10 de octubre de 2021

SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA



Propuesto por el emperador Carlos V, el religioso agustino Tomás de Villanueva fue nombrado por el papa Pablo III, el 10 de octubre de 1544, arzobispo de Valencia.

Había nacido en Fuenlíana, cerca de Villanueva de los Infantes, en 1486, en la actual provincia de Ciudad Real.

Cursó estudios de artes y teología en la recién fundada Universidad de Alcalá de Henares. En 1516 ingresé en la orden agustina, donde fue prior conventual, visitador géneral y prior provincial de Andalucía y Castilla. Fue eximio predicador, consejero y confesor del rey Carlos I.

A su llegada a Valencia se presentaba a sus ojos una sociedad problematizada. A pesar del esplendor económico-social que experimentaba en aquellos tiempos, al estar la Diócesis más de cien años sin gobierno pastoral directo, la situación moral, no sólo del pueblo, sino también del clero, era realmente lamentable.

Urgía por ello que hubiese en la diócesis de Valencia la atención pastoral conveniente, como clave de una verdadera reforma eclesial.

Para ello utilizó los medios que tenía a su alcance, pero siempre en plena línea evangélica. Le ayudó en esta tarea su obispo auxiliar, Juan Segriá, plenamente compenetrado con los sentimientos del Santo Arzobispo.

Dio una gran importancia a la atención que había que brindar a los sacerdotes. Y fueron la dulzura y el cariño los medios de los que se sirvió. Les orientaba para que supieran cómo tenían que actuar. Decía a los predicadores, por ejemplo, que se tenían que preparar para ejercer el ministerio con la oración y el estudio.

Sabiendo que su deber era exponer la Palabra de Dios, lo hacía adaptándose a las necesidades del pueblo cristiano, teniendo en cuenta a los sencillos y sin cultura. Utilizaba con frecuencia el lenguaje adaptado a los niños, para hacerles asequibles las verdades del Evangelio.

Destacó especialmente su atención a los moriscos. Intenté encontrar los medios adecuados para solucionar sus problemas, erigiendo varias rectorías debidamente dotadas y organizando un colegio destinado a los nuevos convertidos, aunque los progresos fueron muy escasos.

Desde el primer momento de su actuación como arzobispo de Valencia, fue consciente de que los bienes de la Iglesia no son de los pastores, sino que son simplemente sus administradores. Y como tal comenzó a comportarse.

Prestó una pródiga atención material a los eclesiásticos, a quienes socorría dadivosamente. A nivel diocesano organizó la caridad con un plan de asistencia y auxilio social permanente. Atendió a todos.

La diócesis de Valencia, tras once años de su ministerio episcopal, quedó marcada por la línea pastoral que trazó, de modo que a su muerte, acaecida el 8 de septiembre de 1586, la Diócesis quedaba organizada y en buen estado.

Desde luego, con la renovación eclesial operada con su actuación pastoral, se inauguraban los tiempos modernos de la Diócesis, que culminarían con la gestión pastoral del arzobispo San Juan de Ribera.

Fue canonizado por el papa Alejandro VII el 1 de noviembre de 1688. Su fiesta litúrgica se celebra el 10 de octubre.

FUENTE: archivalencia.org









 


SAN JUAN LEONARDI



Juan Leonardi nació en Diécimo (Italia) en 1541.

Estando en Lucca, estudiando el arte de la “especiería” (farmacia), formó parte de un grupo de jóvenes cristianos cuya misión principal era asegurarse una intensa vida cristiana a través de la oración, los sacramentos y la formación, como también asistiendo a los pobres y peregrinos. Este grupo se constituyó en congregación laical, conocida como los "Colombinos". Es justamente en este periodo que en más de una oportunidad piensa en la opción de consagrarse totalmente a Dios.

A sus 26 años ya ejercía su profesión de farmacéutico. Sin embargo, seguía sintiendo la llamada al sacerdocio. Es en este período, entonces, que asiente a la llamada de Dios y es su director espiritual quien lo orientó en los estudios eclesiásticos, dejando entonces la farmacia. Celebra su primera misa el 6 de enero de 1571.

Con la ayuda de los "Colombinos", impartía clases de religión y catequesis, y ante lo fructuoso de tal servicio, el obispo le confió la catequesis en todas las Iglesias de Lucca. Ante la imposibilidad de atender personalmente las demandas de los párrocos, escribió un folleto con la síntesis de la doctrina cristiana y el modo de enseñarla. De ahí surgió la fundación de la Compañía de la Doctrina Cristiana, formada por laicos y aprobada por el Papa Clemente VIII en 1604.

El 1° de septiembre de 1574, San Juan funda la Fraternidad de Sacerdotes Reformados de la Santísima Virgen, que tras su muerte adoptó el nombre de Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios. En 1584, el Papa Gregorio XIII confirmaba la Orden que en 1581 había aprobado el obispo de Lucca. Dicha Orden daba especial importancia a la obediencia, al camino de la santificación personal, el acompañamiento espiritual, la asistencia sacramental de los fieles y la penitencia.

En el año 1596, y bajo petición del Papa Clemente VIII, cumple el rol de “Reformador” y “Visitador Apostólico” de diversos monasterios y conventos. Anteriormente, había cumplido el rol de “Comisario Apostólico” en el Santuario de la Virgen del Arco, en las cercanías de Nápoles.

En 1603, Juan Leonardi, en colaboración con el español Juan Bautista Vives y el jesuita Martín de Funes, funda un centro de estudios misionales, que con el tiempo sería el Colegio Urbano de Propaganda Fide.

San Juan Leonardi muere en Roma el 09 de octubre de 1609, dejando dos casas de los clérigos de la Madre de Dios: una en Lucca y otra en Roma. Otras tres fueron abiertas en el siglo XVII. La regla definitiva de su comunidad no fue publicada hasta 1851.

Es el Papa Benedicto XV quien lo declara “Venerable” y Pío IX lo inscribe en el catálogo de los “Beatos”. En la Pascua de Resurrección de 1938, el Papa Pío XI, lo proclama “Santo”. Recientemente, el 08 de agosto de 2006, el Papa Benedicto XVI lo ha nombrado “Patrono de los Farmacéuticos”.