10 de junio de 2019

PENTECOSTÉS


“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo”.
Hechos de los Apóstoles 2, 1-5



SAN MARCELINO CHAMPAGNAT


Marcelino Champagnat, sacerdote francés que fundó la congregación de los Hermanos Maristas. Nació el año 1789, el mismo año de la Revolución Francesa, en Rosey al sur de Lyon. Sus padres, Juan Bautista y María Teresa, tuvieron 10 hijos, Marcelino fue el noveno. Durante su infancia, trabajó en casa: su familia poseía una pequeña granja y un molino. A los diez años comenzó a ir a la escuela, pero a los pocos días se desanimó y no volvió. A los catorce años, pasó por su casa un buen sacerdote que iba "reclutando" jóvenes para el seminario; se fijó en Marcelino y le animó: "Tienes que estudiar para ser sacerdote. Dios lo quiere." Y Marcelino se decidió.
Ingresó en el Seminario menor y comenzó sus estudios ... con muchos problemas: Como no había ido a la escuela, apenas sabía leer y escribir. Suspendió el primer curso y "le invitaron" a quedarse en su casa ... Pero Marcelino no se desanimó y continuó estudiando. Después de muchos esfuerzos, fue pasando los cursos y pasó al Seminario mayor, en Lyon. Tenía ya 24 años. Allí, junto con otros seminaristas compañeros de estudios, empezó a madurar la idea de fundar una congregación de Hermanos, dedicados a la enseñanza y a la catequesis de los niños. Tres años después fue ordenado sacerdote y lo destinaron a La Valla. En el pueblo los niños no tenían escuela ni catequesis, y los mayores apenas iban a la iglesia. Marcelino empezó a hablar con la gente, se hizo cercano a todos, y el pueblo lo aceptó de buen grado.
Tras una fuerte experiencia con un joven moribundo, el P. Champagnat decidie fundar una congregación de Hermanos que se dedicaran a la enseñanza y a la catequesis de los niños y jóvenes, especialmente los más necesitados. Enseguida dio los primeros pasos, y el 2 de enero de 1817 reunió, en una casita alquilada cerca de la parroquia, a dos jóvenes que le habían manifestado su deseo de ser religiosos. Se llamaban Juan María Granjon y Juan Bautista Audras. Éste fue el principio de los Hermanos Maristas. Pronto acudieron otros jóvenes. Marcelino les ayudó a organizar su vida en comunidad: oración y trabajo, formación personal, sencillez y pobreza. Y una filial devoción a la Virgen María, bajo cuya protección se puso, desde el primer momento, la naciente congregación. Después de un periodo de formación, el P. Champagnat les dio un hábito religioso y los jóvenes firmaron sus primeros compromisos (votos). Al cabo de un año, Marcelino abrió una escuela en La Valla y en seguida se hicieron cargo de ella los Hermanos. Después de esta primera escuela vinieron muchas más. Los párrocos y alcaldes de los pueblos vecinos se disputaban a los Hermanos. Así, el Instituto de los Hermanos Maristas comenzó a crecer, no sin dificultades, y hubo que construir una nueva casa, porque en La Valla ya no cabían todos.
Marcelino Champagnat fue un gran hombre que llevó a cabo una obra extraordinaria: cuidó como un buen pastor a la gente de su parroquia, atendió a huérfanos y ancianos, pero sobre todo se consagró a la educación religiosa de la juventud. Ciertamente, aquello no fue nada fácil. Su austeridad personal y el trabajo incansable fueron minado su salud. Murió en la madrugada del 6 de junio de 1840, a los 51 años, rodeado de sus Hermanos. Sus restos descansan en la capilla de Ntra. Sra. del Hermitage. En el momento de su muerte, la congregación tenía cerca de 300 Hermanos (más 50 que habían muerto ya), 50 casas y escuelas, y alrededor de 7.000 alumnos.
E P. Marcelino Champagnat fue declarado «Beato» en Roma, por S. S. Pío XII, el 29 de Mayo de 1955, domingo de Pentecostés. Tras un largo y detallado estudio, los expertos habían declarado la autenticidad de dos milagros obtenidos por su intercesión.
La ceremonia de canonización del P. Marcelino Champagnat fue celebrada el domingo 18 de abril de 1999.





SAN FRANCISCO CARACCIOLO


Nació en la región de los Abruzos, en Vila Santa María (Italia), el 13 de octubre de 1563 con el nombre de Ascanio Caracciolo. Nació en el seno de una familia rica, su madre era pariente de Santo Tomás de Aquino.

LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Luego que el Señor Jesús se apareció a sus discípulos fue elevado al cielo. Este acontecimiento marca la transición entre la gloria de Cristo resucitado y la de Cristo exaltado a la derecha del Padre. Marca también la posibilidad de que la humanidad entre al Reino de Dios como tantas veces lo anunció Jesús. De esta forma, la ascensión del Señor se integra en el Misterio de la Encarnación, que es su momento conclusivo.




2 de junio de 2019

SAN FÉLIX DE NICOSIA Y SANTOS MARCELINO Y PEDRO, MÁRTIRES


En el siglo de Giácomo Amoroso, italiano, laico de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos (1715-1787).
San Félix nació en la ciudad siciliana de Nicosia en el año 1715 con el nombre de Filippo Giácomo, provenía de una familia humilde y muy religiosa. Al quedarse huérfano de padre, tuvo que trabajar desde niño de zapatero para ayudar en el hogar, oficio que heredó de su difunto padre.
A los 20 años, pidió su admisión en el convento de los capuchinos para que fuera aceptado como Lego, ya que, por ser analfabeto no podía ser clérigo, en esta oportunidad fue rechazado. Sin renunciar por ello a sus propósitos, el joven se entregó al trabajo, las plegarias y la mortificación, renovando cada cierto tiempo su solicitud en el convento. Por fin, luego de siete años fue admitido en 1743 en el convento de los capuchinos en Mistreta luego de hablar personalmente con el padre provincial de Mesina que se encontraba de visita en Nicosia.
Un año después hizo su profesión tomando el nombre de fray Félix de Nicosia y fue llamado a su ciudad natal para ayudar al hermano limosnero en sus rondas por la ciudad, aquí realizó un gran apostolado entre la gente de todas las clases. Cada día recorría las calles y tocaba las puertas de los ricos; siempre agradecía a cada uno, recibiera o no donativos, diciendo: "Que sea por el amor de Dios".
A pesar de ser analfabeto, conocía muy bien las Sagradas Escrituras y la Doctrina de la Iglesia, pues trataba de aprenderse los pasajes bíblicos y textos de libros que se leían en el convento durante las comidas.
En privado, San Félix practicaba grandes austeridades y en público su amor a Dios se manifestaba con la caridad y la obediencia. Éstas cualidades atrajeron hacia él la atención de los fieles, que se encomendaban a sus oraciones. Realizó curaciones milagrosas, sobretodo en la epidemia que sacudió el pueblo de Cerami, en 1777. Curó también las enfermedades del espíritu, convirtiendo a muchos pecadores, inclusive a algunos delincuentes presos, a quienes el santo socorría con alimentos y con la Palabra de Dios.
Era muy devoto de la Eucaristía (se pasaba horas ante el sagrario), la Virgen de los Dolores (llevó en su pecho durante treinta años una estampa de la Virgen) y la Pasión de Cristo (pasaba mucho tiempo con los brazos en cruz meditando el crucifijo).
Murió el 31 de mayo de 1787 en el convento de Nicosia, a la edad de 78 años. Fue Beatificado el 12 de Febrero de 1888 por el Papa León XIII y Canonizado el 23 de Octubre del 2005 por el Papa Benedicto XVI.





Marcelino y Pedro se encuentran entre los Santos romanos que se conmemoran diariamente en el canon de la Misa. Marcelino era sacerdote en Roma durante el reinado de Diocleciano, mientras que Pedro según se afirma, ejercía el exorcismo. Uno de los relatos que habla de la "pasión" de estos mártires, cuenta que fueron aprehendidos y arrojados a la prisión, donde mostraron un celo extraordinario en alentar a los fieles cautivos y catequizar a los paganos. Marcelino y Pedro, fueron condenados a muerte por el magistrado Sereno o Severo, quien ordenó que se les condujera en secreto a un bosque llamado Selva Negra para que nadie supiera el lugar de su sepultura.
Allí se les cortó la cabeza. Sin embargo, el secreto se divulgó, tal vez por el mismo verdugo que posteriormente se convirtió al Cristianismo. Dos piadosas mujeres exhumaron los cadáveres y les dieron correcta sepultura en la catacumba de San Tiburcio, sobre la Vía Lavicana. El emperador Constantino mandó edificar una Iglesia sobre la tumba de los mártires, y quiso que en ese sitio fuera sepultada su madre Santa Elena en el año 827.
El Papa Gregorio IV donó los restos de estos Santos a Eginhard, hombre de confianza de Carlomagno, para que las reliquias fueran veneradas. Finalmente, los cuerpos de los mártires descansaron en el monasterio de Selingestadt, a unos 22 km. de Francfort. Durante esta traslación, cuentan algunos relatos, ocurrieron numerosos milagros.
Las personas oraban: "Marcelino y Pedro poderosos protectores, escuchad nuestros clamores".


SAN JUSTINO



“La oración y la acción de gracias son lo que más agrada a Dios"
San Justino nació alrededor del año 100, en la antigua Siquem, en Samaria (ciudad que en su tiempo se llamaba Naplus). Sus padres eran paganos, de origen griego, y le dieron una excelente educación, instruyéndolo lo mejor posible en filosofía, literatura e historia.
En sus libros, sobre todo "Diálogo con el Judío Tifón" nos cuenta que tuvo un largo camino filosófico de búsqueda de la verdad,luego del cual, llegó a la fe cristiana. Fundó una escuela en Roma, donde enseñaba gratuitamente a los alumnos en la nueva religión, considerada como la verdadera filosofía. En ella, de hecho, había encontrado la verdad y por tanto el arte de vivir de manera recta. Por este motivo fue denunciado y fue decapitado en torno al año 165, bajo el reino de Marco Aurelio, el emperador filósofo a quien Justino había dirigido su «Apología».
Justino y su obras demuestran cómo la Iglesia celebraba el culto desde sus inicios. Las actas que se conservan acerca del martirio de Justino son uno de los documentos más impresionantes que se conservan de la antigüedad. Justino es llevado ante el alcalde de Roma, y empieza entre los dos un diálogo emocionante:
Alcalde. ¿Cuál es su especialidad? ¿En qué se ha especializado?
Justino. Durante mis primero treinta años me dediqué a estudiar filosofía, historia y literatura. Pero cuando conocí la doctrina de Jesucristo me dediqué por completo a tratar de convencer a otros de que el cristianismo es la mejor religión.
Alcalde. Loco debe de estar para seguir semejante religión, siendo Ud. tan sabio.
Justino. Ignorante fui cuando no conocía esta santa religión. Pero el cristianismo me ha proporcionado la verdad que no había encontrado en ninguna otra religión.
Alcalde. ¿Y qué es lo que enseña esa religión?
Justino. La religión cristiana enseña que hay uno solo Dios y Padre de todos nosotros, que ha creado los cielos y la tierra y todo lo que existe. Y que su Hijo Jesucristo, Dios como el Padre, se ha hecho hombre por salvarnos a todos. Nuestra religión enseña que Dios está en todas partes observando a los buenos y a los malos y que pagará a cada uno según haya sido su conducta.
Alcalde. ¿Y Usted persiste en declarar públicamente que es cristiano?
Justino. Sí declaro públicamente que soy un seguidor de Jesucristo y quiero serlo hasta la muerte.
El alcalde pregunta luego a los amigos de Justino si ellos también se declaran cristianos y todos proclaman que sí, que prefieren morir antes que dejar de ser amigos de Cristo.
Alcalde. Y si yo lo mando torturar y ordeno que le corten la cabeza, Ud. que es tan elocuente y tan instruido ¿cree que se irá al cielo?
Justino. No solamente lo creo, sino que estoy totalmente seguro de que si muero por Cristo y cumplo sus mandamientos tendré la Vida Eterna y gozaré para siempre en el cielo.
Alcalde. Por última vez le mando: acérquese y ofrezca incienso a los dioses. Y si no lo hace lo mandaré a torturar atrozmente y haré que le corten la cabeza.
Justino. Ningún cristiano que sea prudente va a cometer el tremendo error de dejar su santa religión por quemar incienso a falsos dioses. Nada más honroso para mí y para mis compañeros, y nada que más deseemos, que ofrecer nuestra vida en sacrificio por proclamar el amor que sentimos por Nuestro Señor Jesucristo.
Los otros cristianos gritaron que ellos estaban totalmente de acuerdo con lo que Justino acababa de decir.
Justino y sus compañeros, cinco hombres y una mujer, fueron azotados cruelmente, y luego les cortaron la cabeza.
Y el antiguo documento termina con estas palabras: "Algunos fieles recogieron en secreto los cadáveres de los siete mártires, y les dieron sepultura, y se alegraron que les hubiera concedido tanto valor, Nuestro Señor Jesucristo a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amen".
Recurso sobre San Justino:

JUNIO ES EL MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




La Iglesia Católica dedica el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, para que los fieles veneren, honren e imiten más intensamente el amor generoso y fiel de Cristo por todas las personas.
Es un mes donde se le demuestra a Jesús, a través de las obras, cuánto se le ama; correspondiendo a su gran amor demostrado al entregarse a la muerte por sus hijos, quedándose en la Eucaristía y enseñando el camino a la vida eterna.
Sobre esta fiesta, el Papa Benedicto XVI afirmó que "al ver el corazón de Señor, debemos de mirar el costado traspasado por la lanza, donde resplandece la inagotable voluntad de salvación por parte de Dios, no puede considerarse culto pasajero o de devoción: la adoración del amor de Dios, que ha encontrado en el símbolo del ‘corazón traspasado’ su expresión histórico-devocional, la cual sigue siendo imprescindible para una relación viva con Dios".
La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los inicios de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el corazón abierto del Señor.
Cuenta la historia que el 16 de junio de 1675, el Hijo de Dios se le apareció a Santa Margarita María de Alacoque y le mostro su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior del mismo salía una cruz.
Santa Margarita escuchó al Señor decir: "he aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio".
Más información sobre el Sagrado Corazón de Jesús:

CORONACIÓN PONTIFICIA DE NUESTRA PATRONA, LA VIRGEN DE CONSOLACIÓN

La Coronación Canónica Pontificia tuvo lugar este sábado en la Plaza de España en una misa oficiada por el obispo Gerardo Melgar.




El sábado por la tarde tuvo lugar la Coronación Canónica Pontificia de la Virgen de Consolación, patrona de Valdepeñas, en la Plaza de España de la ciudad, en una misa oficiada por el Obispo Gerardo Melgar, acompañado de unos quince sacerdotes.
La Plaza de España estaba llena para acoger este acontecimiento, habiéndose ocupado las más de mil sillas habilitadas por la Hermandad de la Virgen de Consolación, además de estar otras muchas personas de pie en los alrededores de la plaza.
El Obispo  ha destacado “lo significativa que es esta fiesta para Valdepeñas”, ciudad que lleva dos años preparándose para la ocasión, realizando actos como conferencias y varias celebraciones. Ha dicho que se ve el fervor de este pueblo por la Virgen y que la Coronación significa el reconocimiento oficial de la gran devoción de los fieles por la Virgen bajo la advocación de Consolación. “Supone un compromiso. Hoy es un día de gratitud y agradecimiento a la Virgen de aquellos que se ponen bajo su manto y consuelo”. Ha añadido que la Virgen es digna de imitar. “Cuando nos hemos sentido desanimados, descubrimos su mirada de amor a nosotros”. “Hoy la reconocemos como madre nuestra”. También ha apuntado que debemos aprender de la Virgen por su amor a Dios y a nuestros hermanos. “Necesitamos amar a Dios y no cambiarle por otros ídolos. Sin él,  nuestra vida no tiene sentido”. Ha comentado que en la actualidad hay un enfriamiento religioso, pero que esta Coronación sirve para renovar la condición de hijos de la Virgen y confiar en su intersección para que nos tienda su mano ante nuestras necesidades y las de nuestra familia. “Es un modelo a imitar para vivir la fe, servir a Dios y a nuestro hermanos”.
El Obispo Gerardo Melgar ha destacado la devoción que nuestros antepasados nos han transmitido hacia la Virgen de Consolación.
Durante la ceremonia también se ha indicado que la Corona Solidaria, destinada al proyecto “Sueños”, ha conseguido recaudar 4.138 euros, más 400 euros de los niños en las flores a la Virgen.



Este evento,  ha contado con la interpretación de la Coral “Maestro Ibáñez”.


Procesión
Tras la ceremonia ha comenzado la Gran Procesión Triunfal de la Coronación, que recorrerá la Plaza de España y la calles Real, Pintor Mendoza, Castellanos, San José, Seis de Junio, Capitán Fillol, Sor Cándida, Caldereros, Seis de Junio, Cristo, Bataneros, Tomás de Antequera, Paseo Luis Palacios, Virgen, y Plaza de España., contando con la representación de más de 40 hermandades de toda España.
La Imagen de Jesús Nazareno Rescatado salió a la glorieta del Convento para recibir a la Virgen de Consolación  a su paso durante la Procesión Triunfal.
Durante el recorrido ha habido momentos de especial intensidad en el que grupos, asociaciones y hermandades rindieron un especial homenaje a la Virgen de Consolación.
Las calles céntricas han sido decoradas para esta procesión, dentro de los preparativos para la Coronación Pontificia.


                                                                      

                                                                                        

                                                                                                                                                 Maite Guerrero



 

LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA A SU PRIMA ISABEL


 Fiesta de la Visitación de María: 

“¡Bendita tú entre las mujeres!”




Cada 31 de mayo la Iglesia celebra la Fiesta de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel, y con este mensaje de caridad de la Madre de Dios es que se concluye el mes mariano.
Según narran los evangelios, el ángel Gabriel le dijo a María que así como ella iba a ser la Madre de Jesús, su prima Isabel también estaba encinta de Juan el Bautista y la Virgen fue en ayuda de su pariente durante tres meses.
De este relato evangélico surgen dos importantes oraciones: la segunda parte del Avemaría y el canto del Magníficat.

Cuando Isabel oyó el saludo de María, “el niño saltó en su seno. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: ‘¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Pero ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno’”. María, la sierva humilde y fraterna que siempre está dispuesta a atender a todos que la necesitan, respondió alabando a Dios por sus maravillas: “Proclama mi alma la grandeza del Señor; se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava…”
San Bernardo de Claraval señalaba que “desde entonces María quedó constituida como un ‘Canal inmenso’ por medio del cual la bondad de Dios envía hacia nosotros las cantidades más admirables de gracias, favores y bendiciones”.




Luego que María Santísima oyó del ángel Gabriel que su prima Isabel también esperaba un hijo, sintióse iluminada por el Espíritu Santo y comprendió que debería ir a visitar a aquella familia y ayudarles y llevarles las gracias y bendiciones del Hijo de Dios que se había encarnado en Ella. San Ambrosio anota que fue María la que se adelantó a saludar a Isabel puesto que es la Virgen María la que siempre se adelanta a dar demostraciones de cariño a quienes ama.



SANTA JUANA DE ARCO Y SAN FERNANDO III REY


Esta santa a los 17 años llegó a ser heroína nacional y mártir de la religión. Juana de Arco nació en el año 1412 en Donremy, Francia. Su padre se llamaba Jaime de Arco, y era un campesino.





    Era hijo del rey Alfonso IX y primo hermano del rey San Luis de Francia. Fue un verdadero modelo de gobernante, de creyente, de padre, esposo y amigo. Emprendió la construcción de la bellísima Catedral de Burgos y de varias catedrales más y fue el fundador de la famosa Universidad de Salamanca. San Fernando III protegió mucho a las comunidades religiosas y se esforzó porque los soldados de su ejército recibieran educación en la fe. Instauró el castellano como idioma oficial de la nación y se esmeró para que en su corte se le diera importancia a la música y al buen hablar literario.
    Sus enfrentamientos tuvieron por fin, liberar a España de la esclavitud en la que la tenían los moros, y por ende liberar también a la religión católica del dominio árabe.
    Como todos los santos fue mortificado y penitente, y su mayor penitencia consistió en tener que sufrir 24 años en guerra incesante por defender la patria y la religión.
    En sus cartas se declaraba: "Caballero de Jesucristo, Siervo de la Virgen Santísima, y Alférez del Apóstol Santiago. El Papa Gregorio Nono, lo llamó: "Atleta de Cristo", y el Pontífice Inocencio IV le dio el título de "Campeón invicto de Jesucristo".
    Propagaba por todas partes la devoción a la Santísima Virgen y en las batallas llevaba siempre junto a él una imagen de Nuestra Señora. Y le hacía construir capillas en acción de gracias, después de sus inmensas victorias. Este gran guerrero logró libertar de la esclavitud de los moros a Úbeda, Córdoba, Murcia, Jaén, Cádiz y Sevilla. Para agradecer a Dios tan grandes victorias levantó la hermosa catedral de Burgos y convirtió en templo católico la mezquita de los moros en Sevilla.



    ¡¡¡ FELICIDADES A TOD@S L@S QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA !!!.


    ENCUENTRO ESCOLAR CON LA PATRONA DE VALDEPEÑAS



    Alrededor de 1.500 escolares de los distintos centros educativos de Valdepeñas han vivido este miércoles una mañana muy especial. Y es que se han desplazado hasta la Plaza de España para mantener un encuentro con la Virgen de Consolación, patrona de Valdepeñas, a la que han dedicado canciones y oraciones. Se trata de una actividad organizada con motivo de los actos de la Coronación Pontificia de la Virgen de Consolación, que tendrá lugar el 1 de junio a partir de las 18:00 horas.

    La actividad está organizada por los tres colegios religiosos de la ciudad (Agustinas, Salesianas y Trinitarios) y también han participado de esta actividad los centros públicos: Jesús Baeza, Luis Palacios y Jesús Castillo.







    Gracias a nuestros alumnos de 5ºA y 6ºB, que han representado a nuestro colegio ante nuestra Patrona, la Virgen de Consolación, en especial a los lectores de la vida de la Madre de Dios. 
    Cristina M y Carlos A.




    26 de mayo de 2019

    SAN FELIPE NERI


    San Felipe nació en Florencia, Italia, en 1515. Su padre se llamaba Francisco Neri. Desde pequeño demostraba tal alegría y tan grande bondad, que la gente lo llamaba "Felipín el bueno". En su juventud dejó fama de amabilidad y alegría entre sus compañeros y amigos.




    SAN BEDA EL VENERABLE


    Historiador y Doctor de la Iglesia, nacido en 672 ó 673 y muerto en 735. En el último capítulo de su gran obra sobre la "Historia Eclesiástica del Pueblo Inglés", Beda nos contó algo de su propia vida, prácticamente todo lo que sabemos de él. Sus palabras, escritas en 731, cuando su muerte no estaba demasiado lejos, no sólo muestran la sencillez y piedad características del hombre, sino que arrojan luz sobre la composición de la obra por la cual se le recuerda mejor en todo el mundo. 



    MARÍA AUXILIADORA


    “En el cielo nos quedaremos gratamente sorprendidos al conocer todo lo que María Auxiliadora ha hecho por nosotros en la tierra”, decía San Juan Bosco, gran propagador del amor a esta advocación mariana que ha estado en la Iglesia y las familias cristianas desde antiguo ante los tiempos difíciles.
    Los cristianos de los primeros siglos llamaban a la Virgen María con el nombre de Auxiliadora. Tanto así que los dos títulos que se leen en antiguos monumentos de oriente son: Madre de Dios (Teotokos) y Auxiliadora (Boetéia).
    Santos como San Juan Crisóstomo, San Sabas y San Sofronio la nombraban también con esta advocación, siendo San Juan Damasceno el primero en propagar la jaculatoria: “María Auxiliadora, ruega por nosotros”.
    "Oh María tú eres poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda", proclamó tiempo después San Germán.

    María Auxilio de los cristianos

    En el siglo XVI, el Papa San Pío V, gran devoto de la Madre de Dios, después de la victoria del ejército cristiano sobre los musulmanes en la batalla de Lepanto, mandó que se invocara a María Auxilio de los cristianos en las letanías.
    En la época de Napoleón, el Papa Pío VII estaba apresado por este emperador y el Pontífice prometió que si salía libre, decretaría una nueva fiesta mariana en la Iglesia. Napoleón cae, el Santo Padre retorna triunfante a su sede pontificia el 24 de mayo de 1814 y decreta que todos los 24 de ese mes se celebraría en Roma la Fiesta de María Auxiliadora.
    Al año siguiente nació San Juan Bosco, a quien la Virgen se le apareció en sueños para que le construyera un templo con el título de Auxiliadora. Es así que el Santo inició dos monumentos: el físico que es la Basílica de María Auxiliadora de Turín y el “vivo” conformado por las Hijas de María Auxiliadora.
    San Juan Bosco aseguraba a sus jóvenes que él y muchos fieles obtenían grandes favores del cielo con la novena a María Auxiliadora y la jaculatoria dada por San Juan Damasceno.
    “Confiad siempre en Jesús Sacramentado y María Auxiliadora y veréis lo que son milagros”, afirmaba San Juan Bosco.

    Más información:




    SAN JUAN BAUTISTA ROSSI


    Nació en 1698, en un pueblecito cerca de Génova (Italia). Cuando tenía diez años, fueron a su pueblo dos esposos muy piadosos a veranear y al ver lo piadoso y bueno que era el muchachito, pidieron permiso a sus padres para llevarlos a su casa de Génova y educarlo allá. Y sucedió que a la casa de estos esposos iban frecuentemente de visita unos padres capuchinos a pedir ayuda para los pobres y estos religiosos le dieron recomendaciones tan laudatorias del buen joven al Padre Provincial que éste lo recomendó a un Canónigo de Roma el cual lo llevó a estudiar a la ciudad eterna.