30 de septiembre de 2025

SAN JERÓNIMO



Jerónimo quiere decir: el que tiene un nombre sagrado.
(Jero = sagrado. Nomos = nombre).
Dicen que este santo ha sido el hombre que en la antigüedad estudió más y mejor la S. Biblia.
Nació San Jerónimo en Dalmacia (Yugoslavia) en el año 342. Sus padres tenían buena posición económica, y así pudieron enviarlo a estudiar a Roma.

 



28 de septiembre de 2025

SAN WENCWALAO DE BOHEMIA



Hijo del rey de Bohemia, Ratislav, el joven príncipe nació en el 907 cerca de Praga. Su abuela, Santa Ludimila, se encargó de la educación de su nieto, inculcándole siempre el amor y servicio al Padre Celestial. Cuando era todavía muy joven, el santo perdió a su padre en una de las batallas contra los magiares; su madre asumió el poder e instauró -bajo la influencia de la nobleza pagana- una política anticristiana y secularista, que convirtió al pueblo en un caos total. Ante esta terrible situación, su abuela trató de persuadir al príncipe para que asumiese el trono para salvaguardia del cristianismo, lo que provocó que los nobles la asesinaran al considerarla una latente amenaza para sus intereses.

Sin embargo, por desconocidas circunstancias, la reina fue expulsada del trono, y Wenceslao fue proclamado rey por la voluntad del pueblo, y como primera medida, anunció que apoyaría decididamente a la Ley de la Iglesia de Dios. Instauró el orden social al imponer severos castigos a los culpables de asesinato o de ejercer esclavitud y además gobernó siempre con justicia y misericordia.

Por oscuros intereses políticos, Boleslao -que ambicionaba el trono de su hermano-, invitó a Wenceslao a su reino para que participara de los festejos del santo patrono y al terminar las festividades, Boleslao asesinó de una puñalada al santo rey. El pueblo lo proclamó como mártir de la fe, y pronto la Iglesia de San Vito -donde se encuentran sus restos- se convirtió en centro de peregrinaciones. Ha sido proclamado como patrón del pueblo de Bohemia y hoy su devoción es tan grande que se le profesa también como Patrono de Checoslovaquia.




                   



SAN VICENTE DE PAÚL

                              

San Vicente de Paúl fue un sacerdote francés.

Es una de las figuras más representativas del catolicismo en la Francia del siglo XVII. Fue fundador de la Congregación de la Misión, también llamada de Misioneros Paúles, Lazaristas o Vicentinos (1625) y, junto a Luisa de Marillac, de las Hijas de la Caridad (1633). Fue nombrado Limosnero Real por Luis XIII, función en la cual abogó por mejoras en las condiciones de los campesinos y aldeanos.

Realizó una labor caritativa notable, sobre todo durante la guerra de la Fronda, una de cuyas consecuencias fue el incremento de menesterosos en su país.









 


¡¡ FELICIDADES A TODAS LAS PERSONAS QUE CELEBRAN HOY SU ONOMÁTICA !!


26 de septiembre de 2025

SAN DAMIÁN Y SAN COSME

                              


Estos dos santos han sido, junto con San Lucas, los patronos de los médicos católicos. En oriente los llaman "los no cobradores", porque ejercían la medicina sin cobrar nada a los pacientes pobres. Lo único que les pedían era que les permitieran hablarles por unos minutos acerca de Jesucristo y de su Evangelio.

Lisias, el gobernador de Cilicia, se disgustó mucho porque estos dos hermanos propagaban efectivamente el cristianismo. Trató inútilmente de que dejaran de predicar, y como no lo consiguió, mandó echarlos al mar. Pero una ola gigantesca los sacó sanos y salvos a la orilla. Entonces los mandó quemar vivos, pero las llamas no los tocaron, y en cambio quemaron a los verdugos paganos que los querían atormentar. Entonces el mandatario pagano mandó que les cortaran la cabeza. Finalmente, derramaron su sangre por proclamar el amor al Divino Salvador.

Junto a la tumba de los dos hermanos gemelos, empezaron a obrarse milagrosas curaciones. El emperador Justiniano de Constantinopla, padeciendo de una grave enfermedad, se encomendó a estos dos santos mártires y fue curado inexplicablemente.






 


25 de septiembre de 2025

SAN CARLOS SEZZE



Este humilde hermano franciscano escribió por orden expresa de sus superiores los recuerdos de hechos especiales que le sucedieron en su vida. Son los siguientes. Nació en 1620 en el pueblo italiano de Sezze.

De familia pobre, cuando empezó a asistir a la escuela, un día por no dar una lección, el maestro le dio una paliza tan soberana que lo mandó a cama. Entonces los papás lo enviaron a trabajar en el campo y allá pensaba vivir para siempre.

Pero sucedió que un día una bandada de aves espantó a los bueyes que Carlos dirigía cuando estaba arando, y estos arremetieron contra él con gravísimo peligro de matarlo. Cuando sintió que iba a perecer en el accidente, prometió a Dios que si le salvaba la vida se haría religioso. Y milagrosamente quedó ileso, sin ninguna herida.

Entonces otro día al ver pasar por allí unos religiosos franciscanos les pidió que le ayudaran a entrar en su comunidad. Ellos lo invitaron a que fuera a Roma a hablar con el Padre Superior, y con su recomendación se fue allá con tres compañeros más.

El superior para probar si en verdad tenían virtud, los recibió muy ásperamente y les dijo que eran unos haraganes que sólo buscaban conseguirse el alimento gratuitamente, y los echó para afuera. Pero ellos se pusieron a comentar que su intención era buena y que deberían insistir. Y entraron por otra puerta del convento y volvieron a suplicar al superior que los recibiera. Este, haciéndose el bravo, les dijo que esa noche les permitía dormir allí como limosneros pero que al día siguiente tendrían que irse definitivamente. Los cuatro aceptaron esto con toda humildad, pero al día siguiente en vez de despacharlos les dijeron que ya habían pasado la prueba preparatoria y que quedaban admitidos como aspirantes.

En el noviciado el maestro lo mandó a que sembrara unos repollos, pero con la raíz hacia arriba. Él obedeció prontamente y los repollos retoñaron y crecieron. Después el superior del noviciado empezó a humillarlo y humillarlo. Él aguantaba todo con paciencia, pero al fin viendo que iba a estallar en ira, se fue donde el maestro de novicios a decirle que se volvía otra vez al mundo porque ya no resistía más. El sacerdote le agradeció que le hubiera confiado sus problemas y le arregló su situación y pudo seguir tranquilo hasta ser admitido como franciscano.

Ya religioso, un día entraron a la huerta del convento unos toros bravos que embestían sin compasión a todo fraile que se les presentara. El superior, para probar qué tan obediente era el hermano Carlos, le ordenó: "Vaya, amarre esos toros y sáquelos de aquí". El se llevó un lazo, les echó la bendición a los feroces animales y todos se dejaron atar de los cachos y lo fueron siguiendo como si fueran mansos bueyes. La gente se quedó admirada ante semejante cambio tan repentino, y consideraron este prodigio como un premio a su obediencia.

Para que no se volviera orgulloso a causa de las cosas buenas que le sucedían, permitió Dios que le sucedieran también cosas muy desagradables. Lo pusieron de cocinero y los platos se le caían de la mano y se le rompían, y esto le ocasionaba tremendos regaños. Una noche dejó el fogón a medio apagar y se quemó la cocina y casi se incendia todo el convento. Entonces fue destituido de su cargo de cocinero y enviado a cultivar la huerta. A un religioso que le preguntaba por qué le sucedían hechos tan desagradables, le respondió: "Los permite Dios para que no me llene de orgullo y me mantenga siempre humilde".

Después lo nombraron portero del convento y admitía a todo caminante pobre que pidiera hospedaje en las noches frías. Y repartía de limosna cuanto la gente traía. Al principio el superior del convento le aceptaba esto, pero después lo llamó y le dijo: "De hoy en adelante no admitiremos a hospedarse sino a unas poquísimas personas, y no repartiremos sino unas pocas limosnas, porque estamos dando demasiado". Él obedeció, pero sucedió entonces que dejaron de llegar las cuantiosas ayudas que llevaban los bienhechores. El superior lo llamó para preguntarle: "¿Cuál será la causa por la que han disminuido tanto las ayudas que nos trae la gente?" "La causa es muy sencilla –le respondió el hermano Carlos-. Es que dejamos de dar a los necesitados, y Dios dejó de darnos a nosotros. Porque con la medida con la que repartamos a los demás, con esa medida nos dará Dios a nosotros".

Desde ese día recibió permiso para recibir a cuanto huésped pobre llegara, y de repartir las limosnas que la gente llevaba, y Dios volvió a enviarles cuantiosas donativos.

Tuvo que hacer un viaje muy largo acompañado de un religioso y en plena selva se perdieron y no hallaban qué hacer. Se pusieron a rezar con toda fe y entonces apareció una bandada de aves que volaban despacio delante de ellos y los fueros guiando hasta lograr salir de tan tupida arboleda.

El director de su convento empezó a tratarlo con una dureza impresionante. Lo regañaba por todo y lo humillaba delante de los demás. Un día el hermano Carlos sintió un inmenso deseo de darle el golpe e insultarlo. Fue una tentación del demonio. Se dominó, se mordió los labios, y se quedó arrodillado delante del otro, como si fuera una estatua, y no le dijo ni le hizo nada. Era un acto heroico de paciencia.

¿Qué era lo que había sucedido? Que el Superior Provincial había enviado una carta muy fuerte al director diciéndole que le había escrito contándole faltas de él. Y éste al pasar por la celda de Carlos había visto varias veces que estaba escribiendo. Entonces se imaginó que era él quien lo estaba acusando. Su apatía llegó a tal grado que le hizo echar de ese convento y fue enviado a otra casa de la comunidad.

Al llegar a aquel convento el provincial, le dijo al tal superior que no era Carlos quien le había escrito. Y averiguaron qué era lo que este religioso escribía y vieron que era una serie de consejos para quienes deseaban orar mejor. El irritado director tuvo que ofrecerle excusas por su injusto trato y sus humillaciones. Pero con esto el sencillo hermano había crecido en santidad.

Las gentes le pedían que redactara algunas normas para orar mejor y crecer en santidad. El lo hizo así y permitió que le publicara el folleto. Esto le trajo terribles regaños y casi lo expulsan de la comunidad. El pobre hombre no sabía que para esas publicaciones se necesitan muchos permisos. Humillado se arrodilló ante un crucifijo para contarle sus angustias, y oyó que Nuestro Señor le decía: "Animo, que estas cosas no te van a impedir entrar en el paraíso".

La petición más frecuente del hermano Carlos a Dios era esta: "Señor, enciéndeme en amor a Ti". Y tanto la repitió que un día durante la elevación de la santa hostia en la Misa, sintió que un rayo de luz salía de la Sagrada Forma y llegaba a su corazón. Desde ese día su amor a Dios creció inmensamente.

Al fin los superiores se convencieron de que este sencillo religioso era un verdadero hombre de Dios y le permitieron escribir su autobiografía y publicar dos libros más, uno acerca de la oración y otro acerca de la meditación.





 



24 de septiembre de 2025

300 ANIVERSARIO & CORONACION CANÓNICA DE MARÍA SANTÍSIMA DE LA PALMA REINA DE LOS MARTIRES

Se acerca el día de la coronación canónica de la Virgen de la Palma de Valdepeñas se realizará el sábado, 11 de octubre de 2025, a las 16:00 horas, en los exteriores de la Iglesia Parroquial del Santísimo Cristo de la Misericordia. Este evento, que también conmemora el tricentenario de la llegada de la imagen, es una celebración de la devoción popular hacia la Virgen, confirmada por la Iglesia Católica.




La talla de María Santísima de la Palma, Reina de los Mártires, es una obra anónima barroca datada de principios del S.XVIII y perteneciente a la escuela castellana o granadina, desconociéndose con exactitud.

Se trata de una Virgen Dolorosa de candelero o de vestir y que procesiona bajo palio cada Jueves Santo, siendo la más antigua que procesiona en la Semana Santa de Valdepeñas.

A pesar de su anonimidad, se puede destacar una gran calidad artística y expresiva que convierte a esta dolorosa en una de las grandes devociones de la ciudad.

 HISTORIA


El amor a la Virgen ha sido una constante en la historia de la corporación. En un principio, la Virgen fue conocida bajo la advocación de Soledad, pero con el tiempo se le cambió el nombre a María Santísima de la Palma, Reina de los Mártires. Esta imagen fue bendecida el 7 de marzo de 1725.

Durante los trágicos sucesos de la Guerra Civil, cuando la iglesia del Cristo de la Misericordia fue profanada y arrasada por el bando republicano, la imagen de la Virgen fue salvada gracias a la valentía de las hermanas franciscanas de la Purísima, en especial de Sor Querubina, quien escondió la imagen en el carbonero del hospital contiguo. Aunque la iglesia fue saqueada, la Virgen no sufrió el mismo destino que el Cristo, que fue quemado junto al templo.

Meses después, el lugar donde estaba escondida la imagen de la Virgen fue descubierto. Sin embargo, por orden del alcalde republicano de Valdepeñas (Félix Torres), la imagen no fue destruida, debido a la profunda devoción que su madre sentía por ella. Aunque la Virgen fue golpeada en la frente y la nariz, daños que no destruyeron la imagen, pero cuyas cicatrices que conserva son un testimonio del odio de aquella época y del triunfo del amor sobre el pecado.

Después de la Guerra Civil, la imagen de la Virgen fue rápidamente restaurada y repuesta al culto, donde sigue siendo venerada hasta hoy.

 Intervenciones

La imagen de la Virgen de la Palma ha pasado por varias restauraciones, especialmente tras los daños sufridos durante la Guerra Civil. A lo largo de los años, la imagen ha requerido de cuidados especiales debido a su antiguedad y desperfectos causados por la guerra:

Después de la Guerra Civil, fue intervenida para restaurar los daños sufridos. En esa misma época, fueron sustituidas las manos (que en un origen estaban juntas en posición orante), por unas nuevas de una calidad deficiente.

En los años 80/90 del s. XX sufrió una serie de restauraciones no adecuadas por parte de personas no cualificadas, lo que afectó negativamente a su aspecto y estado de conservación.

En el año 2006 esta situación fue revertida con la intervención realizada por Antonio José Martínez Rodríguez en la que recuperó las facciones originales de la talla así como sustituyó las manos de la imagen por unas de gran calidad

Desde entonces, se han realizado intervenciones de mantenimiento periódicas de la talla, la cual precisa de una conservación continua debido a los desperfectos que sufrió en la Guerra y que hacen que la policromía se agriete con cierta frecuencia.



La Virgen de la Palma de Valdepeñas fue coronada litúrgicamente el 11 de octubre de 2015, según fuentes de la Hermandad de Misericordia y Palma de Valdepeñas, cuya festividad de conmemoración es celebrada cada año en esa fecha. 

 


¿Qué es una Coronación Canónica y cuál es su significado?

La coronación canónica es uno de los Ritos litúrgicos católicos, instituido en el siglo XVII e incorporado en el siglo XIX a la liturgia romana, usado para resaltar la devoción por una advocación mariana y consiste en la imposición de una corona o coronas al icono o imagen escogida. 

En un principio, podemos pensar que la Coronación canónica no es más que una celebración multitudinaria en torno a una imagen de la Santísima Virgen en la que el Obispo pone sobre las sienes de la imagen de María Santísima la corona que le ofrece su pueblo. Pero eso es simplemente un momento de todo lo que es una Coronación. 

La Coronación Canónica es un proceso en el que hay que demostrar que una imagen concreta recibe un culto multisecular, es decir, que esa imagen haya movido desde muchos años, e incluso siglos atrás a los fieles a una veneración sincera a la Madre de Dios por medio de ese signo que es la imagen. Demostrado esto, la autoridad eclesiástica determina coronarla solemnemente, poniendo sobre su cabeza una corona. Es por tanto, una práctica especial de devoción, unida a la Iglesia; una práctica que nos debe unir más a la Iglesia y a sentirnos Iglesia de Jesucristo unida a María.

¿Qué tipos de Coronaciones Canónicas hay?

Según la instancia o autoridad eclesiástica concedente, la coronación canónica puede ser:

Pontificia: concedida por el pontífice.

Diocesana: concedida por un obispo de diócesis. Inicialmente el obispo sólo tenía la iniciativa, declarando la coronación el Capítulo de San Pedro. Juan Pablo II agilizó el trámite otorgándo la competencia al Ordinario de Lugar.

Litúrgica: es aquella que no necesita de permiso alguno, que la realiza cualquier eclesiástico y puede llegar a ser elevada al rango de Canónica Diocesana.

¿Cómo se prepara una Coronación Canónica?

Contiene diversos aspectos o dimensiones:

1) Formación doctrinal: Los miembros de la asociación que pide la coronación deben leer y estudiar una serie de documentos magisteriales relacionados con la Virgen o de los Santos que desean coronar. Los siguientes documentos son sugerencias: de Pablo VI, Marialis cultus; de Juan Pablo II, Redemptor hominis, Redemptoris Mater, Dives in misericordia, Novo millenio ineunte, Rosarium Virginis Mariae, así como documentos de la Conferencia Episcopal Española.

2) Dimensión espiritual: Retiros mensuales o trimestrales, ejercicios espirituales, actos de piedad (Rosarios, triduos, novenas...).

3) Dimensión litúrgica: Como preparación remota y próxima a la coronación, hay que celebrar Liturgias de la Palabra, Celebración de la Eucaristía, celebraciones de la Penitencia, formación litúrgica (año litúrgico, cómo rezar con la liturgia, liturgia y vida...).

4) Dimensión socio-caritativa: Deben realizar un proyecto social con ocasión de la coronación, transitorio o permanente, fundaciones con destino social, etc.

 ¿Qué criterios diocesanos hay para la coronación canónica de imágenes?

Cuando una asociación canónica, una hermandad, una parroquia o un grupo de fieles soliciten la coronación canónica de una imagen de la Virgen, se tendrán en cuenta siguientes criterios:

1. Antigüedad. Que la veneración a dicha imagen sea desde hace más de 50 años.

2. Devoción. Que la devoción sea vivida y manifestada durante todo el año y que se irradia al menos al ámbito del territorio parroquial. La solicitud deberá ser presentada por la junta directiva de la asociación de fieles (en el caso de hermandades y asociaciones), ser acompañada por un “dossier”, que explique los motivos para la coronación, historia de la devoción, actos de la coronación, preparación a la misma, presupuesto, y cuanto acredite los dos puntos anteriores. Será dirigida al Sr. Obispo, con el informe por escrito del párroco respectivo.


 





NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED



La Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco, en 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos. Esta advocación mariana nace en España y se difunde por el resto del mundo.

San Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una orden dedicada a la merced (que significa obras de misericordia). Su misión era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos de los miembros de la orden canjeaban sus vidas por la de presos y esclavos. Fue apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort.

San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Su espiritualidad es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.

En 1272, tras la muerte del fundador, los frailes toman oficialmente el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son más conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal en 1406, siendo general de la Merced, dice: "María es fundamento y cabeza de nuestra orden".

Esta comunidad religiosa se ha dedicado por siglos a ayudar a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.

El Padre Gaver, en 1400, relata como La Virgen llama a San Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación.

Nolasco la pide ayuda a Dios y, en signo de la misericordia divina, le responde La Virgen María diciéndole que funde una orden liberadora.

Desde el año 1259 los padres Mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual se extiende por el mundo.








 


¡¡ FELICIDADES A TODAS LAS PERSONAS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA <

SAN PÍO DE PIETRELCINA



 “Oh Jesús, mi suspiro y mi vida, te pido que hagas de mí un sacerdote santo y una víctima perfecta”, escribió una vez San Pío de Pietrelcina.






 


22 de septiembre de 2025

SAN MAURICIO EL TEBANO


San Mauricio (llamado también Maurice, Moritz o Mauritius). Era el comandante de la Legión Tebana y murió martirizado a principios del siglo III.

La Legión Tebana, integrada sólo por cristianos procedentes de Egipto, recibió órdenes de partir hacia Galia para auxiliar al emperador Maximiano. Aunque combatieron valientemente, rehusaron obedecer la orden imperial de perseguir a los cristianos, por lo que fueron diezmados. Al negarse por segunda vez, todos los integrantes de la Legión Tebana fueron ejecutados. El lugar en que supuestamente tuvieron lugar estos hechos, conocido como Agaunum, es ahora la sede de la abadía de Saint Maurice, en el cantón suizo de Valais.

Esta es la versión más antigua de la historia del martirio de la Legión Tebana, de acuerdo con la carta que Eucherius, arzobispo de Lyon (c. 434 – 450) dirigió al también obispo Salvius. En otras versiones varía la causa del martirio, y los legionarios son ejecutados por negarse a hacer sacrificios a los dioses romanos.










21 de septiembre de 2025

SAN MATEO



Dos de los cuatro evangelistas dan a San Mateo el nombre de Leví, mientras que San Marcos lo llama, "hijo de Alfeo". Posiblemente Leví era su nombre original y adoptó el mismo el nombre de Mateo cuando se convirtió en seguidor de Jesús.








 

¡¡FELICIDADES A TODAS LAS PERSONAS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA!!



SAN PEDRO ARBUÉS


San Pedro de Arbués, nació en Aragón (España) en 1441. Como tenía muy especiales cualidades intelectuales, sus padres lo enviaron a estudiar a la famosa Universidad de Bolonia. Habiéndose graduado de doctor en derecho, volvió a España y allá fue nombrado Canónigo de la Catedral de Zaragoza. Defendió a la religión católica de los herejes que querían enseñar doctrinas falsas. Estos trataron de sobornarlo ofreciéndole grandes cantidades de dinero si dejaba de oponérseles. Como no lo lograron, dispusieron matarlo. Varias veces se salvó milagrosamente de criminales atentados.
Varios herejes se juntaron con los judíos de Zaragoza y se propusieron atacar al santo cuando fuera a la catedral a orar. Y el 14 de septiembre de 1485, estando él de rodillas orando, lo asesinaron. El autor intelectual del crimen se suicidó en la prisión. Los autores materiales fueron sentenciados a muerte.

 


SAN JOSÉ MARÍA DE YERMO Y PARRES



El sacerdote José María de Yermo y Parres nació en la Hacienda de Jalmolonga, municipio de Malinalco, Edo. de México el 10 de noviembre de 1851, hijo del abogado Manuel de Yermo y Soviñas y de María Josefa Parres. De nobles orígenes, fue educado cristianamente por el papá y la tía Carmen ya que su madre murió a los 50 días de su nacimiento. Muy pronto descubrió su vocación al sacerdocio.

A la edad de 16 años deja la casa paterna para ingresar en la Congregación de la Misión en la Ciudad de México. Después de una fuerte crisis vocacional deja la familia religiosa de los Paúles y continúa su camino al sacerdocio en la Diócesis de León, Gto. y allí fue ordenado el 24 de agosto de 1879. Sus primeros años de sacerdocio fueron fecundos de actividad y celo apostólico. 

Fue un elocuente orador, promovió la catequesis juvenil y desempeñó con esmero algunos cargos de importancia en la curia, a los cuales por motivo de enfermedad tuvo que renunciar. El nuevo obispo le confía el cuidado de dos iglesitas situadas en la periferia de la ciudad: El Calvario y el Santo Niño. Este nombramiento fue un duro golpe en la vida del joven sacerdote. Le sacudió profundamente en su orgullo, sin embargo decidió seguir a Cristo en la obediencia sufriendo esta humillación silenciosamente. 

Un día, mientras se dirigía a la Iglesia del Calvario, se halla de improviso ante una escena terrible: unos puercos estaban devorándose a dos niños recién nacidos. Estremecido por aquella tremenda escena, se siente interpelado por Dios, y en su corazón ardiente de amor proyecta la fundación de una casa de acogida para los abandonados y necesitados. Obtenida la autorización de su obispo pone mano a la obra y el 13 de diciembre 1885, seguido por cuatro valientes jóvenes, inaugura el Asilo del Sagrado Corazón en la cima de la colina del Calvario. Este día es también el inicio de la nueva familia religiosa de las “Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres”. 

Desde ese día el Padre Yermo pone el pie sobre el primer peldaño de una larga y constante escalada de entrega al Señor y a los hermanos, que sabe de sacrificio y abnegación, de gozo y sufrimiento, de paz y de desconciertos, de pobrezas y miserias, de apreciaciones y de calumnias, de amistades y traiciones, de obediencias y humillaciones. Su vida fue muy atribulada, pero aunque las tribulaciones y dificultades se alternaban a ritmo casi vertiginoso, no lograron nunca abatir el ánimo ardiente del apóstol de la caridad evangélica. 

En su vida no tan larga (1851-1904) fundó escuelas, hospitales, casas de descanso para ancianos, orfanatos, una casa muy organizada para la regeneración de la mujer, y poco antes de su santa muerte, acontecida el 20 de septiembre de 1904 en la ciudad de Puebla de los Ángeles, llevó a su familia religiosa a la difícil misión entre los indígenas tarahumaras del norte de México. Su fama de santidad se extendió rápidamente en el pueblo de Dios que se dirigía a él pidiendo su intercesión. Fue beatificado por Su Santidad San Juan Pablo II el 6 de mayo 1990 en la Basílica de Ntra. Sra. de Guadalupe en la Ciudad de México y canonizado el 21 de Mayo del 2000 en Roma.




             


19 de septiembre de 2025

SANTA SOFÍA y SAN JOSÉ DE CUPERTINO

SOFÍA SE VENERABA JUNTAMENTE CON SUS TRES HIJAS: PISTIS, ELPIS Y AGAPE, NOMBRES QUE SIGNIFICAN SABIDURÍA, FE, ESPERANZA Y CARIDAD.




Enseñó a sus tres hijas en el temor de Dios. Cuando ellas tenían ocho, diez y once años respectivamente, su madre se mudó a Roma y las llevó con ella. Todos los domingos, las cuatro visitaban juntas las diversas iglesias de la ciudad.

Sofía hizo amistad con muchas matronas romanas y logró convertir a varias de ellas. Alguien denunció este hecho ante el emperador Adriano, quien al conocer a las tres niñas quedó tan prendado de ellas y de su hermosura que intentó adoptarlas como hijas, pero como a este proyecto se enfrentaran firmemente tanto las niñas como su madre, el emperador las condenó a diferentes tormentos.

De torturar a Fe, la mayor, se encargaron treinta y seis soldados, quienes primero la azotaron, y luego, delante de una enorme multitud, le arrancaron de cuajo los pechos. Cuantos presenciaron tan terribles escenas fueron testigos de que mientras las heridas que los azotes produjeron en el cuerpo de la jovencita brotaba leche en vez de sangre, de las de sus senos manaba sangre en lugar de leche. En vista de este milagro, el público empezó a protestar y a insultar al césar, calificando su proceder de injusto. Fe, a pesar de que estaba contenta de padecer aquellos suplicios por Cristo, unió sus voces a las de la multitud e despreció también al emperador. Entonces éste ordenó que colocaran a la doncella sobre una parrilla de hierro incandescente. Ilesa salió la niña de tan terrible tormento, tercero de la serie de ellos a que fue sometida, e ilesa salió del cuarto que a continuación le aplicaron, que consistió en ser arrojada a una sartén llena de aceite y de cera hirviendo, visto lo cual Adriano mandó a sus verdugos a que la degollaran, y a través de esta quinta tortura la santa niña murió. Inmediatamente el emperador hizo comparecer a Esperanza, y como no logró doblegar su voluntad para que sacrificara ante los ídolos, ordenó que la metieran en una caldera en la que hervía a borbotones un líquido compuesto de grasas, cera y resina derretidas. Al introducir a la muchachita en el recipiente, las gotas que de él saltaron produjeron quemaduras en los infieles que presenciaban el espectáculo; pero, como a Esperanza aquel baño no le producía ni la más mínima lesión, Adriano mandó que la sacaran de la caldera y que le cortaran la cabeza con una espada. Mientras duraron los martirios de sus dos hijas mayores, Sofía permaneció al lado de Caridad dándole ánimos, y ésta, a pesar de ser tan pequeñita, ni trató de congraciarse con el emperador, ni cuando le llegó el turno hizo caso alguno de los halagos ni de sus amenazas, por lo cual el impío Adriano mandó que la tendieran en el suelo y que le descoyuntaran todos sus miembros; después, la apalearon, luego la azotaron con varas, seguidamente la arrojaron a un horno encendido del que salían aparatosas y prolongadas llamas que alcanzaron y abrasaron a muchos idólatras que se encontraban cerca, presenciando el macabro espectáculo. La niña, sin embargo, totalmente ilesa, y radiante como el oro, risueña y feliz, iba de un lugar a otro, paseando contenta, entre el fuego de la hoguera. Desde el exterior los verdugos atravesándole el cuerpo con barras de hierro al rojo vivo; mas como tampoco esto hiciera mella en el ánimo de la pequeña, Adriano mandó que la degollaran, como a sus hermanas. De este modo, Caridad, que había sufrido alegremente las pruebas a las que fue sometida, conquistó también la corona del martirio. La santa madre, ayudada por alguno de los presentes, enterró los cuerpos de sus santas hijas, y postrada ante la tumba común, exclamaba:

-¡Hijas mías queridísimas! ¡Yo quiero reunirme con vosotras!

Algún tiempo después Sofía murió en la paz del Señor. Su cuerpo fue enterrado por los cristianos en la misma sepultura de sus hijas. También ella fue mártir, puesto que padeció en sus entrañas maternales cada uno de los tormentos que padecieron sus tres hijas.

Adriano acabó su vida roído de podredumbre y de remordimientos, reconociendo que se había comportado inicuamente con aquellas santas y cruelmente con los adoradores de Cristo.





FELICIDADES A TODAS LAS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA.



"La obediencia es como un cuchillo por el cual se mata la voluntad del hombre y se le ofrece a Dios. Hace que el hombre se valla conformando con el cielo.”