El 27 de noviembre es el Día del Maestro en España, a pesar que oficialmente ya existe el Día Mundial de los Docentes proclamado por la UNESCO y la Organización Internacional del Trabajo, a celebrar el 5 de octubre.
La razón principal de esta diferencia, es que se trata de una fiesta regional que busca no solo rendirles homenaje a todos los maestros, profesores, docentes o enseñantes del país, sino también al patrón de los profesores, San José de Calasanz.
Hijo de Pedro de Calasanz y de María Gastón, infanzones, fue el séptimo y último de sus hijos. La casa de Calasanz es una de las más antiguas de la nobleza aragonesa y trae su origen en los Fortuñones, rama segundona de la casa real de Aragón, señores de la villa y castillo de Calasanz.
Estudió Filosofía, Derecho y Teología en las universidades de Lérida, Valencia y Alcalá de Henares, y se doctoró en Lérida. Se ordenó sacerdote en el año 1583. Después de ordenado trabajó por un tiempo en las diócesis de Lérida y de Seo de Urgel.
Tras unos años se trasladó en 1592 a Roma, con la intención de obtener un cargo en la jerarquía eclesiástica. Entre 1592 y 1602 estuvo de preceptor de los sobrinos del cardenal Marco Antonio Colonna y ayudando los domingos en la catequesis al párroco de la iglesia de Santa Dorotea, en la barriada del Trastévere. Fue aquí donde observó la gran cantidad de niños huérfanos y pobres que vivían en sus calles y decidió que la atención de esos niños sería su principal labor, la obra de su vida; la materializó al abrir una pequeña escuela en las dependencias de la parroquia de Santa Dorotea del Trastévere, que es considerada la primera escuela pública y gratuita de la Historia. En 1612 traslada la escuela a San Pantaleón, que se convertirá en la casa matriz de las Escuelas Pías. Con la ayuda económica de una subvención del papa Clemente VIII y otras donaciones, pudo ampliar sus trabajos.
Pronto otros sacerdotes se le unieron a su labor y así nació la Orden de Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, extendida por el resto de Italia, España y Alemania; a sus sacerdotes se los conoce en la actualidad como padres Escolapios.
Años más tarde se produjo una crisis interna en la obra causada por diversas intrigas y tensiones externas; Calasanz fue apresado brevemente e interrogado por la Inquisición. Además se vio inmerso también en una lucha de intereses políticos e intrigas de personajes muy ambiciosos que terminó al fin con su destitución del cargo de General de la Orden que él mismo había fundado. Caído en desgracia, fue sustituido por uno de sus detractores y durante los años siguientes la Congregación perdió categoría hasta el punto de que su obra de tantos años se vio seriamente amenazada y en peligro de hundirse.
En 1648, todavía en desgracia, murió Calasanz, casi a los 92 años de edad después de algunos días de su cumpleaños, y fue enterrado en San Pantaleón. Ocho años después de su muerte el papa Alejandro VII rehabilitó las Escuelas Pías. Se abrió un proceso de beatificación que culminó en 1748 y fue canonizado por el papa Clemente XIII el 16 de julio de 1767. Pio XII lo proclamó «Patrón ante Dios de todas las escuelas populares cristianas del mundo» en 1948. Su fiesta se celebra el 25 de agosto y su patrocinio sobre la educación católica el 27 de noviembre.
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