Aunque ya ha pasado más de una semana de nuestro confinamiento en casa, no quería dejar pasar la oportunidad de ponerme en contacto con vosotros a través de este medio.
En primer lugar, mi deseo es que todos os encontréis bien de salud.
Sé que estamos atravesando unos días difíciles, y aún no sabemos con certeza cuántos días más permaneceremos en casa. Así que, os recomiendo muchísima paciencia. Recordad que ahora tenemos tiempo para hacer todas esas cosas que siempre posponemos, como leer algún libro que teníamos olvidado, pintar, hacer deporte, ayudar a las tareas de casa… Sí, todas estas cosas están muy bien, pero creo que la más importante es la de pasar más tiempo en familia; el colegio, el trabajo y las actividades extraescolares muchas veces nos quitan tiempo de estar juntos así que aprovechad para hablar más y conoceos mejor, los juegos de mesa siempre son una buena opción y podéis compartir todo aquello que os gusta o ilusiona con las personas que más nos quieren.
Dicho todo esto, y como vuestra profesora de religión, os recuerdo que no podéis dejar de hacer tareas de la escuela ya que pueden pasar muchos días hasta que regresemos y no podéis perder el hilo de las asignaturas. Estoy segura que un ratito al día podéis dedicarlo a la escuela y después tendréis el resto de tiempo para hacer todo lo demás. Este curso va a ser complicado y entre todos debemos intentar que sea lo más normal posible.
Ahora bien, la salud, ahora mismo es lo más importante. Por favor, sed responsables. Debemos seguir unos cuantos consejos básicos que todos conocemos como: lavarse muy bien las manos, estornudar y toser cubriéndose con el brazo y no con las manos, salir para lo imprescindible y permanecer en casa. Todo esto pasará, pero sólo si todos colaboramos. La mayoría de nosotros nos quedamos en casa para facilitarles el trabajo a todas esas personas que están luchando contra el virus como sanitarios, farmacéuticos, personal de supermercados, panaderos, policías, repartidores… Seguro que todos conocemos a alguna persona que esté trabajando muy duro estos días y ellos son los que se merecen esos aplausos que damos desde nuestras casas todos los días.
Quería terminar pidiéndoles que cuidéis mucho de vuestras familias, que sepáis ver y valorar la suerte que tenemos de vivir en un país con tantas facilidades ya que muchos niños como vosotros, han vivido o están viviendo verdaderos horrores. Nosotros sólo debemos quedarnos en casa. Y sobre todo recordad que todo saldrá bien porque no hay arcoiris sin un poco de lluvia.
Nos vemos muy pronto, Marina.
PD: Si necesitáis poneros en contacto conmigo, lo podéis hacer a través de los comentarios del blog, que aparece al final de cada entrada.
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