO


Cada 15 de noviembre la Iglesia celebra a San Alberto Magno, Doctor de la Iglesia y patrón de los estudiantes de ciencias naturales. Era considerado un gran doctor y experto, pero su prodigiosa memoria y su destacado espíritu científico se deben a un acuerdo con la Virgen María.
San Alberto nació en Lauingen (Alemania) alrededor del 1206. A los 16 años empezó a estudiar en la Universidad de Padua, donde conoció al Beato Jordán de Sajonia de la Orden de Santo Domingo y quien lo acompañó en su proceso para ingresar a los dominicos. Más adelante ocupó altos puestos como maestro en Alemania.
En París, centro intelectual de Europa Occidental de aquel entonces, obtiene su grado de profesor y se dice que eran tantos los estudiantes que asistían a sus clases que tuvo que enseñar en la plaza pública. Aquel lugar lleva su nombre y es la Plaza “Maubert”, que viene de “Magnus Albert”.
Fue elegido superior provincial de Alemania y posteriormente nombrado rector de una nueva universidad en Colonia. Allí tuvo como discípulo a otro grande de la Iglesia, Santo Tomás de Aquino.
Fue gran autoridad en filosofía, física, geografía, astronomía, mineralogía, alquimia (química), biología, etc. Así como en lo referente a Biblia y teología. Es el iniciador del sistema escolástico. No obstante, se mantenía humilde y sin dejar nunca la oración y los sacramentos.
En Roma llegó a ser teólogo y canonista personal del Papa. Luego sería ordenado Obispo de Regensburgo, servicio al que renunció tiempo después para dedicarse a formar y enseñar. En 1274 participó activamente en el II Concilio de Lyon.
Hasta aquí no cabe duda que se trataba de un intelectual fuera de lo común. Sin embargo en 1278, mientras daba clases, le falló súbitamente la memoria y perdió la agudeza del entendimiento. Entonces comprendió que su fin estaba por llegar.
San Alberto contó que siendo joven le costaban los estudios y una noche intentó huir del colegio donde estudiaba. Cuando llegó a la parte superior de una escalera colgada en la pared, se encontró con la Virgen María.
"Alberto, ¿por qué en vez de huir del colegio, no me rezas a mí que soy 'Casa de la Sabiduría'?  Si me tienes fe y confianza, yo te daré una memoria prodigiosa”, le dijo la Madre de Dios.
“Y para que sepas que si fui yo quien te la concedí, cuando ya te vayas a morir, olvidarás todo lo que sabías", añadió la Virgen. Esto se cumplió. Dos años más tarde, el Santo partió al Cielo muy apaciblemente, sin enfermedades y mientras conversaba con sus hermanos en Colonia.
“San Alberto Magno –dijo el Papa Benedicto XVI en el 2010– nos recuerda que entre ciencia y fe existe amistad, y que los hombres de ciencia pueden recorrer, mediante su vocación al estudio de la naturaleza, un auténtico y fascinante camino de santidad”.
Más información:

FELICIDADES A TODOS LOS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA.


SAN DIEGO DE ALCALÁ

En este santo se cumple lo que decía San Pablo: que Dios escoge aquello que para el mundo no tiene valor, para hacer grandes obras en el campo espiritual.

SAN MARTÍN DE TOURS


El 11 de noviembre es fiesta de San Martín de Tours, un militar romano que compartió su capa con Cristo, hecho que popularizó la palabra “capilla” en el mundo cristiano. Él es patrono de la Guardia Suiza Pontificia, Francia y Buenos Aires (Argentina).

SAN LEÓN MAGNO

Lo llaman "Magno porque fue grande en obras y en santidad. Es el Pontífice más importante de su siglo.

8 de noviembre de 2018

SAN ADEODATO I

Su pontificado duró tres años. Era romano de nacimiento e hijo del subdiácono llamado Esteban. En su época, Roma se vio asolada por los desórdenes y guerras, por un terremoto y por una epidemia. San Adeodato se entregó totalmente al cuidado de los enfermos. El Martirologio Romano menciona el hecho de que una vez curó a un leproso al besarle las heridas. Según se dice, fue el primer Papa en usar los sellos de plomo llamados "bullae", nombre que se da actualmente a ciertos documentos pontificios.

SAN ERNESTO DE STEISSLINGEN



Etimológicamente significa “fuerte en el combate”. Viene de la lengua alemana.

El joven Ernesto, muerto en el año 1147, vivió de lleno en la época de la primera cruzada (1099). Fue ella la que permitió abrir nuevos caminos para los Lugares santos a todos los peregrinos.
Y además, permitió la fundación de cuatro pequeños estados cristianos en tierras del Islám: Jerusalén, Antioquía, Edesa y Trípoli.
Sin embargo, desde 1144, la caída de Edesa mostró que los musulmanes podían volver a coger lo que los franceses les habían arrebatado anteriormente, incluida Jerusalén.
Esto dio lugar a la segunda cruzada (1147-1149). Se sabe por la historia que fue un desatino. De los 200.000 hombres y mujeres que partieron para el Oriente, volvieron sólo algunos miles. Ernesto de Steisslingen fue uno de ellos. En su juventud entró de monje en la abadía de Zwiefalten, que da al bello lago de Constanza.
Lo eligieron abad durante cinco años para dirigir humana y espiritualmente a los sesenta y dos monjes que la habitaban. Al término de su mandato, se marchó de nuevo a la cruzada con el ejército alemán, comandado por el emperador Conrado III.
Cuando se despidió de sus hermanos religiosos, les dijo: “Creo que no volveré a veros en esta tierra, pues Dios me concederá que vierta mi sangre por él. Poco importa la muerte que me reserva, si me permite sufrir por el amor de Cristo”.
Sus predicciones se cumplieron. Y desde entonces no se supo nunca cómo y dónde murió.
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FELICIDADES A TODOS LOS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA.
EN ESPECIAL FELICITAMOS A NUESTRO MAESTRO DE 4º B, ERNESTO PAZ SÁNCHEZ


6 de noviembre de 2018

SAN LEONARDO

Es uno de los santos más populares de Europa central. En efecto; dice un estudioso que en su honor se erigieron no menos de seiscientas iglesias y capillas, y su nombre aparece frecuentemente en la toponomástica y en el folclor. El mismo estudioso añade que él «despertó una devoción particular en tiempos de las cruzadas, y entre los devotos se cuenta el príncipe Boemundo de Antioquía que, hecho prisionero por los infieles en 1100, atribuyó su liberación en 1103 al santo, y, de regreso a Europa, donó al santuario de Saint-Léonard-de-Noblac, como ex voto, unas cadenas de plata parecidas a las que él había llevado durante su cautiverio». San Leonardo de Noblac (o de Limoges) es un santo «descubierto» a principios del siglo XI, y a ese período remontan las primeras biografías, que después inspiraron el culto hacia él.
Leonardo nació en Galia en tiempos del emperador Anastasio, es decir, entre el 491 y el 518. Como sus padres, a más de nobles, eran amigos de Clodoveo, el gran jefe de los Francos, éste quiso servir de padrino en el bautismo del niño. Cuando ya era joven, Leonardo no quiso seguir la carrera de las armas y prefirió ponerse al servicio de San Remigio, que era obispo de Reims.
Como San Remigio, sirviéndose de la amistad con el rey, había obtenido el privilegio de poder conceder la libertad a todos los prisioneros que encontrara, también Leonardo pidió y obtuvo un poder semejante, que ejerció muchas veces. El rey quiso concederle algo más: la dignidad episcopal. Pero Leonardo, que no aspiraba a glorias humanas, prefirió retirarse primero a San Maximino en Micy, y después a un lugar cercano a Limoges, en el centro de un bosque llamado Pavum.
Un día su soledad se vio interrumpida por la llegada de Clodoveo que iba a cacería junto con todo su séquito. Con el rey iba también la reina, a quien precisamente en ese momento le vinieron los dolores del parto. Las oraciones y los cuidados de San Leonardo hicieron que el parto saliera muy bien, y entonces el rey hizo con el santo un pacto muy particular: le obsequiaría, para construir un monasterio, todo el territorio que pudiera recorrer a lomo de un burro. Alrededor del oratorio en honor de María Santísima habría surgido una nueva ciudad.


5 de noviembre de 2018

SANTOS ZACARÍAS E ISABEL

La fama de estos dos santos se debe a que fueron los papás de San Juan Bautista.
El nombre de Zacarías, significa: "Dios se acordó de mí".
Isabel quiere decir: "Consagrada a Dios".
La bella historia de estos dos santos esposos la cuenta San Lucas en el primer capítulo de su evangelio.
"Hubo en tiempos del rey Herodes un sacerdote llamado Zacarías, casado con Isabel, una mujer descendiente del hermano de Moisés, el sumo sacerdote Aarón".
De estos dos esposos hace el evangelio un elogio formidable. Dice así: "Los dos llevaban una vida santa, eran justos ante Dios, y observaban con exactitud todos los mandamientos y preceptos del Señor". Ojalá de cada uno de nuestros hogares se pudiera decir algo semejante. Sería maravilloso.
Dice San Lucas: "Zacarías e Isabel no tenían hijos, porque ella era estéril. Además ya los dos eran de avanzada edad".
Y un día, cuando a Zacarías le correspondió el turno de subir al altar (detrás del velo) a ofrecer incienso, toda la multitud estaba afuera rezando.
Y se le apareció el Ángel del Señor, y Zacarías al verlo se llenó de temor y un gran terror se apoderó de él. El ángel le dijo: "No tema Zacarías, porque su petición ha sido escuchada. Isabel su mujer, dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Juan. Él será para ustedes gozo y alegría, y muchos se alegrarán por su nacimiento, porque será grande ante el Señor; no beberá licores; estará lleno del Espíritu Santo, y convertirá a muchos hacia Dios, y tendrá el espíritu del profeta Elías, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto".
Zacarías le dijo al ángel: "¿Cómo puedo saber que esto que me dice sí es cierto? Porque yo soy muy viejo e Isabel mi esposa es estéril". El ángel le dijo: "Yo soy Gabriel, uno de los que están en la presencia del Dios, y he sido enviado para comunicarle esta buena noticia. Pero por no haber creído a las palabras que le he dicho, se quedará mudo y no podrá hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, que se cumplirán todas a su tiempo".
El pueblo estaba esperando a que saliera Zacarías y se extrañaban que demorara tanto en aparecer. Cuando apareció no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había tenido alguna visión. Él les hablaba por señas y estaba mudo.
"Después Isabel concibió un hijo y estuvo oculta durante cinco meses (sin contar a los vecinos que iba a tener un niño)". Y decía: "Dios ha querido quitarme mi humillación y se ha acordado de mí".
El ángel Gabriel contó a María Santísima en el día de la anunciación, que Isabel iba a tener un hijo. Ella se fue corriendo a casa de Isabel y allí estuvo tres meses acompañándola y ayudándole en todo, hasta que nació el niño Juan, cuyo nacimiento fue un verdadero acontecimiento.

3 de noviembre de 2018

SAN MARTÍN DE PORRES



“Yo te curo y Dios te sana”, solía decir San Martín de Porres, el santo de la escoba y patrono de los barberos, a los grandes señores y hombres sencillos que acudían en busca de su ayuda. Su fiesta se celebra cada 3 de noviembre.
San Martín nació en Lima en 1579. Desde niño sintió predilección por los enfermos y los pobres. Aprendió el oficio de barbero y algo de medicina. A los quince años pidió ser admitido como “donado”, es decir, como terciario, en el convento de los Dominicos.
En su servicio de enfermero no hacía diferencia entre pobres y los que más tenían, aunque tuvo que pasar por experiencias de incomprensión y envidia. En 1603 hizo su profesión religiosa.
Con ayuda de Dios, realizaba algunos milagros de curaciones instantáneas o en ocasiones bastaba su presencia para que el enfermo desahuciado empezara a recuperarse. Hay quienes lo vieron entrar y salir de recintos con las puertas cerradas, mientras que otros aseguraron haberlo visto en dos lugares distintos a la misma vez.
Era tanto el cariño y admiración que le tenían al humilde Fray Martín que hasta el Virrey de aquel entonces fue a visitarlo en su lecho de muerte para besar su mano. Partió a la Casa del Padre un 3 de noviembre de 1639, besando el crucifijo con gran alegría.
San Martín es recordado con la escoba, que es símbolo de su humilde servicio. Por ello, San Juan XXIII al canonizarlo en 1962 dijo: “¡Ojalá que el ejemplo de Martín enseñe a muchos lo feliz y maravilloso que es seguir los pasos y obedecer los mandatos divinos de Cristo!”.
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