11 de mayo de 2025

SAN FRANCISCO DE GERÓNIMO


San Francisco nació en Grottaglie, cerca de Taranto, en 1642. Este elocuente misionero Jesuita, al que llamaban "el apóstol de Nápoles", se distinguió por su ilimitado celo en favor de la conversión de los pecadores y por su amor a los pobres, los enfermos y los oprimidos. En 1666,antes de cumplir los 24 años de edad, San Francisco recibió la ordenación sacerdotal. Durante los cinco años siguientes, enseñó en el "Collegio dei Nobili", que los Jesuitas tenían en Nápoles. A los 28 años ingresó en la Compañía de Jesús. De1671 a 1674, ayudó en el trabajo misional al célebre predicador Agnello Bruno. Al concluir sus estudios de teología, los superiores le nombraron predicador de la Iglesia del Gesú Nuovo, de Nápoles. Se dice que convertía por lo menos a unos 400 pecadores al año. El Santo visitaba las prisiones, los hospitales y no vacilaba en seguir a los pecadores hasta los antros del vicio, donde algunas veces fue brutalmente maltratado. San Francisco murió a los 74 años de edad y fue sepultado en la Iglesia de los Jesuitas de Nápoles. Su canonización tuvo lugar en 1839.





 


MAYO, MES DE LA VIRGEN MARÍA Y DE LAS PRIMERAS COMUNIONES

 


El mes de mayo es un tiempo especial en el calendario cristiano católico. Es conocido como el Mes de María, dedicado a honrar a la Virgen María, la madre de Jesús. Durante este mes, también se celebran las primeras comuniones, un hito importante en la vida de los jóvenes católicos.

Mayo es un mes lleno de flores y renacimiento, y es apropiado que sea el mes en que honramos a María, a quien se le atribuye el título de «Rosa Mística». Durante este mes, las iglesias y los hogares a menudo se decoran con flores en honor a María. Se realizan rosarios y procesiones, y se canta la tradicional «Salve Regina» para rendir homenaje a la Virgen. La devoción a María no es solo una forma de honrar a la madre de Jesús, sino también una forma de acercarse más a su hijo. María siempre nos dirige a Jesús, y al honrarla, también estamos honrando a su hijo.

Mayo también es un mes de primeras comuniones. Este es un momento emocionante para los niños católicos, ya que reciben el sacramento de la Eucaristía por primera vez. Es un paso importante en su camino de fe, ya que se unen más plenamente a la comunidad católica. Las primeras comuniones son un momento de alegría y celebración. Los niños se visten con trajes especiales, a menudo blancos para simbolizar la pureza, y la comunidad se reúne para celebrar este importante paso en su vida espiritual.

El mes de mayo es un tiempo de celebración y devoción en la Iglesia Católica. Es un tiempo para honrar a María y para celebrar las primeras comuniones. Es un recordatorio de la belleza de nuestra fe y de la alegría que encontramos en nuestra relación con Dios. Que este mes de mayo sea un tiempo de bendición y gracia para todos nosotros. Amén.





FELICIDADES A TODOS NUESTRO ALUMNADO QUE HA RECIBIDO O VA A RECIBIR EN ESTE MES, A JESÚS SACRAMENTADO POR PRIMERA VEZ.



SAN JUAN DE ÁVILA


San Juan de Ávila nació el 6 de enero de 1499 (o 1500) en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), de una familia profundamente cristiana. Sus padres, Alfonso de Ávila (de ascendencia israelita) y Catalina Jijón, poseían unas minas de plata en Sierra Morena, y supieron dar al niño una formación cristiana de sacrificio y amor al prójimo. Son conocidas las escenas de entregar su sayo nuevo a un niño pobre, sus prolongados ratos de oración, sus sacrificios, su devoción eucarística y mariana.

Probablemente en 1513 comenzó a estudiar leyes en Salamanca, de donde volvería después de cuatro años para llevar una vida retirada en Almodóvar. A pesar de llamarlas ‘leyes negras’ los estudios de Salamanca dejaron huella en su formación eclesiástica, como puede constatarse en sus escritos de reforma. Esta nueva etapa en Almodóvar, en casa de sus padres, viviendo una vida de oración y penitencia, durará hasta 1520. Pues aconsejado por un religioso franciscano, marchará a estudiar artes y teología a Alcalá de Henares (1520-1526). De esta etapa en Alcalá existen testimonios de su gran valía intelectual, como así lo atestigua el Mtro. Domingo de Soto. Allí estuvo en contacto con las grandes corrientes de reforma del momento. Conoció el erasmismo, las diversas escuelas teológicas y filosóficas y la preocupación por el conocimiento de las Sagradas Escrituras y los Padres de la Iglesia. También trabó amistad con quienes habían de ser grandes reformadores de la vida cristiana, como don Pedro Guerrero, futuro arzobispo de Granada, y posiblemente también con el venerable Fernando de Contreras. Incluso pudo haber conocido allí al P. Francisco de Osuna y a San Ignacio de Loyola.