El cartel ha
sido pintado en una técnica mixta de acrílico, óleo y pasta de oro, sobre una
tabla previamente tratada. La Virgen del Rocío y el Pastorcito aparecen
rodeados del entorno natural de Doñana, entre una esbozada arboleda donde se
descubren aves autóctonas, mariposas y otras especies, haciendo alusión también
al diseño de las nuevas andas procesionales.
Flanquea a la
Patrona de Almonte la mágica luz que desprenden las bengalas del Santo Rosario
que antecede su salida triunfal, a hombros de los almonteños. Justo a sus
plantas, la palabra “Romería”, esa que tanto anhelamos, contiene en cada letra
escenas de la misma
En la parte
inferior, destacan en la composición dos leones que custodian la palabra
“Rocío”. Dos elementos ornamentales que también podemos ver repujados en el
paso de la Virgen y que simbolizan a los almonteños como “Leones del Amor” y
fieles custodios de la devoción a la Blanca Paloma.
Cuenta la leyenda que en el siglo XV un hombre mientras estaba cazando en el término almonteño conocido como la rocina, encontró la imagen de la virgen junto a un árbol después de haber cruzado unas zarzas.
El origen
documentado de la Romería del Rocío, data del año 1653 cuando la localidad de
Almonte nombró patrona a la Virgen del Rocío antes conocida como virgen de las
rocinas. Esa fiesta en honor de la Virgen de Rocío duraba solo un día e incluía
una misa solemne, sermón y la Procesión con la imagen de la Virgen.
Por otro
lado, es en 1677 cuando aparece documentada la primera Hermandad Filial del
Rocío, conocida como la Hermandad de Sanlúcar de Barrameda. Son cinco las Hermandades
Filiales Fundacionales que hacían la peregrinación anual hacia la Ermita de la
Aldea del Rocío.
Es la
Hermandad Matriz del Rocío la encargada de administrar y organizar tanto los
cultos como la propia Romería del Rocío.
Todo comienza
a las 12 h del sábado víspera de Pentecostés. Es en ese momento en el cual se
presentan ante las puertas del santuario por orden de antigüedad las
Hermandades Filiales. A lo largo del día van pasando el resto de hermandades.
Por la noche lo hacen las que se han creado recientemente.
El domingo de
Pentecostés a las 10 h, se celebra en el Real del Rocío la Misa Pontifical. Una
vez se acaba la Eucaristía los peregrinos se van acercando hasta sus casas de
hermandad. Allí se reúnen con sus compañeros
cofrades. La noche del domingo se aclama el santo Rosario justo en la explanada
del paraje conocido como El Eucaliptal. Allí se juntan los estandartes y los
romeros de cada hermandad, dando lugar a una noche donde se repiten avemarías,
salves y letanías a la virgen.
Ya en la
madrugada del lunes, los romeros saltan la reja para rescatar a la virgen e
iniciar así la procesión con las andas de plata entre un gentío que quiere
tocar la imagen de la virgen.
Como dato
curioso, te diré que la Romería del Rocío no siempre se ha celebrado el lunes
después del Domingo de Pentecostés. Hasta el siglo XVII se celebraba el 8 de
septiembre. La Virgen del Rocío recibe el nombre de la Blanca Paloma como
referencia a la trascendencia de la Fiesta de Pentecostés, venida del Espíritu
Santo a la Virgen y los Apóstoles representado por una paloma.