23 de junio de 2014

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

Corpus Christi



Corpus Christi (en latín, "Cuerpo de Cristo") o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, antes llamada Corpus Domini ("Cuerpo del Señor"), es una fiesta de la Iglesia católica destinada a celebrar laEucaristía. Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
La celebración se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés (es decir, el Corpus Christi se celebra 60 días después delDomingo de Resurrección). Específicamente, el Corpus Christi es el jueves que sigue al noveno domingo después de la primera luna llena de primavera del hemisferio norte. En algunos países esta fiesta ha sido trasladada al domingo siguiente para adaptarse al calendario laboral.



HISTORIA
Esta fiesta surgió en la Edad Media, cuando en 1208 la religiosa Juliana de Cornillon promueve la idea de celebrar una festividad en honor al cuerpo y la sangre de Cristo presente en la Eucaristía. Así, se celebra por primera vez en 1246 en la Diócesis de Lieja(Bélgica).
En el año 1263, mientras un sacerdote celebraba la misa en la iglesia de la localidad de Bolsena (Italia), al romper la hostia consagrada brotó sangre, según la tradición.1 La Ciencia ha tratado de explicar este suceso atribuyéndolo a la probable presencia en el pan del pigmento rojo prodigiosina segregado por la bacteria Serratia marcescens.2 Este hecho, muy difundido y celebrado, dio un impulso definitivo al establecimiento como fiesta litúrgica del Corpus Christi. Fue instituida el 8 de septiembre de 1264 por el papa Urbano IV, mediante la bula Transiturus hoc mundo. A Santo Tomás de Aquino se le encarga preparar los textos para el Oficio y Misa propia del día, que incluye himnos y secuencias, como Pange Lingua (y su parte final Tantum Ergo), Lauda SionPanis angelicusAdoro te devote o Verbum Supernum Prodiens.
En el Concilio de Vienne de 1311Clemente V dará las normas para regular el cortejo procesional en el interior de los templos e incluso indicará el lugar que deberán ocupar las autoridades que quisieran añadirse al desfile.
En el año 1316Juan XXII introduce la Octava con exposición del Santísimo Sacramento. Pero el gran espaldarazo vendrá dado por el papa Nicolás V, cuando en la festividad del Corpus Christi del año 1447, sale procesionalmente con la Hostia Santa por las calles de Roma.
En muchos lugares es una fiesta de especial relevancia. En España existe el dicho popular: Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión, lo que da idea del arraigo de esta fiesta.
Las celebraciones del Corpus suelen incluir una procesión en la que el mismo Cuerpo de Cristo se exhibe en una custodia.



Celebraciones en España

Desde 1989, por acuerdo del Gobierno de España con la conferencia episcopal, la festividad del Corpus fue trasladada al domingo siguiente, pasando el jueves a ser día laborable. Aunque la solemnidad litúrgica sea en domingo, diversas localidades celebran la procesión en el jueves tradicional, que es declarado fiesta local por sus respectivos ayuntamientos.
En España, han obtenido la declaración de fiestas de Interés Turístico Internacional las de la ciudad de Toledo y la localidad de Ponteareas (Pontevedra).
Están declaradas Fiesta de Interés Turístico Nacional las fiestas del Corpus de La Puebla del Río (Sevilla), Zahara de la Sierra (Cádiz), Villa de Mazo (La Palma), Sitges (provincia de Barcelona), las Octavas del Corpus de La Orotava (Tenerife), Peñalsordo (Badajoz), Béjar (Salamanca), las danzas de la Octava del Corpus de Valverde de los Arroyos (provincia de Guadalajara), y los Pecados y Danzantes de Camuñas (Toledo).
Además de estas, otras muchas localidades celebran el Corpus con gran solemnidad. Entre ellas podemos destacar:Cumbres Mayores (Huelva), Fuentes de León (Badajoz) Archena (Murcia), Atalaya del Cañavate en Cuenca, Benejúzar (Alicante), Camuñas en Toledo, CádizCastropol en Asturias, Daroca en Zaragoza, HuescaMadridGranadaJamilena en Jaén, Jerez de la Frontera en Cádiz, Lagartera en Toledo, Laguna de Negrillos en León, Ledesma en Salamanca, Nava de Arévalo en Ávila, Oñate en Guipúzcoa, Orihuela en Alicante, San Cristóbal de La Laguna en Tenerife, Sancti-Spíritus en Salamanca, San Fernando en Cádiz,SevillaSan Vicente de Alcántara en Badajoz, Tamarite de Litera en Huesca, TarragonaTeruelUtrera (Sevilla)ValenciaValenzuela en Córdoba, Villacarrillo y Villardompardo en Jaén, Vitigudino en Salamanca, Yepesen Toledo, Zahara de la Sierra en Cádiz.






17 de junio de 2014

La Santísima Trinidad

La Santísima Trinidad

El siguiente domingo después de Pentecostés. 

15 de junio de 2014

La Trinidad es el término empleado para significar la doctrina central de la religión Cristiana: la verdad que en la unidad del Altísimo, hay Tres Personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, estas Tres Personas siendo verdaderamente distintas una de la otra.



Un solo Dios en tres Personas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

La Iglesia dedica el siguiente domingo después de Pentecostés a al celebración del día de la Santísima Trinidad,

Un misterio es todo aquello que no podemos entender con la razón. Es algo que sólo podemos comprender cuando Dios nos lo revela.

El misterio de la Santísima Trinidad -Un sólo Dios en tres Personas distintas-, es el misterio central de la fe y de la vida cristiana, pues es el misterio de Dios en Sí mismo.

Aunque es un dogma difícil de entender, fue el primero que entendieron los Apóstoles. Después de la Resurrección, comprendieron que Jesús era el Salvador enviado por el Padre. Y, cuando experimentaron la acción del Espíritu Santo dentro de sus corazones en Pentecostés, comprendieron que el único Dios era Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Los católicos creemos que la Trinidad es Una. No creemos en tres dioses, sino en un sólo Dios en tres Personas distintas. No es que Dios esté dividido en tres, pues cada una de las tres Personas es enteramente Dios.

Padre, Hijo y Espíritu Santo tienen la misma naturaleza, la misma divinidad, la misma eternidad, el mismo poder, la misma perfección; son un sólo Dios. Además, sabemos que cada una de las Personas de la Santísima Trinidad está totalmente contenida en las otras dos, pues hay una comunión perfecta entre ellas.

Con todo, las personas de la Santísima Trinidad son distintas entre sí, dada la diversidad de su misión: Dios Hijo-por quien son todas las cosas- es enviado por Dios Padre, es nuestro Salvador. Dios Espíritu Santo-en quien son todas las cosas- es el enviado por el Padre y por el Hijo, es nuestro Santificador.

Lo vemos claramente en la Creación, en la Encarnación y en Pentecostés

En la Creación, Dios Padre está como principio de todo lo que existe.
En la Encarnación, Dios se encarna, por amor a nosotros, en Jesús, para liberarnos del pecado y llevarnos a la vida eterna.
En Pentecostés, el Padre y el Hijo se hacen presentes en la vida del hombre en la Persona del Espíritu santo, cuya misión es santificarnos, iluminándonos y ayudándonos con sus dones a alcanzar la vida eterna.

Para explicar este gran misterio, existen ciertos símbolos que son entendibles a nuestra razón: La Santísima Trinidad es simbolizada como un triángulo.
Cada uno de los vértices es parte del mismo triángulo y sin embargo cada uno es distinto

También podemos simbolizar a la Santísima Trinidad como una vela encendida: La vela en sí misma simboliza al Padre, la cera que escurre es el Hijo, que procede del Padre y la llama encendida es el Espíritu Santo. Los tres son "vela", pero son distintos entre sí. Hay quienes simbolizan a la Santísima Trinidad en forma de trébol. Cada una de las hojas es "trébol" pero son distintas entre sí.

¿Que hacemos al persignarnos? "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" Es costumbre de los católicos repetir frecuentemente estas palabras, principalmente al principio y al fin de nuestras acciones.

Cada vez que hacemos la Señal de la Cruz sobre nuestro cuerpo, recordamos el misterio de la Santísima Trinidad.

- En el nombre del Padre: Ponemos la mano sobre la frente, señalando el cerebro que controla todo nuestro cuerpo, recordando en forma simbólica que Dios es la fuente de nuestra vida.

-...y del Hijo: Colocamos la mano en el pecho, donde está el corazón, que simboliza al amor. Recordamos con ello que por amor a los hombres, Jesucristo se encarnó, murió y resucitó para librarnos del pecado y llevarnos a la vida eterna.

-...Y del Espíritu Santo: Colocamos la mano en el hombre izquierdo y luego en el derecho, recordando que el Espíritu Santo nos ayuda a cargar con el peso de nuestra vida, el que nos ilumina y nos da la gracia para vivir de acuerdo a los mandatos de Jesucristo.

Algunas personas argumentan que no es verdad porque no podemos entender el misterio de la Santísima Trinidad a través de la razón. Esto es cierto, no podemos entenderlo con la sola razón, necesitamos de la fe ya que se trata de un misterio. Es un misterio hermoso en el que Dios nos envía a su Hijo para salvarnos.








8 de junio de 2014

Especial Pentecostés

Especial de Pentecostés
Inicio de la Iglesia Católica, fiesta que se celebra 50 días después de la Pascua, 8 de junio de 2014
Especial de Pentecostés

Origen de la fiesta

Los judíos celebraban una fiesta para dar gracias por las cosechas, 50 días después de la pascua. De ahí viene el nombre de Pentecostés. Luego, el sentido de la celebración cambió por el dar gracias por la Ley entregada a Moisés.

En esta fiesta recordaban el día en que Moisés subió al Monte Sinaí y recibió las tablas de la Ley y le enseñó al pueblo de Israel lo que Dios quería de ellos. Celebraban así, la alianza del Antiguo Testamento que el pueblo estableció con Dios: ellos se comprometieron a vivir según sus mandamientos y Dios se comprometió a estar con ellos siempre.

La gente venía de muchos lugares al Templo de Jerusalén, a celebrar la fiesta de Pentecostés.

En el marco de esta fiesta judía es donde surge nuestra fiesta cristiana de Pentecostés.

La Promesa del Espíritu Santo

Durante la Última Cena, Jesús les promete a sus apóstoles: “Mi Padre os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17).

Más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26).

Al terminar la cena, les vuelve a hacer la misma promesa: “Les conviene que yo me vaya, pues al irme vendrá el Abogado,... muchas cosas tengo todavía que decirles, pero no se las diré ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad completa,... y os comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14).

En el calendario del Año Litúrgico, después de la fiesta de la Ascensión, a los cincuenta días de la Resurrección de Jesús, celebramos la fiesta de Pentecostés.

Explicación de la fiesta:

Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los apóstoles con la Madre de Jesús. Era el día de la fiesta de Pentecostés. Tenían miedo de salir a predicar. Repentinamente, se escuchó un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos.

Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas desconocidas.

En esos días, había muchos extranjeros y visitantes en Jerusalén, que venían de todas partes del mundo a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban.

Todos ellos, desde ese día, ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Es este día cuando comenzó a existir la Iglesia como tal.

¿Quién es el Espírtu Santo?

El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia nos enseña que el Espíritu Santo es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Este amor es tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús.

Señales del Espíritu Santo:

El viento, el fuego, la paloma.

Estos símbolos nos revelan los poderes que el Espíritu Santo nos da: El viento es una fuerza invisible pero real. Así es el Espíritu Santo. El fuego es un elemento que limpia. Por ejemplo, se prende fuego al terreno para quitarle las malas hierbas y poder sembrar buenas semillas. En los laboratorios médicos para purificar a los instrumentos se les prende fuego.

El Espíritu Santo es una fuerza invisible y poderosa que habita en nosotros y nos purifica de nuestro egoísmo para dejar paso al amor.

Nombres del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo ha recibido varios nombres a lo largo del nuevo Testamento: el Espíritu de verdad, el Abogado, el Paráclito, el Consolador, el Santificador.

Misión del Espíritu Santo:





  • El Espíritu Santo es santificador: Para que el Espíritu Santo logre cumplir con su función, necesitamos entregarnos totalmente a Él y dejarnos conducir dócilmente por sus inspiraciones para que pueda perfeccionarnos y crecer todos los días en la santidad.





  • El Espíritu Santo mora en nosotros: En San Juan 14, 16, encontramos la siguiente frase: “Yo rogaré al Padre y les dará otro abogado que estará con ustedes para siempre”. También, en I Corintios 3. 16 dice: “¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en ustedes?”. Es por esta razón que debemos respetar nuestro cuerpo y nuestra alma. Está en nosotros para obrar porque es “dador de vida” y es el amor. Esta aceptación está condicionada a nuestra aceptación y libre colaboración. Si nos entregamos a su acción amorosa y santificadora, hará maravillas en nosotros.


  • El Espíritu Santo ora en nosotros: Necesitamos de un gran silencio interior y de una profunda pobreza espiritual para pedir que ore en nosotros el Espíritu Santo. Dejar que Dios ore en nosotros siendo dóciles al Espíritu. Dios interviene para bien de los que le aman.


  • El Espíritu Santo nos lleva a la verdad plena, nos fortalece para que podamos ser testigos del Señor, nos muestra la maravillosa riqueza del mensaje cristiano, nos llena de amor, de paz, de gozo, de fe y de creciente esperanza.

    El Espíritu Santo y la Iglesia:

    Desde la fundación de la Iglesia el día de Pentecostés, el Espíritu Santo es quien la construye, anima y santifica, le da vida y unidad y la enriquece con sus dones.
    El Espíritu Santo sigue trabajando en la Iglesia de muchas maneras distintas, inspirando, motivando e impulsando a los cristianos, en forma individual o como Iglesia entera, al proclamar la Buena Nueva de Jesús.
    Por ejemplo, puede inspirar al Papa a dar un mensaje importante a la humanidad; inspirar al obispo de una diócesis para promover un apostolado; etc.

    El Espíritu Santo asiste especialmente al representante de Cristo en la Tierra, el Papa, para que guíe rectamente a la Iglesia y cumpla su labor de pastor del rebaño de Jesucristo.
    El Espíritu Santo construye, santifica y da vida y unidad a la Iglesia.
    El Espíritu Santo tiene el poder de animarnos y santificarnos y lograr en nosotros actos que, por nosotros, no realizaríamos. Esto lo hace a través de sus siete dones.

    Los siete dones del Espíritu Santo: 

    Estos dones son regalos de Dios y sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se desarrollen. Necesitan de la acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.


  • SABIDURÍA: Nos permite entender, experimentar y saborear las cosas divinas, para poder juzgarlas rectamente.


  • ENTENDIMIENTO: Por él, nuestra inteligencia se hace apta para entender intuitivamente las verdades reveladas y las naturales de acuerdo al fin sobrenatural que tienen. Nos ayuda a entender el por qué de las cosas que nos manda Dios.


  • CIENCIA: Hace capaz a nuestra inteligencia de juzgar rectamente las cosas creadas de acuerdo con su fin sobrenatural. Nos ayuda a pensar bien y a entender con fe las cosas del mundo.


  • CONSEJO: Permite que el alma intuya rectamente lo que debe de hacer en una circunstancia determinada. Nos ayuda a ser buenos consejeros de los demás, guiándolos por el camino del bien.


  • FORTALEZA: Fortalece al alma para practicar toda clase de virtudes heroicas con invencible confianza en superar los mayores peligros o dificultades que puedan surgir. Nos ayuda a no caer en las tentaciones que nos ponga el demonio.


  • PIEDAD: Es un regalo que le da Dios al alma para ayudarle a amar a Dios como Padre y a los hombres como hermanos, ayudándolos y respetándolos.


  • TEMOR DE DIOS: Le da al alma la docilidad para apartarse del pecado por temor a disgustar a Dios que es su supremo bien. Nos ayuda a respetar a Dios, a darle su lugar como la persona más importante y buena del mundo, a nunca decir nada contra Él.

    Oración al Espíritu Santo 

    Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor; envía Señor tu Espíritu Creador y se renovará la faz de la tierra.
    OH Dios, que quisiste ilustrar los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, guiados por este mismo Espíritu, obremos rectamente y gocemos de tu consuelo.
    Por Jesucristo, nuestro Señor
    Amén.




  • PENTECOSTÉS, algo más que la venida del espíritu...

    La fiesta de Pentecostés es uno de los Domingos más importantes del año, después de la Pascua. En el Antiguo Testamento era la fiesta de la cosecha y, posteriormente, los israelitas, la unieron a la Alianza en el Monte Sinaí, cincuenta días después de la salida de Egipto.

    Aunque durante mucho tiempo, debido a su importancia, esta fiesta fue llamada por el pueblo segunda Pascua, la liturgia actual de la Iglesia, si bien la mantiene como máxima solemnidad después de la festividad de Pascua, no pretende hacer un paralelo entre ambas, muy por el contrario, busca formar una unidad en donde se destaque Pentecostés como la conclusión de la cincuentena pascual. Vale decir como una fiesta de plenitud y no de inicio. Por lo tanto no podemos desvincularla de la Madre de todas las fiestas que es la Pascua.

    En este sentido, Pentecostés, no es una fiesta autónoma y no puede quedar sólo como la fiesta en honor al Espíritu Santo. Aunque lamentablemente, hoy en día, son muchísimos los fieles que aún tienen esta visión parcial, lo que lleva a empobrecer su contenido.

    Hay que insistir que, la fiesta de Pentecostés, es el segundo domingo más importante del año litúrgico en donde los cristianos tenemos la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu Santo.

    Es bueno tener presente, entonces, que todo el tiempo de Pascua es, también, tiempo del Espíritu Santo, Espíritu que es fruto de la Pascua, que estuvo en el nacimiento de la Iglesia y que, además, siempre estará presente entre nosotros, inspirando nuestra vida, renovando nuestro interior e impulsándonos a ser testigos en medio de la realidad que nos corresponde vivir.


    PENTECOSTÉS




    Ven Espíritu - Pentecostés



    Los Dones del Espíritu Santo




    Los Frutos del Espíritu Santo














    Pentecostés



    Pentecostés, fiesta grande para la Iglesia. Con el Espíritu Santo tenemos el espíritu de Jesús y entramos en el mundo del amor. Gracias al Espíritu Santo cada bautizado es transformado en lo más profundo de su corazón. 
    Pentecostés fue un día único en la historia humana.
    En la Creación del mundo, el Espíritu cubría las aguas, “trabajaba” para suscitar la vida.
    En la historia del hombre, el Espíritu preparaba y enviaba mensajeros, patriarcas, profetas, hombres justos, que indicaban el camino de la justicia, de la verdad, de la belleza, del bien. 
    En la plenitud de los tiempos, el Espíritu descendió sobre la Virgen María, y el Verbo se hizo Hombre.
    En el inicio de su vida pública, el Espíritu se manifestó sobre Cristo en el Jordán, y nos indicó ya presente al Mesías.
    Ese Espíritu descendió sobre los creyentes la mañana de Pentecostés. Mientras estaban reunidos en oración, junto a la Madre de Jesús, la Promesa, el Abogado, el que Jesús prometió a sus discípulos en la Última Cena, irrumpió y se posó sobre cada uno de los discípulos en forma de lenguas de fuego (cf. Hch 2,1-13).
    Desde ese momento empieza a existir la Iglesia. Por eso es fiesta grande, es nuestro “cumpleaños”. 
    Lo explicaba san Ireneo (siglo II) con estas hermosas palabras: “Donde está la Iglesia, allí está el Espíritu de Dios, y donde está el Espíritu de Dios, allí está la Iglesia y toda gracia, y el Espíritu es la verdad; alejarse de la Iglesia significa rechazar al Espíritu (...) excluirse de la vida” (Adversus haereses III,24,1).
    Con el Espíritu Santo tenemos el espíritu de Jesús y entramos en el mundo del amor. Gracias al Espíritu Santo cada bautizado es transformado en lo más profundo de su corazón, es enriquecido con una fuerza especial en el sacramento de la Confirmación, empieza a formar parte del mundo de Dios.
    Benedicto XVI explicaba cómo en Pentecostés ocurrió algo totalmente opuesto a lo que había sucedido en Babel (Gen 11,1-9). En aquel oscuro momento del pasado, el egoísmo humano buscó caminos para llegar al cielo y cayó en divisiones profundas, en anarquías y odios. El día de Pentecostés fue, precisamente, lo contrario.
    “El orgullo y el egoísmo del hombre siempre crean divisiones, levantan muros de indiferencia, de odio y de violencia. El Espíritu Santo, por el contrario, capacita a los corazones para comprender las lenguas de todos, porque reconstruye el puente de la auténtica comunicación entre la tierra y el cielo. El Espíritu Santo es el Amor” (Benedicto XVI, homilía del 4 de junio de 2006).
    Por eso mismo Pentecostés es el día que confirma la vocación misionera de la Iglesia: los Apóstoles empiezan a predicar, a difundir la gran noticia, el Evangelio, que invita a la salvación a los hombres de todos los pueblos y de todas las épocas de la historia, desde el perdón de los pecados y desde la vida profunda de Dios en los corazones.
    Pentecostés es fiesta grande para la Iglesia. Y es una llamada a abrir los corazones ante las muchas inspiraciones y luces que el Espíritu Santo no deja de susurrar, de gritar. Porque es Dios, porque es Amor, nos enseña a perdonar, a amar, a difundir el amor.
    Podemos hacer nuestra la oración que compuso el Cardenal Jean Verdier (1864-1940) para pedir, sencillamente, luz y ayuda al Espíritu Santo en las mil situaciones de la vida ordinaria, o en aquellos momentos más especiales que podamos atravesar en nuestro caminar hacia el encuentro eterno con el Padre de las misericordias.

    “Oh Espíritu Santo,
    Amor del Padre, y del Hijo:
    Inspírame siempre
    lo que debo pensar,
    lo que debo decir,
    cómo debo decirlo,
    lo que debo callar,
    cómo debo actuar,
    lo que debo hacer,
    para gloria de Dios,
    bien de las almas
    y mi propia santificación.
    Espíritu Santo,
    dame agudeza para entender,
    capacidad para retener,
    método y facultad para aprender,
    sutileza para interpretar,
    gracia y eficacia para hablar.

    Dame acierto al empezar,
    dirección al progresar
    y perfección al acabar.
    Amén” (Cardenal Verdier).


    Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: www.catholic.net

    2 de junio de 2014

    La Ascensión del Señor - 1 de Junio de 2014

    La Ascensión del Señor1 de junio de 2014

    Jesús Ascendió al Cielo con su Padre, después de haber

    cumplido su misión en la tierra. 
     


    ¡Es el momento en el que Jesús regresó al Cielo con su Padre, después de haber cumplido su misión en la tierra¡

    En el Evangelio de San Lucas 24, 50-53 se narra cómo, después de dar las últimas instrucciones a los Apóstoles, los llevó cerca de Betania y mientras los bendecía, alzando las manos, subió al Cielo. Los Apóstoles lo vieron alejarse hasta que desapareció en una nube.

    Con su Ascensión al Cielo, Jesús nos abre las puertas para que podamos seguirle. La Ascensión es para todos los cristianos un símbolo de esperanza, pues sabemos que Cristo está sentado a la derecha del Padre, intercediendo por nosotros y que un día podremos llegar con Él a gozar de la felicidad eterna. Por esto, celebramos la fiesta con una Misa solemne. Durante la celebración de la Misa, puede haber una procesión solemne, con incienso. El crucifijo se adorna de blanco, se llevan luces y flores.

    ¿Qué nos enseña la Ascensión?

    Debemos luchar por ser perfectos y buenos para poder ir al Cielo con Jesús. Él vivió como todos nosotros su proyecto y lo fue perfeccionando día a día. Su proyecto no terminó con la Muerte, sino que siguió con su Resurrección y su Ascensión.

    Con la Ascensión, Jesús alcanza la meta final y es exaltado; se hace Señor y primogénito de sus hermanos. La plenitud sólo se alcanza al final y es un don de Dios.

    Jesús ha ascendido al Cielo y nos espera en la meta. Nosotros debemos trabajar para cumplir con nuestra misión en la tierra. Hay que vivir como Él, amar como Él, buscar el Reino de Dios.

    Debemos anunciar el Evangelio con la palabra y con la vida.

    Fiesta de la Visitación de la Virgen María

    Fiesta de la Visitación de la Virgen María
    31 de Mayo




    Luego que María Santísima oyó del ángel Gabriel que su prima Isabel también esperaba un hijo, sintióse iluminada por el Espíritu Santo y comprendió que debería ir a visitar a aquella familia y ayudarles y llevarles las gracias y bendiciones del Hijo de Dios que se había encarnado en Ella. San Ambrosio anota que fue María la que se adelantó a saludar a Isabel puesto que es la Virgen María la que siempre se adelanta a dar demostraciones de cariño a quienes ama.
    Por medio de la visita de María llevó Jesús a aquel hogar muchos favores y gracias: el Espíritu Santo a Isabel, la alegría a Juan, el don de Profecía, etc, los cuales constituyen los primeros favores que nosotros conocemos que haya hecho en la tierra el Hijo de Dios encarnado. San Bernardo señala aquí que desde entonces María quedó constituida como un "Canal inmenso" por medio del cual la bondad de Dios envía hacia nosotros las cantidades más admirables de gracias, favores y bendiciones.
    Además, nuestra Madre María recibió el mensaje más importante que Dios ha enviado a la tierra: el de la Encarnación del Redentor en el mundo, y en seguida se fue a prestar servicios humildes a su prima Isabel. No fue como reina y señora sino como sierva humilde y fraterna, siempre dispuesta a atender a todos que la necesitan.
    Este fue el primero de los numerosos viajes de María a ayudar a los demás. Hasta el final de la vida en el mundo, Ella estará siempre viajando para prestar auxilios a quienes lo estén necesitando. También fue la primera marcha misionera de María, ya que ella fue a llevar a Jesús a que bendijera a otros, obra de amor que sigue realizando a cada día y cada hora. Finalmente, Jesús empleó a su Madre para santificar a Juan Bautista y ahora ella sigue siendo el medio por el cual Jesús nos santifica a cada uno de nosotros que somos también hijos de su Santa Madre.


    25 de mayo de 2014

    María Auxiliadora -

    Historia de la Devoción a María Auxiliadora




    El primero que llamó a la Virgen María con el título de "Auxiliadora" fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla en al año 345, el dice: " Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios".
    San Sabas en el año 532 narra que en oriente había una imagen de la Virgen que era llamada "Auxiliadora de los enfermos", porque junto a ella se obraban muchas curaciones.
    San Juan Damasceno en el año 749 fue el primero en propagar la jaculatoria: "María Auxiliadora , rogad por nosotros". Y repite: la virgen es "auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la salvación".
    En Ucrania, Rusia, se celebra la fiesta de María Auxiliadora el 1 de octubre desde el año 1030, en ese año libró a la ciudad de la invasión de una terrible tribu de bárbaros paganos.
    En el año 1572, el Papa San Pió quinto ordenó que en todo el mundo católico se rezara en las letanias la advocación " María Auxiliadora, rogad, por nosotros", porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la batalla de lepanto a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.
    En el año 1600 los católicos del sur de Alemania hicieron una promesa a la Virgen de honrarla con el título de auxiliadora si los libraba de la invasión de los protestantes y hacía que se terminara la terrible guerra de los 30 años. La Madre de Dios les concedió ambos favores y pronto había ya más de 70 capillas con el título de María Auxiliadora de los cristianos.
    En 1683 los católicos al obtener inmensa victoria en Viena contra los enemigos de la religión, fundaron la asociación de María Auxiliadora, la cual existe hoy en más de 60 paises.
    En 1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de mayo. Desde entonces quedó declarado el 24 de mayo como día de María Auxiliadora.
    En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de "Auxiliadora", y le señala el sitio para que le construya en Turín, Italia, un templo.

    Empezó la obra del templo con sus tres monedas de veinte centavos cada una, pero fueron tantos y tan grande los milagros que María Auxiliadora empezó a obtener a favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la Gran Basílica. El Santo solía decir: " Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen", desde aquel Santuario comienza a extenderse por el mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.
    El nombre de Auxiliadora se le daba ya en el año 1030 a la Virgen María, en Ucrania (Rusia), por haber liberado aquella región de la invasión de las tribus paganas. Desde entonces en Ucrania se celebra cada año la fiesta de María Auxiliadora el 1ro de octubre.
    Se tiene constancia de que hacia el año 1558 ya figuraba en las letanías que se acostumbraban recitar en el santuario de Loreto Italia.
    Esta advocación se hizo fuerte ante la invasión de los turcos en 1571 donde San Pío V la invocó como María Auxiliadota de los Cristianos o con los Príncipes Católicos de Alemania fieles al catolicismo frente a las tesis protestantes o frente a las invasiones turcas sobre Viena en el siglo XVII o, incluso, como mano protectora frente a los caprichos de Napoleón Bonaparte que llevo al Papa Pío VII al destierro, y a su liberación, quiso en 1814 instituir en el 24 de mayo su fiesta litúrgica.
    Pero sin duda fue San Juan Bosco, el santo de María Auxiliadora, con el que esta advocación mariana encontró el mejor paladín y trampolín para el desarrollo y popularidad, "No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado"... "Cada ladrillo de esta iglesia - se refería a la gran Basílica que en su obsequio empezó el 1863 - es una gracia de la Virgen María"...
    Pero será exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la opción mariana definitiva: Auxiliadora. "La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana".
    Desde esa fecha el título de Auxiliadora aparece en la vida de Don Bosco y en su obra como "central y sintetizador". La Auxiliadora es la visión propia que Don Bosco tiene de María. La lectura evangélica que hace de María, la experiencia de su propia vida y la de sus jóvenes salesianos, y su experiencia eclesial le hacer percibir a María como "Auxiliadora del Pueblo de Dios".
    En 1863 Don Bosco comienza la construcción de la iglesia en Turín. Todo su capital era de cuarenta céntimos, y esa fue la primera paga que hizo al constructor. Cinco años más tarde, el 9 de junio de 1868, tuvo lugar la consagración del templo. Lo que sorprendió a Don Bosco primero y luego al mundo entero fue que María Auxiliadora se había construido su propia casa, para irradiar desde allí su patrocinio. Don Bosco llegará a decir: "No existe un ladrillo que no sea señal de alguna gracia".
    Hoy, salesianos y salesianas, fieles al espíritu de sus fundadores  y a través de las diversas obras que llevan entre manos siguen proponiendo como ejemplo, amparo y estímulo en la evangelización de los pueblos el auxilio que viene de Santa María.




    La Basílica de María Auxiliadora fue construida en honor a la Virgen a la que San Juan Bosco tuvo gran devoción. La advocación de María Auxiliadora celebra su festividad el día 24 de mayo. 




    Se encuentra en el barrio de Valdocco de la ciudad de Turín (Italia). Es conocida como la Iglesia Madre de la congregación salesiana y de la que parten cada año los misioneros para todo el mundo.

    Se construyó con grandes problemas económicos entre 1864 y 1868, pero Don Bosco con ayuda de sus muchachos del Oratorio Salesiano se preocuparon de exprimir la caridad de la población al máximo. Don Bosco aseguró que el dinero conseguido para la construcción del santuario venía de la Providencia.

    El 9 de junio de 1868 se consagraba el santuario de María Auxiliadora. A las 10:30 horas, subió al altar mayor, para celebrar la primera misa el arzobispo de Turín monseñor Riccardi. A continuación celebró misa Don Bosco. En la iglesia había 1.200 jóvenes.

    En ella se encuentran los cuerpos de San Juan Bosco, Santo Domingo Savio y Santa María Mazzarello.

    En 1938 se terminó la ampliación que consta del presbiterio con la segunda cúpula, de las dos grandes capillas laterales y del nuevo altar de San Juan Bosco con la urna que contiene su cuerpo.

    Junto a la capilla de Santa María Mazzarello hay una escalera que lleva a la cripta o capilla de las reliquias donde se pueden encontrar una gran colección de reliquias. Destaca un trozo del madero de la santa cruz que se conserva en un relicario de alabastro. También destaca un pañuelo manchado de sangre y otros objetos de los mártires salesianos: San Luis Versiglia y San Calixto Caravario.

    Una de las capillas de la cripta, llamada de la aparición, está dedicada al sueño-visión que tuvo Don Bosco en 1844 en el que la Virgen María le mostró los inicios y el desarrollo futuro de su obra, así como el lugar donde debía construirse la iglesia.

    Se encuentran también en dos altares laterales, los restos de los Beatos Miguel Rúa y Felipe Rinaldi, primer y tercer sucesor de Don Bosco respectivamente.






    21 de mayo de 2014

    San Isidro Labrador- 15 de Mayo

    San Isidro Labrador


    (Alrededores de Madrid, hacia 1080 - Madrid, 1130) Santo español, patrono de la Villa de Madrid y de los agricultores. Aunque no se tienen demasiados datos biográficos sobre el santo, parece ser que vino al mundo en el seno de una familia humildísima, poco antes de la reconquista de Madrid, en una casa situada donde en la actualidad se halla la calle de las Aguas. Quedó huérfano muy pronto, así que el joven Isidro se buscó el sustento con trabajos como el de pocero hasta que finalmente se empleó como labrador.






    Cuando Alí, rey de Marruecos, atacó Madrid en 1110, Isidro hizo como muchos otros y se trasladó a Torrelaguna, donde continuó con el mismo género de vida, dedicada al trabajo y a la oración, que había llevado hasta el momento. Fue precisamente en la parroquia de esta localidad donde contrajo matrimonio con una joven llamada María, natural de Uceda, cuya dote matrimonial fue una heredad en su pueblo natal, lo que fue causa de que los esposos se establecieran allí para trabajar las tierras por cuenta propia.
    Aunque Isidro era piadoso y devoto, su esposa no le iba a la zaga a este respecto, ni tampoco en cuanto a laboriosidad, todo lo cual hizo -según la leyenda- que se granjearan la predilección de Dios, que los benefició con su ayuda innumerables veces, como cuando salvó milagrosamente a su hijo único que había caído en un profundo pozo o cuando permitió a María pasar a pie enjuto sobre el río Jarama y así librarse de los infundios de infidelidad que contra ella lanzaban las gentes.

    En 1119, Isidro volvió de nuevo a Madrid, y entró a trabajar como jornalero agricultor al servicio de un tal Juan de Vargas. Estableció su morada junto a la Iglesia de San Andrés, donde oía la misa del alba todas las mañanas y, luego, atravesaba el puente de Segovia -las tierras de su patrón estaban del otro lado del Manzanares- para aprestarse al duro trabajo de roturar la tierra con el arado. Se dice de él que daba cuanto tenía a los menesterosos, y aún a las palomas hambrientas cedía las migas de pan de las que se alimentaba.

    Con el correr del tiempo decidieron los esposos separarse para llevar una vida de mayor santidad; marchó así Isidro a Madrid, mientras María quedaba en Caraquiz consagrada al cuidado de la ermita, la cual barría y aseaba diariamente, al tiempo que pedía limosna para costear el aceite que alumbraba la imagen. La separación duró hasta la última enfermedad del santo, cuando María tuvo noticia por un ángel de la muerte de su marido. Corrió presta a la Villa y no se separó del lado de su esposo hasta que éste exhaló su último aliento. Luego volvió a Caraquiz y, después de unos años, también murió.


    LA VIDA DE SAN ISIDRO LABRADOR





    Película: San Isidro Labrador

    Bienaventurada Virgen María de Fátima




    Todos los días como hoy, los 13 de mayo, se celebra el Día de la Virgen de Fátima, considerada como una de las fiestas dedicadas a la virgen más importantes dentro del calendario católico de celebraciones.
    La fecha escogida responde a la conmemoración de la primera de las apariciones de la virgen en la localidad portuguesa de Cova de Iría, tal día como hoy del año 1917.
    Desde entonces hubo más apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal, entre las que destaca el llamado 'Milagro del Sol', el 17 de octubre de 1917, un que según los escritos de la época fue presenciado por 70000 personas.
    Además de por sus apariciones, la Virgen de Fátima debe su fama a algunas predicciones que se le atribuyen que más tarde se cumplieron, como el intento de asesinato del Papa Juan Pablo II o la Segunda Guerra Mundial.



    EL TRECE DE MAYO





    LOS NIÑOS Y EL SOL-LA VERDADERA HISTORIA DE FÁTIMA



    Fátima | Los Secretos de Fátima "Portugal 13 de Mayo se Apareció a 3 Pastorcito la Virgen Maria"



    11 de mayo de 2014

    3 de Mayo-Día de la Cruz

    La fiesta de la Cruz de Mayo tiene sus antecedentes en la celebración precristiana conocida como Festividad de los Mayos , en la que se conmemoraba el tiempo medio de la primavera rindiendo cultos a la naturaleza. En especial, se festejaba adornando un árbol o erigiendo un tronco o tótem al que se le ponían adornos o flores, mientras se hacían danzas rituales y se cantaban o hacían recitaciones. Con la llegada del cristianismo, esta fiesta fue adaptada a la nueva fe, reemplazándose el tótem por la cruz cristiana.





    Otra interpretación parece tener su origen en el hallazgo por Santa Elena de la cruz donde murió Cristo. La historia, narra como en el emperador Constantino I el Grande, en el sexto año de su reinado, se enfrenta contra los bárbaros a orillas del Danubio, en una batalla cuya victoria se cree imposible a causa de la magnitud del ejército enemigo.



    Actualmente, la liturgia cristiana ha eliminado esta fiesta de su calendario, quedando unificada con la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, celebrada el 14 de septiembre, fiesta de origen similar.