1 de diciembre de 2024

ADVIENTO TIEMPO DE SEMBRAR



Adviento, tiempo de sembrar

El domingo 1 de diciembre de 2024 comienza el nuevo año litúrgico con el inicio del Adviento. Este tiempo litúrgico, que nos llevará hasta el 24 de diciembre, es el anuncio de la venida del Salvador. El Adviento nos renueva cada año y nos introduce en la Navidad y en su Misterio. El Adviento, en los tiempos que vivimos, se hace especialmente imprescindible porque es un momento de espera y esperanza, de reflexión y de conversión, de sembrar para luego recoger buenos frutos. Una preparación a una vida nueva.

Dios nos visita y este encuentro debe ser verdadero. Los cristianos esperamos su venida y Él espera nuestras respuestas. Es tiempo de ser sembradores de esperanza.

Cuando más se oscurece el horizonte es cuando más tenemos que avivar la esperanza

La esperanza cristiana y nuestro cambio de actitudes, la conversión, debe manifestarse en el día a día. El Adviento es un tiempo privilegiado para comenzar a responder como Él quiere. Este adviento 2024 es especial: ya que nos prepara tanto para el nacimiento de Nuestro Señor, como lo hizo su Madre María, como para el jubileo 2025 que el papa Francisco ha convocado para toda la Iglesia. En este 2024 estamos preparándonos con la oración. Sólo orando y encontrándonos con el Señor se harán posible todas las gracias jubilares. Seamos orantes. Vivámoslo con alegría.

El Papa Francisco en la Carta para el Jubileo 2025 afirma que "debemos mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras. El próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente".

Por esa razón eligió el lema "Peregrinos de la Esperanza", que bien podemos comenzar a practicarlo en este adviento. El Papa subraya en su Carta que "todo esto será posible si somos capaces de recuperar el sentido de la fraternidad universal, si no cerramos los ojos ante la tragedia de la pobreza galopante que impide a millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños vivir de manera humanamente digna. Pienso especialmente en los numerosos refugiados que se ven obligados a abandonar sus tierras. Ojalá que las voces de los pobres sean escuchadas".

Por ello, el adviento, al igual que el Jubileo, "que nos invita a la conversión, debe unirse a estos aspectos fundamentales de la vida social, para formar un conjunto coherente", nos recuerda el papa Francisco.

Este tiempo es propicio para buscar a Dios, que es la verdadera fuente de alegría. Es tiempo de ser peregrinos de esperanza, de ofrecerla, de caminar juntos. Todos nosotros "debemos ser caritativos, debemos ser pacientes, debemos ser humildes, artífices de paz y no de guerra", como indicaba el Papa en su anuncio del adviento en la audiencia general del 27 de noviembre de 2024.


                  

“Cristo es la esperanza que no defrauda”

Nos introducimos en el tiempo de adviento. La Iglesia invita a cada creyente a abrir las puertas del corazón de par en par y dejar entrar a Cristo. Si Él llega a nuestra vida, la iluminará y nos permitirá conocerlo mejor, amarlo más, seguirlo adecuadamente e imitarlo en el discurrir de nuestra existencia.

Cuando Cristo entra en el corazón se produce un deseo de conversión, de arrancar de nosotros aquello que Dios no quiere, y de plantar el bien, la bondad, la belleza, el servicio, en definitiva, el amor. Por tanto, adviento es tiempo para orar, para el encuentro con Cristo, para convertirnos, para poner nuestra vida en consonancia con la fe. Solo así nace la verdadera esperanza, una esperanza que no defrauda, una esperanza que tiene su meta en el cielo pero que ha de desplegarse en nuestra historia, en el vivir cotidiano. Vivamos en esperanza para ser esperanza para los hombres y mujeres de nuestro tiempo que viven la desesperanza.

Si tenemos a Dios y lo anunciamos para que sea acogido en el corazón de quien reciba la Palabra, le estaremos danto la clave verdadera de la esperanza que no defrauda. Sólo el Señor puede dar un verdadero sentido y horizonte a cada persona, a nosotros.

Este adviento 2024 es especial ya que nos prepara tanto para el nacimiento de Nuestro Señor, como lo hizo su Madre María, como para el jubileo 2025 que el papa Francisco ha convocado para toda la Iglesia. En este 2024 estamos preparándonos con la oración. Sólo orando y encontrándonos con el Señor se harán posible todas las gracias jubilares. Seamos orantes. Vivámoslo con alegría.

"Seamos peregrinos de esperanza en este adviento"

El Señor viene, el Señor está con nosotros. Disfruta de su presencia. Pero no olvides que eres peregrino de esperanza. Tienes que recorrer el camino paso a paso, detrás del Señor y unido a los hombres que son tus próximos. El camino tiene una meta: el cielo. Y en su recorrido es necesario dar la mano a los que están al borde del camino, a los que están cansados, a los que no van por el itinerario adecuado. Todos juntos tenemos que hacer el camino siendo familia solidaria en la que reine el amor y la fraternidad. Somos hijos del mismo Padre Dios. Peregrinamos con esperanza y ofreciéndola a los que nos rodean, especialmente a los pobres, enfermos, ancianos, presos y jóvenes, como nos lo señala el papa Francisco en la Bula de convocatoria del Jubileo.

Seamos peregrinos de esperanza en este adviento. Que la Luz nos ilumine para preparar el establo de nuestro corazón con el fin de que Jesús nazca y sea recibido con nuestro calor y alegría. Con el Señor todo es posible. ¡Ven Señor Jesús! ¡Ven pronto! Aquí estamos con las lámparas encendidas y llenas de aceite esperándote. Trae contigo la paz para el mundo en guerra, enfrentado, polarizado. Que tu paz nos serene y nos permita mirar al hermano con ojos nuevos para establecer nuevas relaciones, para vivir y crecer juntos en el amor y la esperanza. Abrimos las puertas del adviento y del jubileo, entre porque allí está Cristo esperándote.

Francisco Julián Romero Galván,

Director del secretariado del Jubileo 2025 de la CEE








 


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