27 de marzo de 2015

Solemnidad de la Anunciación

Hoy la Iglesia celebra el Día de la Anunciación del Señor, un “Sí” que cambió la historia de la humanidad




El Sí valiente que la Santísima Virgen María dio en respuesta al anuncio que el Ángel Gabriel le hizo, es el acontecimiento que cada 25 de marzo la Iglesia conmemora, pues es el día en que fue concebido Jesús, quien llegó para cambiar la historia de la humanidad.
La Solemnidad de la Anunciación se celebra nueve meses antes de la Navidad. Esta respuesta de la Virgen a Dios permitió que desde aquel momento Jesús estuviera entre nosotros y ella se convirtiéndose en protectora del Niño que un día nacería y salvaría con amor al mundo.
“‘El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible’. María contestó: ‘Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra’. Y la dejó el ángel” (Lc. 1, 35 - 38).
En el Evangelio de hoy (Lc. 1, 26-38) se aprecia el diálogo del mensajero de Dios con la Virgen. No fue una imposición sino una propuesta a la que María pudo haber dicho no. Pero la “bendita entre las mujeres” aceptó y se produjo el milagro de Encarnación del Hijo de Dios.
Fue una decisión que trajo inconvenientes a María, puesto que ella estaba comprometida con José y al conocer dicha noticia, José decidió repudiarla en secreto para protegerla. Por lo tanto el Señor interviene y el Ángel en sueños le habla a José, quien acepta el plan de Dios, obteniendo así el privilegio de ser padre de Jesús en la tierra y de formar la Sagrada Familia con María.
Desde aquel momento María tuvo en su vientre a Jesús, no a los tres meses o cuando el embrión tenía forma humana, sino desde el momento de la concepción. He aquí una razón más por la que la Iglesia defiende al bebé desde el primer instante de su vida y por la que hoy se celebra en algunos países el Día del Niño por Nacer.






Hoy, 25 de marzo, se cumplen veinte años que el Papa Juan Pablo II promulgó su Carta Encíclica Evangelium Vitae, sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana.

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El Día del Niño por Nacer se trata de un día en el que se conmemoran los nueve meses que pasa el niño dentro del vientre materno antes de dar a luz. Se celebra todos los 25 de marzo y se festeja porque esa vida dentro del seno materno implica que ese niño ya tiene los derechos que cualquier otro ser vivo tiene.
El 25 de marzo fué el elegido para conmemorar  este día ya que según las creencias de la comunidad católica, entre el 25 de marzo y el 25 de diciembre ocurren los nueve meses anteriores al nacimiento del Niño Jesús.
Se celebra el Día del Niño por Nacer con el objetivo de concienciar sobre la protección de los niños que todavía no han nacido. Con ello se pretende promover una cultura pro-vida y pro-salud, además de intentar reducir los índices de mortalidad tanto infantil como materna. 




22 de marzo de 2015

V DOMINGO DE CUARESMA_CICLO B




En este Domingo Quinto de Cuaresma; podemos destacar la frase :”Si el grano caido en tierra,queda sólo, pero si muere,produce mucho fruto.
Es una frase que recoge el misterio de la persona de Jesús y el propio misterio de la vida cristiana.
De ninguna manera, la muerte de Jesús en la cruz es un fracaso; al contrario cuando el mal aparece y creer vencer;él anuncia la fecundidad del grano que muere y que dará su fruto.
El Señor, como el autentico grano,se dio totalmente y sin condiciones,no dejando nada para si mismo y dando su vida por nosotros.
Los cristianos de hoy y de siempre, debemos de ser semilla que germine y de frutos abundantes; para ello, es necesario nuestra propia conversión interior y nuestro propio ejemplo de vida.
Luchemos contra el egoísmo que nos destruye y acaba destruyendo nuestra propia convivencia.






18 de marzo de 2015

San José

San José, Casto Esposo de la Virgen María
19 de Marzo


En el Plan Reconciliador de Dios, San José tuvo un papel esencial: Dios le encomendó la gran responsabilidad y privilegio de ser el padre adoptivo del Niño Jesús y de ser esposo virginal de la Virgen María. San José, el santo custodio de la Sagrada Familia, es el santo que más cerca está de Jesús y de la Santísima de la Virgen María.
San Mateo (1,16) llama a San José el hijo de Jacob; según San Lucas (3,23), su padre era Helí. Probablemente nació en Belén, la ciudad de David del que era descendiente. Al comienzo de la historia de los Evangelios (poco antes de la Anunciación), San José vivía en Nazaret.
Según San Mateo 13,55 y Marcos 6,3, San José era un "tekton". La palabra significa en particular que era carpintero o albañil. San Justino lo confirma, y la tradición ha aceptado esta interpretación.
Nuestro Señor Jesús fue llamado "Hijo de José", "el carpintero" (Jn 1,45; 6,42; Lc 4,22).
Como sabemos no era el padre natural de Jesús, quién fue engendrado en el vientre virginal de la Virgen María por obra del Espíritu Santo y es Hijo de Dios, pero José lo adoptó amorosamente y Jesús se sometió a él como un buen hijo ante su padre. ¡Cuánto influenció José en el desarrollo humano del niño Jesús! ¡Qué perfecta unión existió en su ejemplar matrimonio con María!
Modelo de silencio y de humildad
Las principales fuentes de información sobre la vida de San José son los primeros capítulos del evangelio de Mateo y de Lucas. En los relatos no conocemos palabras expresadas por él, tan sólo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. Es un caso excepcional en la Biblia: un santo al que no se le escucha ni una sola palabra. Es, pues, el "Santo del silencio".
Su santidad se irradiaba desde antes de los desposorios. Es un "escogido" de Dios; desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor. No es que haya sido uno de esos seres que no pronunciaban palabra, fue un hombre que cumplió aquel mandato del profeta antiguo: "sean pocas tus palabras". Es decir, su vida sencilla y humilde se entrecruzaban con su silencio integral, que no significa mero mutismo, sino el mantener todo su ser encauzado a cumplir el Plan de Dios. San José, patrono de la vida interior, nos enseña con su propia vida a orar, a amar, a sufrir, a actuar rectamente y a dar gloria a Dios con toda nuestra vida.


El Día del padre se celebra en España el día de

San José, por ser este el padre adoptivo de Jesús.











15 de marzo de 2015

IV DOMINGO DE CUARESMA_CICLO B


LA CRUZ DE CRISTO, SALVACIÓN DEL HOMBRE
El cuarto domingo de Cuaresma es el domingo “laetare”, es decir, de la alegría. En medio del rigor penitencial y de la austeridad de la Cuaresma el cristiano vive la eucaristía dominical con un gozo sereno al saber que Dios le ama.

En este ambiente y con la perspectiva de la Pascua se nos presenta el tema de la cruz de Cristo y los grandes temas de la historia de la salvación: la infidelidad del antiguo pueblo de Israel y la fidelidad absoluta de Dios; el pecado del mundo y el amor infinito de Dios, que por su misericordia nos ha entregado al Hijo para que el mundo se salve por él.

El libro de las Crónicas nos recuerda que la infidelidad de los jefes de los sacerdotes y del pueblo israelita es la raíz de la desolación, de la injusticia y del destierro. Dios no responde sólo con el castigo sino con la esperanza del perdón, pues él no quiere la muerte, sino la vida y por eso no abandonará nunca a su pueblo.

El texto evangélico de hoy, que narra la parte conclusiva del coloquio nocturno de Jesús con Nicodemo, es clave definitiva para leer en profundidad el sentido del actuar de Dios en la historia y para comprender el fin último de la encarnación del Hijo del hombre, que es alzado en la cruz, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

¿Cuál es el motivo de la pasión y de la cruz de Cristo? Es el amor de Dios, que se ha mostrado atento a la suerte del mundo y de la humanidad pecadora hasta el punto de entregar a su propio Hijo unigénito a la muerte de cruz. El amor misericordioso de Dios tiene, pues, una finalidad salvífica.

La segunda parte del evangelio presenta el tema del “juicio”. Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. La oferta de salvación es gracia, puro don de la riqueza del Padre y efusión de su bondad. El juicio es presentado por el evangelista San Juan bajo la categoría de la luz, que se acoge o rechaza. Los creyentes son los que aceptan la luz, la oferta de salvación de Dios que es Jesucristo. Los incrédulos son los que aman las tinieblas y obran el mal rechazando el don de Dios y auto excluyéndose de la salvación.






8 de marzo de 2015

III DOMINGO DE CUARESMA_CICLO B


En este tercer domingo de Cuaresma, el Evangelio de Juan nos presenta un episodio muy curioso, del que seguramente todos recordamos. Está llegando la fiesta de la Pascua, es el momento del año más sagrado para el pueblo de Israel. Numerosas tribus de peregrinos llegaban de todos lados para la celebración en Jerusalén, donde se encontraba el templo. Recordemos que el único culto litúrgico para los judíos se celebraba en el Templo de Jerusalén, ya que en las así llamadas sinagogas, lo que se realiza es la enseñanza de la Ley y la oración. Por eso la importancia de la ciudad y del Templo.
En verdad, el Templo de Jerusalén, decidió edificarlo el Rey David para custodiar el “Arca de la Alizanza”. En esa Arca estaban las tablas de la Ley que aseguraba la presencia del Señor en medio de su pueblo. Pero Dios no se lo permitió a David, por causa de sus muchos pecados. Y lo mandó finalmente a construir Salomón, su hijo. Estamos hablando del siglo X antes de Cristo. (Esto lo encontramos en el libro de los Reyes y el libro de Crónicas). Allí se custodió el Arca de la Alianza hasta que el Rey Nabucodonosor de Babilonia se arrebata a Jerusalén y destruye todo, incluso el Templo llevándose cautivos a los Judíos. De esa Arca nunca más se comentó ni se supo dónde terminó. Pero en el destierro Esdras, pidió permiso para volver a las ruinas de su ciudad y reconstruir el templo. Ahora hablamos del siglo VI antes antes de Cristo. Luego hubo otras revueltas que volvieron a destruir el templo. Hasta que en el siglo I antes Cristo el Rey Herodes embelleció el Templo mandando trabajadores por muchos años. Éste es el Templo que vió y conoció Jesús.
Es decir el lugar tan sagrado para los judíos, ahora con tantos peregrinos que venías a presentar sus ofrendas y holocaustos, querrían adquirir allí los animales para ofrecerlos en sacrificio y como muchos venían de otros países habían hasta cambistas de dinero. Todo eso es lo que vio Jesús y por esa razón, expulsó a los mercaderes del Templo, con un látigo hecho de cuerdas. Tal vez estamos acostumbrados a ver a Jesús con la gran mansedumbre que trata a todos los pecadores que se convierten, o darles una oportunidad a todos. Pero aquí lo vemos con una fuerza muy importante para poner fuera del Templo a esta gente.
En el medio del relato hay muchas preguntas y un anuncio muy claro sobre su muerte y resurrección, dando a entender que sobre Él mismo ahora es el centro de la religión. Ya no será más el Templo, sino que habrá una sóla víctima (que es el Hijo amado del Padre), y ya nunca más se necesitarán otros sacrificios. Y el “cordero degollado” resucitó y está vivo. Esto es lo que hay que entender del Evangelio de Juan, pues siempre tiene a Cristo Resucitado como centro. Por eso dice Juan que cuando Jesús resucitó, entonces fue que creyeron en esto que había dicho.
El relato termina con el versículo 25 donde dice: “no necesitaba informes de nadie, porque él sabía lo que hay en el interior del hombre”
Es decir, Juan nos relata que Jesús actuó de esta manera, porque Él sabía lo que hay en el interior de los seres humanos. Y tal vez todo esto es lo que justifica esa manera de actuar. Jesús ve los corazones y las intenciones. La religión no puede mezclarse con el comercio y el mercado. Es un muy buen punto para tener en cuenta.









1 de marzo de 2015

II DOMINGO DE CUARESMA_CICLO B



La Transfiguración del Señor

Es, sin duda, una de las escenas cumbres de la Cuaresma cristiana. El Señor Jesús, para dar ánimo a sus apóstoles, ante la terrible dureza de su Pasión y Muerte, les muestra, en lo alto del Monte, una imagen impresionante de la Gloria Futura… Pero ellos no entendieron nada. Pedro, el –sin duda—más práctico quiere mantener para siempre ese retazo de gloria con las tiendas que quiere construir para Jesús, Moisés y Elías… A nosotros, a veces, nos ocurre lo mismo: interpretamos con superficialidad los muchos testimonios que la cercanía a Jesús de Nazaret nos trae… Pero la Cuaresma es tiempo de enseñanza, de descubrimiento, de búsqueda… Y de espera, sin duda gozosa, de la Resurrección del Señor.






La Jornada de Hispanoamérica


La Conferencia Episcopal Española mantiene desde hace muchos años –se inició en 1959—una jornada dedicada a Hispanoamérica. Aunque es optativa, son muchas las diócesis y parroquias que celebran dicho día especial, que coincide con este domingo del 1 de marzo, el II de Cuaresma. Tiene, sin duda, la Jornada de Hispanoamérica un fuerte componente misionero pues la realidad nos indica que una gran mayoría de las diócesis españolas tienen grupos de sacerdotes diocesanos que ejercen de misioneros en pueblos y ciudades de los diferentes países americanos de habla hispana. Se cita este tema en nuestro tercer editorial.





22 de febrero de 2015

I DOMINGO DE CUARESMA _ CICLO B

22 DE FEBRERO DE 2015

"Tiempo de tentación y de purificación" Domingo I Cuaresma Ciclo B (Mc 1, 12-15)



Es un tiempo de conversión. De confrontarnos con nosotros mismos y de reconocernos tal cual somos. Ver aquello que nos aleja de Dios para desterrarlo de nuestra vida.


Como todos los años, el primer Domingo de Cuaresma, nos encontramos con el relato de las tentaciones de Jesús en el desierto. Este año, en el ciclo B, nos encontramos con el relato más sobrio, que pertenece a Marcos. Dentro del relato mismo vemos claramente dos partes. La primera, centrada en las tentaciones (Mc 1, 12-13); y la segunda, en la que vemos el inicio de la vida pública de Jesús o de su misión (Mc 1, 14-15). Al ver las tentaciones vemos observamos que en los relatos de Mateo y Lucas aparecen explicadas las tentaciones que sufrió nuestro Señor. En Marcos, simplemente se nos dice que fue tentado. La tentación forma parte de nosotros. Nos ayuda a crecer, a purificarnos. Jesús se solidariza con todos nosotros y nos muestra que podemos superar nuestras tentaciones. Ya que Cristo “ha sido probado en todo como nosotros, excepto en el pecado” (Hbr 4, 15).

  Jesús se retira al desierto después de ser bautizado. La plenitud del Espíritu lo arrastra, lo “empuja” textualmente. Y esta será una constante en su vida pública. Jesús se deja mover por el Espíritu. Es un continuo descentrarse, por medio del Espíritu, para centrarse en Dios, en el Padre. Cuando Jesús se retira, en su interior se encuentra sólo frente a Dios. Y en ese tiempo del desierto, no debemos ver sólo un tiempo de tentación, sino también de purificación. Purificarse para llevar a cabo el proyecto de Dios y realizar su voluntad. Los cuarenta días nos hacen recordar tanto el diluvio como el peregrinar por el desierto. Son momentos en los que se lleva a cabo esa purificación.



  Vemos también en Jesús como un “nuevo Adán” en medio del paraíso rodeado de “alimañas” o “animales del campo”. Las fieras se vuelven aliadas del hombre. Es una imagen de los tiempos mesiánicos donde se restablecería el orden de la creación. Pero empieza de forma silenciosa y no en un vergel, sino en el desierto. Esta parte termina con los ángeles sirviendo al Señor. Los ángeles aparecen en contraposición de Satanás. Uno tienta y pone a prueba, mientras que los otros sirven y nos revelan a Jesús como el Hijo. Son signo de la ayuda de Dios en nuestros momentos de debilidad y tentación. Él no nos abandona. Venceremos en nuestras tentaciones, si como Jesús, somos fieles a Dios por encima de las sugerencias de poder y de gloria que el Mundo nos ofrece.

  En la segunda parte, Jesús inicia su vida pública y su misión principal, o casi podríamos decir exclusiva: el anuncio del Reino. Apresado Juan el Bautista, marcha a su tierra a proclamar la Buena Noticia, el Evangelio de Dios. Se ha cumplido el plazo. Aquello que esperábamos ya llega, está entre nosotros aunque no lo veamos. Está actuando ahora mismo y afecta a toda la historia. Y las indicaciones de Jesús son bastante sencillas con respecto a la actitud que debemos tomar: conversión y creed aquello que nos anuncia. Es un tiempo de conversión. De confrontarnos con nosotros mismos y de reconocernos tal cual somos. Ver aquello que nos aleja de Dios para desterrarlo de nuestra vida. Pero es también un tiempo de júbilo, ya que la espera se ha terminado. Es momento de acoger con alegría el reinado de Dios en nuestros corazones. Porque la Cuaresma es un purificarnos para llenarnos de Dios. Un camino que pasa por la Cruz para llegar a la Resurrección.

















18 de febrero de 2015

ESPECIAL CUARESMA

¿Qué es?, inicio de la cuaresma, signos, meditaciones, lecturas, imágenes, oraciones, cuaresma para niños y mucho más...



Inicio de la Cuaresma

Documentos

Recursos para la Cuaresma

Orar en Cuaresma

Podcast de Cuaresma
Cuaresma para niños
Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net


CALENDARIO DE CUARESMA 2015






Miércoles de Ceniza: el inicio de la Cuaresma

18 de febrero 2015

La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo. 




Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
  • “Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”

  • “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"

  • “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
Origen de la costumbre

Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.

En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.



Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.

También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.

La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.

Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.

Significado del carnaval al inicio de la Cuaresma

La palabra carnaval significa adiós a la carne y su origen se remonta a los tiempos antiguos en los que por falta de métodos de refrigeración adecuados, los cristianos tenían la necesidad de acabar, antes de que empezara la Cuaresma, con todos los productos que no se podían consumir durante ese período (no sólo carne, sino también leche, huevo, etc.)

Con este pretexto, en muchas localidades se organizaban el martes anterior al miércoles de ceniza, fiestas populares llamadas carnavales en los que se consumían todos los productos que se podrían echar a perder durante la cuaresma.

Muy pronto empezó a degenerar el sentido del carnaval, convirtiéndose en un pretexto para organizar grandes comilonas y para realizar también todos los actos de los cuales se "arrepentirían" durante la cuaresma, enmarcados por una serie de festejos y desfiles en los que se exaltan los placeres de la carne de forma exagerada, tal como sigue sucediendo en la actualidad en los carnavales de algunas ciudades, como en Río de Janeiro o Nuevo Orleans.



El ayuno y la abstinencia

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre
La oración 

La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.






15 de febrero de 2015

SAN VALENTÍN

14 de Febrero



El amor de Dios reina en el corazón de todos los santos, pero hay uno que tiene la dicha de ser el patrón de los enamorados: San Valentín. Según dice una tradición, San Valentín arriesgaba su vida para casar cristianamente a las parejas durante el tiempo de persecución. Por fin entregó su vida en el martirio, que es la máxima manifestación del amor. El amor de este santo sacerdote por Jesucristo y por defender el Sacramento del Matrimonio nos inspira a elevar el amor humano a las alturas del amor divino para el cual fuimos creados. Los cristianos debemos aprovechar esta fiesta para recuperar el sentido cristiano del amor y del matrimonio a la luz de Cristo.
Como llegó San Valentín a ser el día de los enamorados
1. Para abolir la costumbre pagana de que los jóvenes sacaran por suerte nombres de jovencitas, en honor de la diosa del sexo y la fertilidad llamada Februata Juno, celebrada el 15 de este mes, algunos pastores substituyeron esta costumbre, escribiendo nombres de santos. Así con el tiempo la fiesta sería cristianizada y se celebraba en vez San Valentín.
2. El 14 de febrero se envían postales los enamorados porque, según la creencia medieval procedente de Inglaterra y Francia, ese día, es decir, a mediados del segundo mes del año, "todas las aves escogen su pareja".
Aunque San Valentín sigue siendo reconocido como verdadero santo de la Iglesia, muy poco se sabe de seguro sobre su vida, fuera del hecho de su martirio. Es por eso que el calendario litúrgico celebra el 14 de Febrero a los Santos Cirilo y Metodio en vez de a San Valentín.
El Martirologio Romano presenta dos santos con el nombre de Valentín:
Uno es Obispo de Interamna y el otro sacerdote de Roma. Es posible que se trate del mismo santo que fuera llevado desde su ciudad a Roma para el martirio. Esto se sospecha porque, además de tener el mismo nombre, ambos fueron decapitados en la Vía Flaminia y tienen su fiesta el 14 de febrero.
1. San Valentín de Terni. Nació en Interamna (hoy: Terni, unos 100km al norte de Roma), C. 175. Fue ordenado por San Felicio de Foligno. Consagrado obispo de Interamna por el papa Victor I c. 197.
Famoso por su evangelización, milagros y curaciones. Fue arrestado, torturado y decapitado por Placido Furius durante la persecución de Aurelius. Lo mataron de noche y en secreto para evitar la reacción del pueblo de Terni donde era muy amado. Lo enterraron en la Vía Flaminia, entre Roma y Terni. Su restos mortales están hoy en la Catedral de Terni.
2. San Valentín de Roma. Con San Mario y su familia socorría a los presos que iban a ser martirizados durante la persecución de Claudio el Godo. Fue aprehendido y enviado por el emperador al prefecto de Roma, quien al ver que todas sus promesas para hacerlo renunciar a su fe eran ineficaces, mandó que lo golpearan con mazas y después lo decapitaran. Esto ocurrió el 14, de febrero, por el año 269.
Parece que fue el Papa Julio I quien hizo construir una iglesia cerca de Ponte Mole en memoria del mártir, la cual por mucho tiempo dio el nombre a la puerta hoy llamada Porta del Popolo en Roma (Antes Porta Valentini). La mayor parte de sus reliquias están ahora en la iglesia de Santa Praxedes (cerca de la basílica de Sta. Maria la Mayor, Roma).
Se encuentra mencionado su nombre entre los mártires ilustres en el sacramentario de San Gregorio, en el Misal Romano de Thomasio y en los martirologios.