7 de diciembre de 2013

Segundo Domingo de Adviento 2013- Ciclo A






En medio del Adviento se nos presenta esta gran fiesta de la Inmaculada Concepción que el pueblo cristiano celebra desde hace muchos siglos. Fue antes fiesta popular que conmemoración del propio Magisterio de la Iglesia. Eso hace más grande dicha fiesta y agasaja profundamente a María, la Madre de Jesús y Madre Nuestra. Por todo ello se entiende la prevalencia de la celebración de la Virgen ante el formulario del Domingo II de Adviento

Según disposición de los obispos españoles Este domingo, día 8 de Diciembre, prevalece la Solemnidad de la Inmaculada Concepción sobre los textos del Domingo II de Adviento. Pero se incluye en la Segunda Lectura la relativa al Segundo de Adviento, que es un fragmento de la Carta a los Romanos (Rom.15, 4-9).

 Lc 1, 26-38: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu Palabra" 












FESTIVIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María 


Si quieres conocer la historia del dogma de la Inmaculada Concepción, pincha en la imagen


El día de hoy, 8 de diciembre, la Iglesia Católica mundial celebra una gran solemnidad de la fe, se trata de la Inmaculada Concepción de María, en el que se afirma que María Santísima, madre de Jesús, nació limpia de toda mancha y del pecado original.

"Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del genero humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles."

Dogma proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.

Inmaculada quiere decir que, por los designios maravillosos de Dios, desde el momento en el que empezó la vida humana de María, fue llena de gracia y preservada del pecado, porque iba a ser la madre de Dios en la tierra y luego madre de toda la humanidad por mandato de Jesucristo en la Cruz.

Pero se trata de un misterio de fe que tenemos que comprender con nuestro corazón, María fue designada como Madre de Dios desde antes que el mundo comenzada, porque Dios todo lo sabe y todo lo conoce, y desde ese momento los ángeles del cielo la proclamaron como su madre. Es la designada por Dios para “aplastar la cabeza de la serpiente”, por lo tanto es María nuestra intercesora por la misericordia de su hijo Jesús.

Cuenta la historia que cuando fue declarado el dogma de la Inmaculada Concepción de María, en 1854, las 400 mil templos católicos del mundo en ese momento hicieron una gran fiesta en honor a la Virgen madre de todos los creyentes y madre de la Iglesia.

El amor que Dios mostró a María desde los inicios no tiene comparación, y el amor de María hacia Dios es el vivo ejemplo de lo que nosotros tenemos que tratar de imitar, se trata de un amor de madre, pero de corazón puro, de sometimiento a la voluntad divina, con la plena confianza que Dios hará justicia en el mundo.