Mayo es el mes que la Iglesia dedica a la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra.
El mes que hoy empieza ha de ser tiempo propicio para
renovar el amor que todos los bautizados debemos profesar a la mujer que Dios
eligió -desde la eternidad- para ser madre de su Hijo, Jesucristo, el Verbo
hecho carne para redención del género humano. ¡Cómo no volver la mirada hacia
Ella, que nos mira primero con dulzura y compasión! No es casualidad que Dios
haya querido crecer al calor de una madre como María y recibir sus amorosos
cuidados.
Extraído de Instagram de :
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