19 de octubre de 2025

19 DE OCTUBRE - DOMUND 2025


El domingo 19 de octubre la Iglesia celebra el DOMUND, la Jornada Mundial de las Misiones, organizada por Obras Misionales Pontificias(OMP). Es el día en el que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones. Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”. Este año el lema elegido para la celebración de esta Jornada es “Misioneros de esperanza entre los pueblos».

«Misioneros de esperanza entre los pueblos», lema de este año

El lema de este año para el Domund”, viene dado en el mensaje del papa Francisco para este Día. En él, recordaba a cada cristiano, y a la Iglesia como comunidad de bautizados, su vocación fundamental a ser mensajeros y constructores de esperanza. Esta vocación necesita el apoyo del resto de la Iglesia. ¿Cómo? Hay tres formas de cooperación misionera: personal, espiritual y económica. No se trata sólo de colaborar con la misión, sino de participar en ella. 

España: segundo país que más colabora con el Domund

En la actualidad, España es el segundo país que más colabora con el Domund, por detrás de Estados Unidos. Nuestro país envió a misiones en 2024 10.351.613,49€ para la financiación de los proyectos de 2025.

Además, España es uno de los países que más misioneros tiene repartidos por el mundo. Unas 377 instituciones envían misioneros a la misión, cada una con un carisma diferente, pero todas en comunión con la Iglesia.

En la base de datos de OMP, hay registrados 9.648 misioneros españoles. De ellos, 5.624 están en destino, y 4.024 en España, colaborando con la animación misionera o a la espera de nuevos destinos. Además, el 53% de los misioneros españoles son mujeres, y el 47% hombres y el país con más misioneros españoles es Perú (524).

Cabe destacar en este día que en total existen 1.131 territorios de misión, que representan un tercio de las diócesis del mundo. En ellos, se encuentran cerca de la mitad de las escuelas de la Iglesia Católica, y el 30% de sus instituciones sociales (hospitales, orfanatos, residencias…).


JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES

El Domund es el día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones.

Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”.








ESPERANZA CON FUNDAMENTO

José María Calderón,

Director de OMP en España

En este mundo en el que vivimos, hay muchas promesas. Los políticos, los economistas, los publicistas, los comerciales…, todos nos prometen un mundo mejor, sin tanto sufrimiento, sin tanta guerra, y ¡nunca termina de hacerse realidad!

Es una promesa ingenua y sin fundamento, porque se olvidan de que el ser humano es pecador y, mientras estemos en esta tierra, siempre habrá egoísmo, soberbia, deseos de venganza… Lo “divertido” es que ¡los que lo prometen también son pecadores!; y muchas veces sus promesas se convierten en trampolín para conseguir ellos lo que prometen, pero que a los demás no dan. Además, se olvidan de que en este mundo siempre, siempre, habrá enfermedades, catástrofes, accidentes… involuntarios, pero reales. Y, por mucho que nos esforcemos, no conseguiremos evitarlos.

No es que no crea que el hombre puede hacer cosas bonitas y grandes en este mundo. De hecho, es algo que no podemos dejar de desear, pero con sentido de la realidad: la esperanza no la dan las cosas de esta tierra; la esperanza de verdad la da exclusivamente Dios.

Por eso, me atrevo a decir que los hombres y mujeres que han abandonado todo para dedicar su vida a llevar la verdad del Evangelio son lo que pueden provocar la esperanza en las personas, en las culturas, en los pueblos. Los misioneros que proponen el verdadero ideal del hombre, que no es otro que Cristo, son, sin duda, sembradores de esperanza para aquellos cuyo horizonte es pequeño y caduco.

No prometen falsas riquezas, no prometen un mundo sin dolor. Al dolor lo llaman cruz, y en la Cruz encuentran al Redentor. No prometen un mundo sin injusticias y sin abusos ni atropellos, porque no promueven una ideología. Prometen un mundo en el que el hombre está llamado a convertirse, a mirarse ante el Salvador y proponerse renovar su deseo de eternidad.

El Domund de este año nos pone delante a esos sacerdotes, religiosas, obispos, laicos y familias que no viven de utopías, de sueños inalcanzables, sino que miran al mundo, a los pueblos, a las gentes con un profundo amor y desean darles la seguridad de un Dios que les ama con locura y que quiere para ellos lo mejor. Un Dios que ha regalado al hombre que se dirige a Él el perdón y la misericordia. Un Dios que le ha prometido la felicidad para toda la eternidad. Un Dios que no le engaña y no le dice que su vida, aquí en la tierra, va a ser perfecta, pero sí le asegura su compañía, su consuelo y su gracia en todo momento, y, de modo particular, en los tiempos de dolor, de angustia, ¡de cruz!

 Lo hemos comprobado todos. Cuando algún amigo, quizás nuestra madre o nuestro padre, nos ha hablado al corazón de ese Dios que quiere estar cerca de nosotros y que quiere compartir nuestro dolor, se nos han esponjado las entrañas, nos hemos quedado con más paz, hemos descubierto que ¡el mal no tiene la última palabra!

Evidentemente, las palabras de ánimo y de fe que nuestros misioneros transmiten ¡van acompañadas de obras de amor!; y esas obras ayudan a crecer, también, humanamente. Son realidades tangibles, como escuelas, dispensarios, orfanatos, casas de acogida…, que nos recuerdan que el hombre es también de carne, y vive en un mundo del que se tiene que valer para vivir con dignidad y con proyección a un futuro. ¡El mismo Dios se hizo hombre!, “trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejante en todo a nosotros, excepto en el pecado”; por eso, el Concilio no duda en afirmar: “Cristo, el nuevo Adán…, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación” (GS 22).

Para quienes tenemos fe, la Jornada del Domund es una oportunidad que se nos da para que cada uno de nosotros nos alegremos cuando nos enteramos de que, en África, en Asia, en América, los misioneros están trabajando denodadamente por llevar la esperanza verdadera al corazón de tantísimas personas que no conocen a Cristo. Esos “Misioneros de esperanza entre los pueblos” están haciendo posible que muchos descubran la belleza y dignidad de sus vidas. Están transformando este mundo en el Reino de Dios, el que pedimos en el padrenuestro: “¡Venga a nosotros tu reino!”. Pero no apoyándose en falsas promesas ni en ideologías destructivas, sino invitando a la conversión del corazón a cada uno, para que Dios pueda hacer de ellos constructores de paz y alegría. 

Seamos misioneros de esperanza nosotros también, apoyando con nuestra oración y nuestra colaboración económica a aquellos de quienes nos sentimos tan orgullosos, y que son nuestros hermanos misioneros.




 

Dos misioneros españoles que compartieron la misión de Robert Prevost en Perú, antes de ser elegido Papa, y el que fue su secretario cuando era obispo de Chiclayo, destacan su espíritu misionero en este vídeo para la Jornada Mundial de las Misiones 2025.











SANTA LAURA DE CÓRDOBA

                                        


Del latín Lurus = Laurel. significando también "triunfo"

En el latín imperial se encuentra como nombre masculino "Lurus" siendo sus femeninos "Laurea" y "Laurilla".

Pertenecía a una noble familia y además estaba casada con un importante funcionario del emirato independiente cordobés.

Pero quedó viuda y entra al monasterio de Santa María de Córdoba, llegando incluso a ser abadesa. Proclamó en público su fe cristiana y el emir Muhammad I la mandó prender y azotar, ya que en esos tiempos España estaba invadida por los musulmanes.

Al ver que no renegaba del cristianismo, fue llevada a los más duros castigos de varas antes de ser sumergida en una caldera de plomo hirviendo, y aun así en plena agonía seguía con sus cánticos y alabanzas día y noche que habían hecho las delicias de sus compañeras de monasterio, su muerte fue el 19 de octubre del año 864.






 


¡ FELICIDADES A TODAS LAS PERSONAS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA !


SAN LUCAS EVANGELISTAS


Lucas significa: "luminoso, iluminado" (viene del latín "luce" = luz).
San Lucas escribió dos libros muy famosos: el tercer Evangelio y Los Hechos de los apóstoles. Es un escritor muy agradable, y el que tiene el estilo más hermoso en el Nuevo Testamento. Sus dos pequeños libros se leen con verdadero agrado.
Era médico. San Pablo lo llama "Lucas, el médico muy amado", y probablemente cuidaba de la quebrantada salud del gran apóstol.
Era compañero de viajes de San Pablo. En los Hechos de los apóstoles, al narrar los grandes viajes del Apóstol, habla en plural diciendo "fuimos a... navegamos a..." Y va narrando con todo detalle los sucesos tan impresionantes que le sucedieron a San Pablo en sus 4 famosos viajes. Lucas acompañó a San Pablo cuando éste estuvo prisionero, primero dos años en Cesarea y después otros dos en Roma. Es el único escritor del Nuevo Testamento que no es israelita. Era griego.
El poeta Dante le dio a San Lucas este apelativo: "el que describe la amabilidad de Cristo". Y con razón el Cardenal Mercier cuando un alumno le dijo: "Por favor aconséjeme cuál es el mejor libro que se ha escrito acerca de Jesucristo", le respondió: "El mejor libro que se ha escrito acerca de Jesucristo se llama: El Evangelio de San Lucas". Un autor llamó a este escrito: "El libro más encantador del mundo".
Como era médico era muy comprensivo. Dicen que un teórico de oficina, ve a las gentes mejor de lo que son. Un sociólogo las ve peor de lo que son en realidad. Pero el médico ve a cada uno tal cual es. San Lucas veía a las personas tal cual son (mitad debilidad y mitad buena voluntad) y las amaba y las comprendía.
En su evangelio demuestra una gran estimación por la mujer. Todas las mujeres que allí aparecen son amables y Jesús siempre les demuestra gran aprecio y verdadera comprensión.
Su evangelio es el más fácil de leer, de todos los cuatro. Son 1,200 renglones escritos en excelente estilo literario. Lo han llamado "el evangelio de los pobres", porque allí aparece Jesús prefiriendo siempre a los pequeños, a los enfermos, a los pobres y a los pecadores arrepentidos. Es un Jesús que corre al encuentro de aquellos para quienes la vida es más dura y angustiosa.
También se ha llamado: "el evangelio de la oración", porque presenta a Jesús orando en todos los grandes momentos de su vida e insistiendo continuamente en la necesidad de orar siempre y de no cansarse de orar.
Otro nombre que le han dado a su escrito es el "evangelio de los pecadores", porque presenta siempre a Jesús infinitamente comprensivo con los que han sido víctimas de las pasiones humanas. San Lucas quiere insistir en que el amor de Dios no tiene límites ni rechaza a quien desea arrepentirse y cambiar de vida. Por eso los pecadores leen con tanto agrado y consuelo el evangelio de San Lucas. Es que fue escrito pensando en ellos.
Su evangelio es el que narra los hechos de la infancia de Jesús, y en él se han inspirado los más famosos pintores para representar en imágenes tan amables escenas.
Dicen que murió soltero, a la edad de 84 años, después de haber gastado su vida en hacer conocer y amar a Nuestro Señor Jesucristo.

 


¡ FELICIDADES A TODAS LAS PERSONAS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA!