20 de noviembre de 2022

SOLEMNIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO


La celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.
La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.
Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo. Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" (Jn 18, 36). Jesús no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado, Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce.




SAN FELIX DE VALOIS



Algunos escritos de la "Orden de la Santísima Trinidad", afirman que San Félix llevaba el apellido de Valois porque pertenecía a la familia real de Francia, pero en realidad el nombre proviene de la provincia de Valois donde habitó originalmente.

Según se dice, vivió como ermitaño en el bosque de Gandelu, en la diócesis de Soissons, en un pueblo llamado Cerfroid. Tenía el propósito de pasar su vida en la oscuridad pero Dios lo dispuso de otro modo. En efecto, San Juan de Mata, discípulo de San Félix, le propuso que fundase una orden para el rescate de los cautivos. Aunque el santo tenía ya setenta años, se ofreció a hacer y sufrir cuanto Dios quisiera por un fin tan noble. Así, los dos santos partieron juntos a Roma en el invierno de 1197 para solicitar la aprobación de la Santa Sede.

San Félix propaga la orden en Italia y Francia. En París fundó el convento de San Maturino y cuando San Juan volvió a Roma, San Félix a pesar de su avanzada edad, administró la provinica francesa y la casa madre de la orden en Cerfroid. Ahí murió a los ochenta y seis años de edad en 1212.

Según la tradición de los trinitarios, los dos santos fueron canonizados por el Papa Urbano IV en 1262. Alejandro VII confirmó el culto de los dos fundadores en 1666.









¡ FELICIDADES A TODAS LAS PERSONAS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA !


20 de noviembre: Día Mundial Universal de los derechos del Niño

 


El 20 de noviembre se celebra el Día Internacional de los Derechos de la Infancia para conmemorar la firma de la Convención de los Derechos del Niño, una herramienta para la promoción y protección del bienestar de la infancia

A pesar de los avances en el cumplimiento de los derechos de la infancia, el mundo tiene grandes retos para con los menores, sobre todo en educación, ya que el número de menores sin escolarizar está aumentando.

La infancia es el periodo de la vida humana desde que se nace hasta los 18 años. La Convención sobre los Derechos del Niño enuncia, que todo niño y niña debería gozar de salud, disfrutar del descanso y del juego, tener una familia, un nombre, una nacionalidad, recibir educación, desarrollar la capacidad de libertad de pensamiento y de expresión, y ser protegidos frente a la explotación infantil, entre otras cosas. Como decía Freud, es la etapa donde se desarrollan las bases de la personalidad.

A pesar de los avances en el cumplimiento de los derechos de la infancia, el mundo tiene grandes retos para con los menores, sobre todo en educación, ya que el número de menores sin escolarizar está aumentando. El derecho a la educación tiene un papel fundamental en la Convención sobre los Derechos del Niño. Sus artículos 28 y 29 obligan a los Estados firmantes a ofrecer educación primaria y gratuita, a respetar la dignidad de los niños y de las niñas en los métodos de disciplina y a orientar la educación al pleno desarrollo personal, al respeto de los derechos humanos y a la convivencia intercultural, de manera que puedan integrarse en la vida adulta activamente.

A pesar de lo dispuesto en la Convención, actualmente 124 millones de niños, niñas y adolescentes están sin escolarizar. De estos, 59 millones de niños y niñas no acuden a la escuela primaria y 65 millones de adolescentes no están matriculados en el primer ciclo de secundaria. Pero lo más grave es que, tal y como denuncia UNESCO, estas cifras van en aumento. Hoy hay dos millones más de niños, niñas y adolescentes sin escolarizar que en 2011.

Dos razones contribuyen a explicar esta situación. En primer lugar, hay países del África subsahariana que tropiezan con dificultades para atender la creciente demanda de educación primaria por parte de una población en edad escolar que sigue aumentando. Además, los enormes progresos registrados a comienzos del siglo se debieron sobre todo a las medidas a gran escala destinadas a mejorar el acceso a la educación, como la supresión de los derechos de matrícula y la construcción de nuevas escuelas. Ahora bien, en un informe reciente del IEU y UNICEF se demuestra que ya no se pueden desarrollar estrategias centradas en aumentar el número de docentes, de aulas y de libros de texto. Se precisan intervenciones específicas para llegar a los niños y jóvenes más marginados que hoy en día no están escolarizados, como los que tienen discapacidades, los que pertenecen a minorías étnicas, religiosas o lingüísticas y sobre todo, a los menores afectados por conflictos armados o que se ven obligados a huir de sus países a causa de la guerra, como las de Siria, Afganistán o Somalia, Ucrania, entre otras.

Menores, conflictos armados y la importancia de la educación en contextos de emergencia

En el mundo hay 60 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares y desplazarse dentro de su país a zonas más seguras, o bien cruzar fronteras rumbo a países en paz. La mitad son menores. De este total de niños y niñas, más de un 36% no tiene acceso a la escuela. Esta proporción es especialmente preocupante en los Estados Árabes, donde alcanza el 87%, como consecuencia, en gran medida, de las graves secuelas que el conflicto sirio está causando en la vida de los niños y niñas del país. De los 4,8 millones de niños sirios en edad escolar, aproximadamente 2,2 millones están sin escolarizar dentro del país.

Además, hay en el mundo 230 millones de niños y niñas que, sin haber abandonado sus hogares, viven en países afectados por conflictos armados.