16 de febrero de 2016

ENCUENTRO PROFESORES CATÓLICOS











Este vídeo trata de ser una introducción o ambientación para una ponencia posterior sobre el tema "Necesitados de Misericordia", que se llevó a cabo en el encuentro de profesores católicos del arciprestazgo mancha sur de la diócesis de Ciudad Real, en Membrilla, dentro del marco del Jubileo Extraordinario, año santo de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco.



I DOMINGO DE CUARESMA 2016


 PRIMERA SEMANA DE CUARESMA

 JESÚS ES TENTADO






Comenzamos nuestro caminar con un pequeño juego de palabras: Renuncio a los “mi” para encontrar a mi auténtico “yo”.
A medida que vamos renunciando a nuestras posesiones y  egoísmos, vamos dejando que cale la acción del Espíritu Santo en nosotros.
El  desierto  es  el  lugar  bíblico  donde  están  todos  los  caminos,  o  ninguno.  Lo  utilizamos cuando nos encontramos perdidos (“vivo en el desierto”), o cuando nuestra vida es asfixiante, aburrida,  monótona,  vacía.  El  desierto  puede  ser  un  estado  de  nuestra  alma  de  soledad,  de sequía, de no sentir nada... pero también puede ser un lugar propicio para el encuentro.

En el desierto podemos definir una nueva dirección a nuestra vida, podemos configurar  de nuevo nuestra persona en base a lo verdaderamente auténtico. Allí hacemos una tienda en intimidad  para  hablar  con  Dios.  Nos  desapegamos  de  lo  que  no  nos  sirve  y  recuperamos  la  autenticidad de los niños.
Descubrimos en la esencia de la vida, que nos hemos dejado llevar  por la indiferencia, la comodidad, ... que nos hemos hecho esclavos del consumismo.
Jesús fue guiado hacia el desierto. En su camino fue tentado por el diablo. En todas las respuestas  de  Jesús    aparece  una  misma  clave:  “Está  escrito,  está  mandado”.    La  Palabra  de Dios  ya  ha  sido  revelada  para  nosotros,  y  en  ella  está  escrita  la  voluntad  del  Padre.  Hay  que abrir  el  corazón  y  convertirlo  para  escuchar  su  voz  y  no  sucumbir  a  las  tentaciones.
Jesús  contrarrestó    el  egoísmo,  la  vanidad  y    la  ambición  con  la  solidez  de  la  Palabra  de  Dios,  sin  embargo,  nosotros  apenas  conseguimos  superar  nuestras  faltas  con  palabras  que  se  lleva  el  viento. Dejémonos de promesas y comencemos a actuar, es tiempo de cambiar.
Jesús  es  el  pan  de  vida  que  viene  a  salvarnos,  a  librarnos  de  las  ataduras  del  pecado. Sigámosle






Tentaciones. Un juego difícil