27 de noviembre de 2016

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO 2016

27 de Noviembre de 2016


El primer domingo de Adviento es el primer día del Nuevo Año Litúrgico para la Iglesia Católica y en esta ocasión, en el Evangelio (Mateo 24,37-44), Jesús anima a los fieles a “estar siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y mantenerse en pie ante el Hijo del hombre”.
Asimismo, las lecturas bíblicas de esta primera semana y la predicación son una invitación a estar vigilantes para cuando venga el Señor. Por ello, es importante que en las familias se haga un propósito que les permita avanzar en el camino hacia la Navidad.
En un momento propicio o  tal vez después del encendido de la primera vela de la corona de adviento, los miembros del hogar podrían comenzar revisando las relaciones familiares y terminar pidiendo perdón a quienes se ha ofendido, así como dándolo a los demás.
Esto debe ser el principio de un renovado año en el que se buscará seguir creciendo en un ambiente de armonía y amor familiar. Lo cual también deberá extenderse a los demás grupos con el que cotidianamente uno se relaciona, ya sea en la escuela, el trabajo, el vecindario, etc.
Para terminar, es importante recordar que el Año Litúrgico es el conjunto de las celebraciones con las cuales la Iglesia conmemora anualmente el misterio de Cristo.
El tiempo de Adviento, que es el primer período del Año Litúrgico, tiene una duración de cuatro semanas, comienza este domingo 27 de noviembre y se prolonga hasta el 24 de diciembre. Las lecturas son las correspondientes al Ciclo A.










CAMPAÑA DE PERSONAS SIN HOGAR _ DIÓCESIS DE CIUDAD REAL






VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:
"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".
Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estás viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.