16 de abril de 2023

FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA 2023




Hoy la Iglesia Universal celebra la Fiesta de la Divina Misericordia, establecida por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos el 23 de mayo del 2000 por indicación de San Juan Pablo II, para que tenga lugar el Segundo Domingo de Pascua.

El objetivo de esta Fiesta es hacer llegar a los corazones de cada persona el mensaje de que Dios es Misericordioso y ama a todos.

“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores”, le dijo Jesús a Santa Faustina.

“Las almas mueren a pesar de mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de mi Misericordia. Si no adoran mi misericordia morirán para siempre”, le señaló Cristo a la santa en otra ocasión.

En este día los fieles pueden obtener indulgencias plenarias y con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad, se recomienda rezar la Coronilla de la Divina Misericordia.




La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje:

Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia"(Diario, 723).

Santa Faustina Kowalska










 


SANTA BERNARDETTE SOUBIROUS

 


Nació en Lourdes (Francia) en 1844. Hija de padres supremamente pobres. En el bautismo le pusieron por nombre María Bernarda (nombre que ella empleará después cuando sea religiosa) pero todos la llamaban Bernardita.







 


SAN DAMIÁN DE MOLOKAI


“Ningún sacrificio es demasiado grande si se hace por Cristo”, solía decir San Damián de Molokai, sacerdote y misionero belga, quien se hizo célebre por ponerse al servicio de los leprosos que habitaban una de las islas Hawaii (Estados Unidos). San Damián entregó su vida por aquellos hombres, mujeres y niños a quienes el mundo apartó, pero en quienes él vio el rostro de Cristo sufriente. Hacia el final de sus días, contrajo lepra y murió a causa de dicha enfermedad, dando testimonio de su inmenso amor por los olvidados y rechazados. Su fiesta se celebra cada 15 de abril.

San Damián nació el 3 de enero de 1840 en Bélgica; su nombre de pila fue Jozef de Veuster. Ingresó a la vida religiosa como miembro de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María y de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento del Altar, conocidos como los Sagrados Corazones de Jesús y María (SS.CC). Fue enviado como misionero a las islas Hawaii (Estados Unidos), donde fue ordenado sacerdote el 24 de mayo de 1864 en Honolulu, la capital.

Por ese entonces se desató una terrible epidemia de lepra. Los que caían enfermos eran apartados inmediatamente de la comunidad y enviados a la isla de Molokai, donde eran abandonados a su suerte. La medida fue iniciativa de las autoridades quienes querían evitar que se extienda la epidemia, pero resultaba ser injusta y cruel con los que se enfermaron. Es en esas circunstancias, el P. Damián solicitó permiso para ir a ayudar y acompañar espiritualmente a los habitantes de Molokai. Es así que el P. Damián se embarcó rumbo a la isla, en una de las embarcaciones en las que se trasladaban leprosos.

Molokai se había convertido en un lugar sombrío y violento. Muchos de los que vivían allí lo hacían sin paz ni esperanza. A diario el P. Damián escuchaba cómo los leprosos eran objeto de las burlas y del desprecio de los pocos que aún estaban sanos; oía los lamentos de los moribundos o se convertía en testigo involuntario de escenas terribles, con cadáveres en las calles o en fosas a medio enterrar, sirviendo de alimento a los perros.

Poco a poco, el Santo misionero fue transformando el lugar: construyó una iglesia en honor a Santa Filomena, un pequeño hospital, una enfermería y, por si fuera poco, organizó la construcción de una escuela y viviendas para albergar a los que no tenían techo.

Lamentablemente en 1885 contrajo lepra, cuando tenía sólo 49 años. Ante las solicitudes para que deje la isla, él decidió permanecer allí, a lado de los suyos. Sabía que irse podía significar para más de uno que Dios los estaba abandonando. El P. Damián por eso rechazó ser trasladado para recibir tratamiento:

"Hasta este momento me siento feliz y contento, y si me dieran a escoger la posibilidad de salir de aquí curado, respondería sin dudarlo: ‘Me quedo para toda la vida con mis leprosos’”.

El Santo continuó con su obra evangelizadora mientras las fuerzas le acompañaron. Antes de morir vio llegar al P. Wendelin y a las hermanas franciscanas que se encargaron de la enfermería. Entre ellas estaba la Beata Madre Mariana Cope que sirvió más de 30 años a los leprosos.

San Damián de Molokai partió a la Casa del Padre el 15 de abril de 1889. Una estatua con su imagen se encuentra hoy ubicada dentro del Capitolio de Estados Unidos, como símbolo máximo de la historia del estado de Hawái.

Para conocer más de la vida de este santo ingrese al siguiente enlace.