8 de junio de 2023

JUEVES DE CORPUS CHRISTI

Hoy, jueves 8 de junio de 2023, tiene lugar el Corpus Christi, una celebración de la Iglesia católica en honor Santísimo Sacramento, la Eucaristía. "Es la exaltación de la presencia real de Cristo en el sacramento de la Eucaristía, instituida por Jesús el Jueves Santo", como resume el antropólogo Manuel Mandianes.

ORIGEN DEL CORPUS CHRISTI

El origen del Corpus data de la Edad Media cuando en 1208 la religiosa Juliana de Cornillon promovió la idea de celebrar una festividad en honor al Cuerpo y la Sangre de Cristo y poco después, en 1264, el Papa Urbano IV institucionalizó esta fiesta religiosa. Ya en el siglo XVI, en el Concilio de Trento se decretó que todos los años se llevara el cuerpo de Cristo en procesión por las calles de las poblaciones.

FECHA DEL CORPUS

La fecha de la celebración del Corpus Christi se calcula en base al calendario lunar, fijándose el jueves de la segunda semana tras Pentecostés o, lo que es lo mismo, 60 días después del domingo de Resurrección.

Es el jueves posterior al noveno domingo siguiente a la primera luna llena de primavera del hemisferio norte.

DÓNDE ES FESTIVO

Según el calendario laboral de este 2023, Castilla-La Macha es la única comunidad autónoma donde el 8 de junio es festivo en todas sus provincias (ToledoGuadalajaraCuencaAlbacete Ciudad Real) con motivo de esta celebración. Ese día también es fiesta local en las ciudades de Sevilla y Granada.

Esta tradición arraigada en la fe católica suele trasladarse al domingo en casi toda España por la adaptación civil. Pero, como explica Mandianes, la tradición sigue recordando el jueves como el día de la festividad: "Hay tres jueves en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y Ascensión".

Algunos de los actos religiosos más destacados en esta jornada del Corpus Christi tienen lugar en capitales de provincia como ToledoGranadaSevillaValencia o Madrid, así como en municipios como Fuentes de León (Badajoz), Priego de Córdoba (Córdoba) o Daroca (Zaragoza), por citar algunos ejemplos.


El Corpus Christi, conocido igualmente como Cuerpo de Cristo, Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se conmemora como una eucaristía para adorar la presencia de Jesús.



Es una festividad móvil de la religión católica, contemplada en el calendario litúrgico. Se celebra el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad, la cual se lleva a cabo el domingo siguiente a Pentecostés (sesenta días después del Domingo de Resurrección). Este año el día del Corpus Christi se celebra el 8 de junio. En nuestro país esta fiesta ha sido trasladada al domingo siguiente para adaptarse al calendario laboral.

Un milagro eucarístico del siglo XIII fue el origen de la Fiesta del Corpus Christi, que la Iglesia celebra el jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad; aunque en algunos países las Iglesias locales deciden trasladarla para el domingo por una cuestión pastoral.

En esta solemnidad la Iglesia tributa a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, gratitud y amor, siendo la procesión del Corpus Christi una de las más importantes en toda la Iglesia Universal.

A mediados del siglo XIII el P. Pedro de Praga dudaba sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía y realizó una peregrinación a Roma para rogar sobre la tumba de San Pedro una gracia de fe. Al retornar, mientras celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la Cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró manchando el corporal.

La noticia llegó rápidamente al Papa Urbano IV, que se encontraba muy cerca en Orvieto, y mandó que se le lleve el corporal. Más adelante el Pontífice publicó la bula “Transiturus”, con la que ordenó que se celebrara la Solemnidad del Corpus Christi en toda la Iglesia el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.

El Santo Padre encomendó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para la fiesta y la composición de himnos, que se entonan hasta el día de hoy: Tantum Ergo, Lauda Sion.

El Papa Clemente V en el Concilio general de Viena (1311) ordenó una vez más esta fiesta y publicó un nuevo decreto en el que incorporó el de Urbano IV. Posteriormente Juan XII instó su observancia.

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SAN MEDARDO


Medardo significa: "audaz y valeroso" (Med: audaz. Adr: valeroso. Del antiguo alemán).
San Medardo es el santo preferido de los campesinos de Francia. Le tienen gran fe para que les obtenga lluvias para los tiempos de la siembra, y para que les cuide sus viñedos o plantaciones de uva, contra los ladrones y el mal tiempo.

Siendo muy joven, una vez le regaló su caballo a un pobre viajero que lloraba porque los ladrones le habían robado el caballo en el que viajaba. Su papá al verlo tan generoso para con los necesitados opinó que el hijo más iba a servir para sacerdote que para negociante. Y así sucedió.

A los 33 años fue ordenado sacerdote, y siguió ejercitando una gran caridad para con los pobres. A los estudiantes muy necesitados los sentaba a su mesa, gratuitamente para que se alimentaran lo mejor posible. Con sus oraciones obtuvo lluvias para los campos, y en otras ocasiones libró de granizadas los cultivos.

Como era un sacerdote verdaderamente ejemplar fue elegido obispo y entonces le sucedieron unas anécdotas que se han hecho famosas.

Tenía San Medardo una vaquita, y para saber por dónde andaba el animalejo le había colgado al pescuezo una campanilla que iba anunciando por dónde estaba pastando. Y sucedió que un ladrón le robó la vaca. El ratero le quitó la campanilla del pescuezo y la echó entre las alforjas, pero la campana seguía sonando. Entonces la llenó de pasto y la escondió entre el montón de pasto seco de su pesebrera, pero la campana siguió sonando. Al fin el ladrón dispuso enterrar la campana en el suelo, pero apenas se acostó para dormir, empezó a oír que seguía sonando. Desesperado sacó la campana y colgándola otra vez del pescuezo de la vaca se fue a donde el santo y le devolvió el animal robado, diciéndole: "Padre, aquí le traigo su vaca, porque la campanilla no quiso dejar de sonar ni por un momento", y San Medardo le dijo sonriente: "Hijo, lo que sonaba no era la campanilla, era tu conciencia, que no quería que te quedaras en paz con este pecado". Al otro le fue muy provechosa esta lección.

Tenía San Medardo un cultivo de matas de uva y una noche en pleno tiempo de cosecha entraron los ladrones a robarle las uvas. Pero cuando ya tenían los costales llenos, fueron a salir y no encontraron la puerta de salida. Les parecía como si se hubieran vuelto ciegos, porque por ninguna parte encontraron la puerta de salida. Y así amaneció y llegó el santo, y ellos muy asustados le pidieron perdón y con tal de que no los denunciara, le dejaron también los costales, y así el santo recolectó sus uvas gratis y de encima le dieron los costales.

También tenía San Medardo unas colmenas que le producían muy buena miel, y las abejas eran muy mansas y muy buenas. Pero un día llegó un ratero a robarse la miel y las abejas lo persiguieron tan terriblemente que al otro no le quedó otro remedio que meterse a la casa del santo a pedirle que rezara por él. San Medardo echó una bendición a las abejas y estas se fueron muy obedientes, y él vuelto hacia el ladrón le dijo: "Esto es señal de los castigos que te pueden llegar si sigues robando. Ahora son unas sencillas abejas, pero después los que te picarán serán tus remordimientos eternamente". Y el otro no volvió a robar.