4 de marzo de 2014

El tamaño de Dios


 VIVIRLO…..
                       
Un niño le pregunto a su papá:
De que tamaño es Dios
Entonces al mirar al cielo su padre vio
Un avión y le pregunto: ¿de que tamaño
Ves aquel avión?
El niño le dijo
Es pequeño, casi no se alcanza a ver.
Entonces el papá lo llevo al aeropuerto
y al estar cerca de un avión le volvió
a preguntar :ahora de que tamaño dices que es
El niño respondió con asombro:
¡Es enorme! El padre le dijo:
Entonces Dios es así el tamaño
Va a depender de la distancia
 
A la que tú estés de El
Cuanto mas cerca estés de Dios Mayor será El en tu vida.  
 

Un abrazo.

1 de marzo de 2014

Miércoles de Ceniza

MIÉRCOLES DE CENIZA
5 de marzo 2014

Con la imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús. 
Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "metanoeiete", es decir "Convertíos". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.
La sugestiva ceremonia de la ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad. Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.
Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia"... Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.

Tradición
En la Iglesia primitiva, variaba la duración de la Cuaresma, pero eventualmente comenzaba seis semanas (42 días) antes de la Pascua. Esto sólo daba por resultado 36 días de ayuno (ya que se excluyen los domingos). En el siglo VII se agregaron cuatro días antes del primer domingo de Cuaresma estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto.
Era práctica común en Roma que los penitentes comenzaran su penitencia pública el primer día de Cuaresma. Ellos eran salpicados de cenizas, vestidos en sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el Jueves antes de la Pascua. Cuando estas prácticas cayeron en desuso (del siglo VIII al X), el inicio de la temporada penitencial de la Cuaresma fué simbolizada colocando ceniza en las cabezas de toda la congregación.
Hoy en día en la Iglesia, el Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos previo. Esta tradición de la Iglesia ha quedado como un simple servicio en algunas Iglesias protestantes como la anglicana y la luterana. La Iglesia Ortodoxa comienza la cuaresma desde el lunes anterior y no celebra el Miércoles de Ceniza.


Significado simbólico de la Ceniza
La ceniza, del latín "cinis", es producto de la combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia. En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive. Muchas veces se une al "polvo" de la tierra: "en verdad soy polvo y ceniza", dice Abraham en Gén. 18,27. El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma (muchos lo entenderán mejor diciendo que es le que sigue al carnaval), realizamos el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente (fruto de la cremación de las palmas del año pasado). Se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
Mientras el ministro impone la ceniza dice estas dos expresiones, alternativamente: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Cf Mc1,15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Cf Gén 3,19): un signo y unas palabras que expresan muy bien nuestra caducidad, nuestra conversión y aceptación del Evangelio, o sea, la novedad de vida que Cristo cada año quiere comunicarnos en la Pascua.


19 de febrero de 2014

Una comparsa que habla de la fe

Ya cercana la Cuaresma, en estos días se celebran en toda España fiestas con motivo del Carnaval. En algunos lugares, como en Cádiz, se celebra con especial intensidad y creatividad, organizando concursos musicales de chirigotas, coplillas recitativas que poseen unas formas musicales muy simples procedentes del pasodoble, la rumba, la sevillana y otros cantos populares. Pero estas canciones destacan especialmente por sus letrillas, de carácter satírico-humorístico sobre la actualidad social.
Pues en esas letras también hay lugar para la fe y sobre cómo es percibido en nuestra sociedad en ocasiones el hecho de ser creyente… todo con un toque de humor crítico…


Letrilla: 
Cada vez que digo que yo soy creyente, 
aparece algún valiente que me juzga 
con la voz cobarde del intransigente 
que surge siempre de la censura.
Esos que presumen ser inteligentes 
y van buscando su razón en la incultura 
porque no entienden que la fe me haga más fuerte 
que simplemente es un invento de los curas, 
que surge nada más, 
que surge por el miedo hacia la muerte.
Y a quién se ofende si le doy gracias a Dios, 
y a quien se ofende si le pido protección,
que más me da quien me comprende
si el creer me hace más fuerte y me hace ser mejor persona.
Si a Dios lo encuentro solamente en el amor,
y no en las manos indecentes
que se justifican si le adoran,
y en las manos pederastas
ni de aquellos que mataran 
ni juraran en su nombre.
Dios está en las manos del que ayuda,
del que no pregunta nunca
y que perdona los errores.
Ese es el Dios que me llena,
ese es el Dios que ilumina,
y si en el mismo día en que me muera
compruebo de verdad que no existiera,
la misma fe que muchos tirarían,
si me hizo ser feliz toda mi vida,
ya habrá valido la pena,
ya habrá valido la pena”.

13 de febrero de 2014

14 de febrero - San Valentín


San Valentín era un sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras . El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados). El emperador Claudio se enteró y como San Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó a Palacio. San Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo.
Aunque en un principio Claudio II mostró interés, el ejército y el Gobernador de Roma, llamado Calpurnio, le persuadieron para quitárselo de la cabeza.
El emperador Claudio dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Entonces, el oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y en nombre del Señor, le devolvió la vista. 

Este hecho convulsionó a Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. De todas formas, Valentín siguió preso y el débil emperador Claudio finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de Febrero del año 270. La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que  el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos.





La fecha de celebración del 14 de febrero fue establecida por el Papa Gelasio para honrar a San Valentín entre el año 496 y el 498 después de Cristo. Los restos mortales de San Valentín se conservan actualmente en la Basílica de su mismo nombre, que está situada en la ciudad italiana de Terni (Italia). Cada 14 de febrero se celebra en dicho templo, una acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren contraer matrimonio al año siguiente. 
La costumbre de intercambiar regalos y cartas de amor el 14 de febrero nació en Gran Bretaña y en Francia durante la Edad Media, entre la caída del Imperio Romano y mediados del siglo XV.
Los norteamericanos adoptaron la costumbre a principios del siglo XVIII. Los avances de la imprenta y el bajón en los precios del servicio postal incentivaron el envío de saludos por San Valentín. Hacia 1840, Esther A. Howland comenzó a vender las primeras tarjetas postales masivas de San Valentín en Estados Unidos.





Aunque sean los enamorados los que principalmente celebran este día, sin embargo hoy en día se festeja también a todos aquellos que comparten la amistad, ya sea maestros, parientes, compañeros de trabajo y todo el que siente, tenga la edad que tenga, el olor del amor que, como flor de primavera, nunca debe perder su agradable perfume.
       ¡Feliz día de los enamorados y de la amistad!













Vídeos sobre la Historia de San Valentín 












 Canción: Longer (1980)

Es una declaración de amor, manteniendo encendida la llama del amor a través del tiempo y las estaciones de la vida.



El tema está interpretado en este video por David Archuleta

Letra  en español

Más que todos los peces
que han habido en el océano
Más alto de lo un ave que haya podido volar
Más que todas las estrellas
que han estado en el cielo
He estado enamorado de ti

Más fuerte que cualquier montaña
en una catedral
Más cierto que el árbol que nunca creció
Más profundo que cualquier bosque primaveral
Estoy enamorado de ti

Traeré calor en los inviernos
Tú harás que llueva en primavera
volaremos sobre cataratas y veranos
con amor en nuestras alas
a través de los años
mientras el fuego empiece a quemar
las líneas en el libro de nuestras vidas
y aunque las páginas se quiebren
y se pongan amarillas
Voy a estar enamorado de ti.
Voy a estar enamorado de ti... 

Más que todos los peces
que han habido en el océano
Más alto de lo un ave que haya podido volar
Más que todas las estrellas
He estado enamorado de tí
Estoy enamorado de tí...

12 de febrero de 2014

Campaña contra el hambre

Domingo 9 de Febrero


Manos Unidas organiza una nueva edición de la Campaña contra el hambre

Manos Unidas celebra un año más la Campaña contra el hambre en esta ocasión con el lema 'Un mundo nuevo, un proyecto común' para sensibilizar a la ciudadanía a cooperar con la población más pobre del mundo y a crear condiciones de desarrollo humano integral.


Manos Unidas celebra un año más la Campaña contra el hambre en esta ocasión con el lema 'Un mundo nuevo, un proyecto común' para sensibilizar a la ciudadanía a cooperar con la población más pobre del mundo y a crear condiciones de desarrollo humano integral. Además trabajarán sobre el objetivo del Milenio número 8 que consiste en fomentar una alianza mundial para el desarrollo. Con este fin y como cada año se recogerán fondos a través de colectas en las parroquias, donativos personales y otras acciones solidarias para financiar un proyecto de cooperación al desarrollo. Este año se destinarán a financiar la construcción de un módulo escolar de secundaria en Benín (África). Su coste es 26.140,00 euros y los responsables de su construcción y organización son los misioneros riojanos presentes en la Misión diocesana de Benín.


2 de febrero de 2014

Presentación de Jesús al templo (Fiesta de la Candelaria)

José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén, también se conoce como

"Día de la Candelaria".

 2 de febrero. 

 Este día también se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.






Origen de la fiesta:

Esta costumbre tiene su origen en la celebración litúrgica de la fiesta de la purificación y la presentación del Niño Dios al templo. 

En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.

Ya que se cumpliera la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Con respecto al niño, todo primogénito debía ser consagrado al Señor, en recuerdo de los primogénitos de Egipto que había salvado Dios. Lo mismo pasaba con los animales primogénitos.
José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles. Después, le dijo a María que una espada atravesaría su alma, profetizando los sufrimientos que tendría que afrontar.









Jornada Mundial de la Vida Consagrada, 2 de febrero




La Jornada de la Vida consagrada se celebrará en la fiesta en que se hace memoria de la presentación que María y José hicieron de Jesús en el templo "para ofrecerlo al Señor" (Lc 2, 22).

La celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que tiene lugar por primera vez el 2 de febrero de 1997 tiene como objetivo ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor 

La misión de la vida consagrada en el presente y en el futuro de la Iglesia, en el tercer milenio, no se refiere sólo a quienes han recibido este especial carisma, sino a toda la comunidad cristiana. En la exhortación apostólica post-sinodal Vita consecrata, publicada en 1996 por Juan Pablo II, escribía: "En realidad, la vida consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para su misión, ya que «indica la naturaleza íntima de la vocación cristiana» y la aspiración de toda la Iglesia Esposa hacia la unión con el único Esposo" (n. 3). A las personas consagradas, pues, quisiera repetir la invitación a mirar el futuro con esperanza, contando con la fidelidad de Dios y el poder de su gracia, capaz de obrar siempre nuevas maravillas: "¡Vosotros no solamente tenéis una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir! Poned los ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu os impulsa para seguir haciendo con vosotros grandes cosas" (ib., 110).

Los motivos de la Jornada de la Vida Consagrada 

La finalidad de dicha jornada es por tanto triple: en primer lugar, responde a la íntima necesidad de alabar más solemnemente al Señor y darle gracias por el gran don de la vida consagrada que enriquece y alegra a la comunidad cristiana con la multiplicidad de sus carismas y con los edificantes frutos de tantas vidas consagradas totalmente a la causa del Reino. Nunca debemos olvidar que la vida consagrada, antes de ser empeño del hombre, es don que viene de lo Alto, iniciativa del Padre, "que atrae a sí una criatura suya con un amor especial para una misión especial" (ib., 17). Esta mirada de predilección llega profundamente al corazón de la persona llamada, que se siente impulsada por el Espíritu Santo a seguir tras las huellas de Cristo, en una forma de particular seguimiento, mediante la asunción de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia. Estupendo don.


                                       







NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA
2 de Febrero.  
Fiesta de la purificación de la Virgen, celebrada universalmente. 


Tanto el nombre de Candelaria como el de Purificación tienen su origen en la fiesta que celebra la Iglesia (antaño con gran solemnidad) el cuadragésimo día del Nacimiento de Jesús (2 de febrero) como cierre del período navideño. Con la purificación de la madre y la presentación del hijo en el templo, quedaba cerrado en la ley judaica el ritual que acompañaba el nacimiento de un niño.

Del verbo latino candere, que significa brillar por su blancura, estar blanco o brillante por el calor (compárese con "incandescencia"), arder, abrasar, se forma en español la palabra candela; y del griego pur (pyr), que significa fuego (compárese con "pira"), procede la palabra latina purus /pura, que contiene también la idea de seleccionar, de elegir. Ambos nombres, pues, encierran la sugestiva idea de fuego.

La fiesta de la Candelaria se llama así porque en ella se bendicen las candelas que se van a necesitar durante todo el año, a fin de que nunca falte en las casas la luz tanto física como espiritual. Los fieles acuden a la misa de este día con las velas, que son bendecidas solemnemente por el sacerdote y a continuación se hace una corta procesión entre dos iglesias cercanas o por el interior de la misma iglesia, con las velas encendidas, cantando el Nunc dimittis servum tuum ("ahora puedo morir en paz, porque mis ojos han visto al Redentor..." el himno que entonó el anciano Simeón, sacerdote, cuando María le presentó a Jesús en el templo. Esta fiesta tenía gran significación cuando la única luz en las casas era la de las velas y candiles.



ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN MARÍA

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, 
en una palabra, todo mi ser, 
ya que soy todo tuyo,
¡oh Madre de bondad!,
guárdame y protégemecomo hijo tuyo. Amén.

San Juan Bosco

31 de enero






  • Transcurre el año 1887. El día 15 de abril el anciano sacerdote Juan Bosco, llamado Don Bosco según la costumbre de Italia, celebra emocionado la Eucaristía en el templo del Sagrado Corazón, en Roma, que había sido consagrado el día anterior. Mientras lo hace, recuerda su vida pasada, y exclama: “¡Todo lo ha hecho ella!”. María, la madre de Jesús, la auxiliadora de los cristianos, ha sido quien ha realizado la obra educativa y social de Don Bosco.

    Juan Bosco había nacido el 16 de agosto de 1815 en un rincón del Piamonte conocido por I Becchi, una casa de campo cercana al pueblo de Castelnuovo, en la comarca de Asti. El Piamonte era todavía entonces un Reino independiente, en una Italia que no estaba constituida como Estado; la capital era Turín. Eran aquellos tiempos difíciles de posguerra. Los ejércitos franceses habían saqueado la comarca durante aquellos últimos años en nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Miseria, hambre y desesperación habían sido la herencia de la ambición napoleónica sobre Europa.

    Los padres de Juan, Francisco Bosco y Margarita Occhiena, eran sencillos campesinos que vivían de su trabajo, personas de fe, que confiaban en la Providencia divina. A los dos ñaos murió el padre. Su madre, puesta su confianza en Dios, afrontó valiente la situación, en un momento en que el hambre se apoderaba de los pueblos y sus gentes morían por los caminos con la boca llena de hierba inútil.

    Mamá Margarita fue la persona que más influyó en Juan Bosco. Mujer exigente y afectuosa, dotada de una gran intuición pedagógica, educó a su hijo en el trabajo, en el conocimiento de Dios y en la vivencia de su presencia amorosa y providente. En medio de las terribles penurias, Margarita, viuda pobre con tres hijos, elevaba sus ojos a Dios, con esperanza y agradecimiento. Este modo de hacer confiado y emprendedor ante cualquier dificultad, fue decisivo para la formación de Juan.

    Él tenía un temperamento espléndido, que miraba al mundo con ojos llenos de sabiduría, y se dedicaba apasionadamente a todo lo que llamaba su atención. A los nueve años tuvo un sueño que le marcó el resto de su vida. Se vio en medio de un campo, cerca de casa, próximo a un agrupo de niños que juegan y se divierten. Pero entre ellos hay algunos que se insultan y pelean. Juan intenta calmarlos a base de gritos y golpes. De repente, aparece Jesús en forma de un hombre atractivo que le dice: “No con golpes, sino con amor y paciencia los harás tuyos y serán tus amigos, y podrás enseñarles a huir del pecado y a obrar la virtud”. Lleno de confusión, Juan contesta que un chico ignorante como él es incapaz de educar a aquellos mozalbetes. El hombre le indica la maestra que le enseñará la obediencia y la adquisición de la ciencia verdadera: María, su propia madre. Esta, a su vez, mostrándole al grupo de chicos le dice: “He aquí tu campo de misión. Sé fuerte, humilde y robusto”. Juan, siempre en sueños, rompe a llorar sin entender nada. Entonces María le coloca su mano sobre la cabeza y le dice: “Cuando se la hora, lo entenderás todo”. Años después, ya adulto, Don Bosco relacionará este sueño con su vocación educativa de la juventud.








  • Día Escolar de la No Violencia y la Paz


    Todos los 30 de enero desde 1964, en conmemoración de la muerte de Gandhi, se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, donde se instruye a los más pequeños en valores como la tolerancia, el respeto y los derechos humanos.
    A diferencia de otros días internacionales, este Día de la Paz no tiene especial relevancia en la esfera política, sino que se centra en los más jóvenes, tal es así que colegios e institutos de todo el mundo celebran programaciones y actos especiales para educar a sus alumnos en estos valores.








    12 de enero de 2014

    Tiempo Ordinario



    Son treinta y tres o treinta y cuatro semanas en el transcurso del año, en las que no se celebra ningún aspecto particular del misterio de Cristo. Es el tiempo más largo, cuando la comunidad de bautizados es llamada a profundizar en el Misterio Pascual y a vivirlo en el desarrollo de la vida de todos los días. Por eso las lecturas bíblicas de las misas son de gran importancia para la formación cristiana de la comunidad. Esas lecturas no se hacen para cumplir con un ceremonial, sino para conocer y meditar el mensaje de salvación apropiado a todas las circunstancias de la vida.

    El Tiempo Ordinario del año comienza con el lunes que sigue del domingo después del 6 de enero y se prolonga hasta el martes anterior a la Cuaresma; vuelve a reanudarse el lunes después del domingo de Pentecostés y finaliza antes del Domingo Primero de Adviento.
    Las fechas varían cada año, pues se toma en cuenta los calendarios antiguos que estaban determinados por las fases lunares, sobre todo para fijar la fecha del Viernes Santo, día de la Crucifixión de Jesús, a partir de ahí se estructura todo el año litúrgico.




    Bautismo del Señor

    Con la celebración del Bautismo del Señor se cierra la temporada de Navidad.



    Normalmente el domingo que sigue a la fiesta de la Epifanía es dedicado a celebrar el bautismo de Cristo, este año se celebra el domingo 12 de enero y señala la culminación de todo el ciclo natalicio o de la manifestación del Señor. Es también el domingo que da paso al tiempo durante el año, llamado también tiempo ordinario.
    El bautismo en el Jordán fue para Jesús dejar la vida silenciosa de Nazaret y el comienzo de su misión mesiánica. Isaías habla del elegido que promoverá el derecho y la justicia, curará y librará. El "elegido" fue investido como Mesías en las aguas del Jordán donde se escuchó la palabra del Padre.
    En muy poco tiempo la liturgia nos hace pasar de la cuna a la madurez.
    Cristo estuvo preparándose para su misión durante 30 años, una misión que consistió en hacer cercano al hombre el Reino de Dios.
    A lo largo de esos años Jesús fue descubriendo su identidad. Para descubrirlo, Jesús siente una llamada especial, es lo que hoy recordamos en la fiesta de su Bautismo.
    La fiesta del Bautismo del Señor nos lleva al inicio de las cosas, a la génesis misma del mundo. Así como en el principio el Espíritu se cernía sobre la superficie de las aguas, en la escena que hoy contemplamos, el que va a ser Redentor de la humanidad brota de las aguas esenciales y es señalado por el Espíritu eterno como Salvador.
    Jesús está a punto de iniciar su misión y busca a Juan Bautista, que predicaba junto al Jordán. El evangelio asegura que Juan se veía como un siervo del Mesías, anunciador de su llegada. Él decía no ser digno de desatarle las sandalias.
    Jesús, pues, se acerca a Juan. Quiere ser bautizado. Es claro que no viene por un bautismo de regeneración, sino que quiere inaugurar su tarea.
    El Padre de los cielos convierte la escena en una escuela personal para Jesús. Él nació de las entrañas de María. Ahora, al salir del agua, oye al Padre Dios decirle: “Tú eres mi Hijo muy querido”. Igual que su Madre le presentó a los pastores y a los magos del Oriente para que le adoraran, el Padre quiere empezar a presentarle ante el mundo, señalándolo como su “predilecto”. Por fin, igual que la estrella le distinguió entre la multitud, Jesús ve cómo el Espíritu Santo le reconoce entre la muchedumbre y, así como la paloma va derecho al lugar de su origen, viene a él para habitar en él. El Espíritu sabe que Jesús es su hogar perpetuo.
    El Bautismo del Señor, además, inaugura el anuncio del Reino del Padre y constata que Jesús inicia la nueva creación. El Señor aparece ante nuestros ojos, finalmente, como nuevo Moisés que, rescatado de las aguas, inició el proceso que culminaría con la ruptura de las cadenas de esclavitud que ataban de pies y manos a sus hermanos.
    Finalmente, nosotros confesamos que Dios nos hizo sus hijos en la fuente bautismal. Esta es nuestra fe: Cristo, que asumió nuestra carne y sangre, santifica las aguas comunicándoles fuerza redentora que se nos transmite en el bautismo. La acción salvífica de Dios actúa en su Hijo predilecto, Jesús, que sintetiza todo: el Espíritu, el agua y la sangre. Jesús como Dios que es, habiendo iniciado las cosas en las aguas primordiales, las restaura en las aguas bautismales.






    21 de diciembre de 2013

    Historias de Navidad

    La primera Navidad


    Un Cuento de Navidad-San Pablo
    El niño del Tambor

    Nochebuena y Navidad



    El Adviento se clausura el 24 de diciembre con una solemne Vigilia que en la Liturgia, lo mismo que en la vida hogareña y social, es como el alboreo de la Pascua, la sonrisa inicial del Divino Infante, y el primer repique del interminable campaneo que ha de estallar en la “Misa del Gallo”, al oír cantar a los Ángeles: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!”.


    LA NAVIDAD
    La Iglesia en su misión de ir por el mundo llevando la Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contemplar y asimilar el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios; a este tiempo lo conocemos como Navidad. Cerca de la antigua fiesta judía de las luces y buscando dar un sentido cristiano a las celebraciones paganas del solsticio de invierno, la Iglesia aprovechó el momento para celebrar la Navidad.
    En este tiempo los cristianos por medio del Adviento se preparan para recibir a Cristo, “luz del mundo" (Jn 8, 12) en sus almas, rectificando sus vidas y renovando el compromiso de seguirlo. Durante el Tiempo de Navidad al igual que en el Triduo Pascual de la semana Santa celebramos la redención del hombre gracias a la presencia y entrega de Dios; pero a diferencia del Triduo Pascual en el que recordamos la pasión y muerte del Salvador, en la Navidad recordamos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.
    Así como el sol despeja las tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos el camino a seguir. Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad celebra esa presencia renovadora de Cristo que viene a salvar al mundo.
    La Iglesia en su papel de madre y maestra por medio de una serie de fiestas busca concientizar al hombre de este hecho tan importante para la salvación de sus hijos. Por ello, es necesario que todos los feligreses vivamos con recto sentido la riqueza de la vivencia real y profunda de la Navidad.
    Por último, es necesario recordar que durante la Navidad celebramos en tres días consecutivos, 26, 27 y 28 de diciembre, tres fiestas que nos hacen presente la entrega total al Señor :
    San Esteban, mártir que representa a aquellos que murieron por Cristo voluntariamente.
    San Juan Evangelista, que representa aquellos que estuvieron dispuestos a morir por Cristo pero no los mataron. San Juan fue el único Apóstol que se arriesgó a estar con La Virgen al pie de la cruz.
    Los Santos Inocentes que representan a aquellos que murieron por Cristo sin saberlo

    16 de diciembre de 2013

    Tercer Domingo de Adviento- Ciclo A









    La Liturgia de este domingo nos impulsa a la alegría. La alegría cristiana tiene un sólido fundamento: el Señor esta cerca; viene a liberarnos del mal, a darnos animo, a sostener nuestra esperanza.










    DOMINGO GAUDETE



    1.- Así llamábamos a este domingo de Adviento cuando decíamos las misas en latín. La antífona de entrada de la Eucaristía de la misa de este domingo recoge estas palabras de la carta de San Pablo a los filipenses: “Alegraos (gaudete) siempre en el Señor. Os lo repito: alegraos. El Señor está cerca”. Es, pues, el domingo de la alegría con la que debemos los cristianos esperar la venida del Señor, que ya está cerca. La esperanza cristiana debe ser siempre una esperanza alegre, porque esperamos a Alguien que sabemos que viene a salvarnos y porque estamos seguros que esta esperanza se cumplirá. Muchas veces los cristianos no vivimos como personas alegres; actuamos como personas tristonas, miedosas, pesimistas. Tenemos demasiado miedo a la enfermedad, a la crisis económica, al fracaso social, a las dificultades propias del momento. No se nos ve la alegría cristiana por ningún lado, no damos testimonio de alegría cristiana porque nos falta la esperanza cristiana. Muchas veces nuestra esperanza cristiana en el Dios que nos salva es sólo un barniz litúrgico y ritual, con el que envolvemos nuestras reales y corrosivas desesperanzas. Decimos, de palabra, que esperamos en Dios, que confiamos en él, pero ante una dificultad un poco seria nos asustamos y actuamos como personas sin esperanza, y, consecuentemente, sin alegría. Es evidente que nuestra esperanza cristiana no nos dispensa de la precaución y de la lucha contra las dificultades, más bien nuestra esperanza cristiana debe darnos fuerzas para luchar y trabajar con más seguridad y con alegría. No se trata de una alegría bulliciosa y exterior, sino de una alegría interior y espiritual, una alegría que nos hace más fuertes, más equilibrados, menos insensatos y miedosos. A vivir el Adviento con esta alegría cristiana es a lo que nos invitan las lecturas de este domingo.

    2.- Se alegrará con gozo y alegría. El profeta Isaías exhorta al pueblo a mantener firme la esperanza en Dios, que vendrá a salvarles: “mirad a vuestro Dios que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará”. Esta esperanza debe traducirse en gozo y alegría, porque el final “verán la gloria del Señor, los ciegos verán, saltarán los cojos y se abrirán los oídos del sordo”. Pero esta esperanza debe ser una esperanza activa, comprometida: “los cobardes de corazón deben hacerse fuertes, fortalecer las manos débiles, robustecer las rodillas vacilantes”. Este es el mensaje para nosotros en este tiempo de Adviento: animados por la esperanza en el Dios que viene a salvarnos, continuemos con fuerza interior y con alegría espiritual nuestro camino de preparación para la Navidad.

    3.- Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo. A la pregunta de los discípulos de Juan sobre si Jesús es o no el Mesías que tenía que venir, el mismo Jesús les responde diciéndoles que miren lo que están viendo y oyendo. Si él está haciendo lo que el profeta Isaías dijo que haría el Mesías, es que él es en realidad el Mesías. Las palabras pueden ser verdaderas o falsas, pero los hechos son siempre lo que son. También a nosotros, a los cristianos de este siglo XXI, la gente no nos va creer por lo que digamos, sino por lo que hagamos. Si nuestra generosidad cura la ceguera de los ciegos, la cojera de los cojos y la sordera de los sordos, seguro que la sociedad creerá en nosotros. Nuestra sociedad necesita más el ejemplo de la generosidad y caridad de la Iglesia, que la defensa teórica de sus dogmas y ritos. En estos tiempos de crisis económica y de valores los cristianos debemos comportarnos de tal manera que la gente vea y oiga que lo que estamos haciendo es atender a los más pobres, ayudar a los más necesitados, defender a los últimos y humillados, predicar la justicia evangélica y amar incondicionalmente a todas las personas. Y que, además, lo estamos haciendo con alegría cristiana. Los que vean esto en nosotros, seguro que empezarán a creer en nosotros.