18 de noviembre de 2018

SANTA ISABEL DE HUNGRÍA Y SAN ACISCLO Y SANTA VICTORIA

Su padre era rey de Hungría y fue hermano de Santa Eduvigis. Nacida en 1207, vivió en la tierra solamente 24 años, y fue canonizada apenas cuatro años después de su muerte. La Iglesia Católica ha visto en ella un modelo admirable de donación completa de sus bienes y de su vida entera a favor de los pobres y de los enfermos.
Cuando ella sólo tenía veinte años y su hijo menor estaba recién nacido, el esposo murió luchando en las Cruzadas. La Santa estuvo a punto de sucumbir a la desesperanza, pero luego aceptó la voluntad de Dios. Renunció a propuestas que le hacían para nuevos matrimonios y decidió que el resto de su vida sería para vivir totalmente pobre y dedicarse a los más pobres. Daba de comer cada día a 900 pobres en el castillo.
Un día, después de las ceremonias, cuando ya habían quitado los manteles a los altares, la santa se arrodilló ante un altar y delante de varios religiosos hizo voto de renunciar a todos sus bienes y de vivir totalmente pobre, como San Francisco de Asís hasta el final de su vida y de dedicarse por completo a ayudar a los más pobres. Cambió sus vestidos de princesa por un simple hábito de hermana franciscana. Cuando apenas iba a cumplir sus 24 años, el 17 de noviembre del año 1231, pasó de esta vida a la eternidad.
Los milagros que sucedieron en su sepulcro movieron al Sumo Pontífice a declararla santa, cuando apenas habían pasado cuatro años de su muerte, y además, Santa Isabel de Hungría fue declarada patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.

SAN ACISCLO Y  SANTA VICTORIA



El origen de la huella de San Acisclo y Santa Victoria, patronos de Córdoba, sobre la ciudad están en los inicios del siglo IV, cuando se convirtieron en sus primeros mártires. La Fundación Santos Mártires de Córdoba, iniciativa de la diócesis que aglutina a distintos centros educativos, señala que en concreto fue «el 17 de noviembre de 313 cuando, según el acta que se conserva en la biblioteca del Convento de San Juan de los Reyes en Toledo, aunque existen autores que suponen que pudo ser en los años 204, 229 ó 311, San Acisclo fue degollado a las orillas del río, mientras que Santa Victoria fue asaetada en el anfiteatro romano» al no querer renunciar a la fe cristiana.
El historiador y articulista de ABC Córdoba Juan José Primo Jurado señalaba en un artículo publicado en este periódico el 14 de noviembre de 2010 que los adolescentes Acisclo y Victoria sufrieron su martirio a principios del siglo IV, condenados por el prefecto Dión durante la gran persecución a los cristianos del emperador Diocleciano.
Y reseñaba que, según la tradición, Minciana, ciudadana romana, recogió el cadáver de Victoria y lo llevó junto al de su hermano donde éste fue martirizado [a orillas del Guadalquivir], «construyéndose una basílica en tiempos finales del Imperio Romano, la cual perduraba en época visigoda». No en vano, relataba, en dicho artículo, que desde muy temprano se le comenzó a rendir culto oficial a San Acisclo
En el lugar de su martirio, contaba Primo Jurado en ABC Córdoba, se alzaría luego el convento de los Santos Mártires, «como tantos otros desaparecido con la desamortización de 1835». Sobre esos suelos, se levantó en 1881 la ermita neogótica de los Santos Mártires. En 1949 fue declarada Patrimonio Histórico Español.


FELICIDADES A TODOS LOS QUE HOY CELEBRAN SU ONOMÁSTICA. 
EN ESPECIAL FELICITAMOS A NUESTRAS MAESTRAS: CARMEN ISABEL DE 
4 AÑOS Y Mª ISABEL RABADÁN DE 6º

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